La Policía Local de Medina del Campo, en un control preventivo de alcoholemia, detectó el pasado sábado 31 de julio a las 00:45 a un hombre que dio positivo en el test con una tasa superior a 0,60 mg/l en aire. Además, también desprendía un fuerte olor a marihuana y los agentes, tras cachearlo, le intervinieron hasta 6 bolsitas que en su interior parecían tener la sustancia estupefaciente. Posteriormente procedieron a su detención por dos presuntos delitos contra la Seguridad del Tráfico y otro contra la Salud Pública.
Tras finalizar el control, a las 01:15 horas, la patrulla se encontró con un conductor que circulaba por la Avenida del Regimiento y haciendo zigzags. Al ver a los agentes se bajó del vehículo e intento huir, por lo que tuvieron que sujetar al individuo que al trasladarle a las dependencias policiales dio un resultado positivo en alcohol superior 0,60 mg/l en aire espirado.
En torno a las 3 de la madrugada del 1 de agosto, en plenas labores de vigilancia por parte de la Policía Local, los agentes observaban que en la Avenida del V Centenario, un vehículo realizaba un giro de 180 grados, cambiando el sentido de la marcha y provocando que los demás vehículos usuarios de la vía tuvieran que frenar bruscamente, por lo que los agentes realizaron su seguimiento dándole el alto y comprobando que el conductor presentaba los síntomas claros de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas, hecho confirmando a través de la correspondiente prueba de alcoholemia en etilómetro portátil. Una vez que los agentes informaron al conductor de la necesidad de acompañarles a dependencias policiales, el joven adoptó una actitud agresiva llegando a empujar a uno de los agentes que tuvo que proceder a su inmovilización, detención y traslado a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, donde se realizó un atestado por delito de atentado contra los agentes de la autoridad y otro por un delito contra la Seguridad Vial ante la negativa a realizar la prueba de detección alcohólica.
Por otro lado, el viernes 30 de julio, en torno a las 23:50 horas, los agentes acudieron ante la llamada de un vecino que alertaba de unos ruidos procedentes de un establecimiento hostelero. A su llegada, la Policía se encontró con varias personas en el interior del bar fumando y con la música a un volumen muy alto, por lo que procedieron a denunciar al propietario.
En la mañana del domingo 1 de agosto, durante el control de documentación realizado por la Policía Local en la calle Cuenca, se detectaba un vehículo con la ITV caducada, en el que viajaba un número de personas superior al permitido en su interior y se comprobó que ningún ocupante llevaba el cinturón de seguridad correctamente abrochado. Los agentes procedieron a tramitar la denuncia por estos hechos y a la inmovilización del vehículo en el depósito municipal.