Fiscalía de Valladolid solicita una condena de tres años de cárcel para un varón, cuya identidad responde a las iniciales A.G.Y, por un delito continuado de estafa sobre su propia hermana, M.L.G, de 77 años e incapacitada, a la que sacó de la residencia donde se encontraba con el presunto propósito de hacerse con dinero de su cuenta bancaria y lograr que le otorgara un poder para manejar a su antojo su patrimonio.
La vista oral del juicio se celebrará el próximo día 1 de julio en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial. El fiscal del caso, amén de la citada pena privativa de libertad, solicita que el encausado indemnice a su hermana en la cantidad de 10.460 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Como víctima de los hechos figura la propia hermana del encausado, quien en 2018 se hallaba interna en el Centro de Mayores Vitalia Castillo, en Cabezón de Pisuerga, ya que tenía diagnosticado un deterioro cognitivo asociado a la enfermedad de Parkinson, lo que la incapacitaba para el gobierno de sus bienes y de su persona.
En este contexto, su hermano y acusado acudió al referido centro el 14 de agosto de este año y, al igual de lo que ya había hecho otras veces, comunicó a los responsables su intención de llevársela de vacaciones a Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde residía, aunque su verdadera intención, como así sostiene la acusación pública, era aprovecharse de la merma de facultades de su hermana para obtener un beneficio ilícito a su costa.
Así, además de cargar en su cuenta alguna compra realizada, el 31 de agosto la llevó a una notaría de El Vendrell (Tarragona), donde consiguió que la septuagenaria le otorgara un poder general para poder realizar cualquier tipo de operación relacionada con el patrimonio de su hermana, al tiempo que utilizó dicha facultad para designarse como beneficiario de distintos instrumentos financieros contratados en su día por la anciana.
Ya en el mes de septiembre, el acusado acudió con su hermana al Centro Residencial Orpea Barcelona Guinardó, en la capital catalana, y dejó allí ingresada a la mujer.
Sin embargo, unos sobrinos consiguieron dar con el paradero de su tía, acudieron a Barcelona el día 2 de octubre a la referida residencia y la recogieron, para acto seguido devolverla a la de Cabezón de Pisuerga y, además, revocar el poder notarial que la mujer había otorgado en favor de su hermano en la notaría de El Vendrell.