El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirma la sentencia de dos años de prisión, dictada por la Audiencia de Segovia, contra el hombre condenado por abuso sexual a Valeria Quer, que entonces contaba con 17 años, así como la prohibición de aproximación durante cinco años a menos de 500 metros, tanto de su persona como de su domicilio o lugar de trabajo, así como la prohibición de comunicación por idéntico periodo; pago de costas e indemnizar a la perjudicada con la cantidad de 3.000 euros. El auto del TSJCyL desestima íntegramente los recursos de apelación interpuestos por la defensa del condenado y por la acusación particular al confirmar “la sentencia apelada en sus propios términos, declarando de oficio las costas”.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Segovia declaró probados los hechos por los que condenó a este hombre de 35 años, en el momento del juicio oral, ocurridos el 17 de septiembre de 2017. El acusado estuvo con un grupo de amigas, entre ellas la víctima, Valeria Quer, “consumiendo combinados de alcohol, que ellas mismas se servían” y ella, “ingirió muchas bebidas de forma voluntaria, lo que provocó, junto con la ingesta previa de medicamentos antidepresivos que tenía prescritos, especialmente del grupo de las benzodiazepinas, lo que era desconocido por el procesado, que su estado de embriaguez se viese potenciado, y que a partir de un momento de esa noche sufriese un proceso de amnesia que le impide recodar lo que sucedió”.
Al final de la noche, el procesado apareció con su coche, ofreciéndose a llevarlas a casa, y ellas aceptaron. “No consta si alguna de las chicas llamó al procesado para que las fuese a buscar, si fue éste el que llamó con ese fin o si el encuentro fue casual”. El hombre propuso a la menor “que estaba muy embriagada, ir a dar una vuelta, dirigiéndose a la provincia de Segovia” y, en el trayecto, le siguió dando más bebidas alcohólicas, de forma que la misma quedó en un estado de total falta de consciencia.
En las siguientes horas, las amigos y madre de la joven, apercibidas de su desaparición, comenzaron a intentar contactar con ella. Pasadas las 11.00 horas, el acusado les dijo que Valeria se encontraba mal y le exigieron que le llevara a casa dada su minoría edad y su estado.
Durante el trayecto hacia Segovia y aprovechándose de su estado embriaguez el procesado había mantenido acercamientos sexuales con Elisabeth , como besos o abrazos. En la vivienda, en la cama, el procesado realizó diversos tocamientos de carácter sexual en sus partes íntimas. Según la sentencia, como consecuencia de su inestable estado mental derivado de su patología previa del que ya estaba siendo tratada, la joven estuvo cuatro meses hospitalizada y sigue en tratamiento.