Agentes de la Guardia Civil de Ávila detuvieron el pasado 25 de agosto, dentro del marco de la operación 'Illán', al propietario de una plantación 'indoor' que albergaba 860 plantas de marihuana en un domicilio ubicado en la localidad abulense de La Adrada, atribuyéndosele al detenido un presunto delito contra la salud pública y otro delito por defraudación del fluido eléctrico.

La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de que, en el interior de un domicilio ubicado en el municipio abulense de La Adrada, podría existir una plantación o laboratorio clandestino de marihuana, según informó a través de un comunicado la Guardia Civil de Ávila, por lo que se dio inicio a una serie de indagaciones para verificar dichas sospechas.

Una vez concluidas las pesquisas y verificada la posible existencia de la plantación, los agentes solicitaron la autorización judicial para llevar a cabo una entrada y registro domiciliario para el desmantelamiento de un sofisticada plantación 'indoor' ubicada en la planta subterránea de un chalet okupado, destinada exclusivamente para el cultivo ilegal de plantas de marihuana, cuyo suministro eléctrico había sido captado ilegalmente, eludiendo el preceptivo paso por el correspondiente medidor de corriente.  

Fueron intervenidas las 860 plantas de marihuana con un peso en bruto de unos 179 kilogramos, así como numerosos aparatos destinados para el cultivo de las mismas, como ventiladores, extractores de aire, lámparas, transformadores, abonos, fertilizantes, tubos conductores de aire, medidores de temperaturas y humedad, así como reguladores. El propietario de esta plantación fue detenido y puesto a disposición judicial.

La operación fue desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA), perteneciente a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Ávila, auxiliado por diversas Unidades de Seguridad Ciudadana de la Compañía de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro.

Aumento de las plantaciones al sur de la provincia



Durante la presentación del resultado de esta operación policial, el subdelegado del Gobierno en Ávila, Arturo Barral, señaló que, entre las muchas consecuencias de la pandemia de la COVID-19, se encuentra el cierre de fronteras, lo que ha llevado a un aumento del intento de fabricación de droga en el mismo país al no poder accederse desde terceros países. En el caso de Ávila, esto se refleja en un incremento de las plantaciones de marihuana en el sur de la provincia, en concreto en el Valle del Tiétar, principalmente por las condiciones climatológicas.

En datos, esto significa que en la provincia de Ávila se detectaron en el primer trimestre del año, según las cifras de criminalidad del Ministerio del Interior, siete infracciones penales por delitos contra la salud pública cometidos y esclarecidos, con la detención de 42 personas. Aunque es el mismo número de delitos del año anterior, las investigaciones y detenciones pasan de 14 a 42. Es decir, aumenta el número de personas detenidas pero se mantiene un esclarecimiento de los casos de un cien por cien, insistió Barral.

De hecho, durante la rueda de prensa de hoy, dedicada a presentar los resultados de la operación 'Illán', también se dio a conocer otro operativo realizado el pasado 15 de julio por el que se detuvo a un hombre y a una mujer por cultivo de drogas, robo eléctrico y robo con fuerza en las cosas. En este caso, se intervinieron 351 plantas de marihuana, con 44 kilos de peso bruto, y también diverso material de laboratorio. Además, sirvió para esclarecer un delito de robo con fuerza en las cosas que tuvo lugar en Murcia, ya que se encontró una televisión que se robó allí.

En todo este contexto, el teniente coronel de la Guardia Civil en Ávila, Gustavo Dorda, quiso mandar un mensaje de que la investigación del tráfico de sustancias ilícitas es "un campo muy importante de trabajo" para ellos. Y así se ve en el Valle del Tiétar, aunque trabajan, insistió, en toda la provincia. También hizo referencia al recurso de plantaciones ‘indoor’, de las que ya había hablado el subdelegado del Gobierno explicando cómo suelen conllevar enganches eléctricos ilegales y, a veces, es el aumento de consumo el que alerta a las propias compañías eléctricas.

Este tipo de laboratorios son cada vez más comunes dado que hay más información y facilidad de comprar material. A ello se une que se puede hacer un mayor control de la humedad, temperatura y luz en el interior, por lo que cada vez se identifican más este tipo de plantaciones. En cuanto al destino de este cultivo, estos 170 kilos de la última acción se cree que se iban a distribuir por el resto de España e incluso Europa.