La Guardia Civil de Ciudad Rodrigo ha abierto investigación a dos conductores británicos que circulaban con coches de alta gama a 223 y 226 kilómetros por hora en la autovía A-62, a la altura de Fuentes de Oñoro (Salamanca). Además, ha denunciado a otros nueve conductores de la misma nacionalidad que circulaban en ese momento también a altas velocidades, entre 175 y 206 kilómetros por hora en estos casos.
Por este motivo se diseñó rápidamente un dispositivo de control de velocidad en la A-62 a la altura del término municipal de Fuentes de Oñoro con el objeto de detectar y notificar las infracciones de velocidad que presuntamente se estaban cometiendo. De esta forma, se consiguió detectar la circulación de ONCE vehículos a velocidades entre 175 y 226 km /hora, los cuales fueron todos interceptados en la finalización de la Autovía.
Vía limitada a 120 km/h
Esta rápida actuación ha permitido la identificación y notificación de denuncias por exceso de velocidad a NUEVE conductores de nacionalidad británica así como la DETENCIÓN de otros DOS conductores por la supuesta comisión de delitos contra la seguridad vial, al circular a velocidades de 223 y 226 km/hora, cuando la velocidad de la vía se encuentra limitada a 120 km/h, instruyéndose las correspondientes diligencias las cuales fueron remitidas junto con los detenidos al Juzgado de Guardia de Ciudad Rodrigo.
Los vehículos, todos modelo GT-R, pertenecían a un Club Automovilístico de Nissan, los cuales cruzaban la península ibérica con destino Lisboa.
Todo conductor al volante debe ser consciente de que debe circular siempre a una velocidad aconsejable a las características de la vía y a las circunstancias existentes y en cualquier caso no superar nunca las velocidades genéricas o específicas de la carretera.
En caso de frenada y/o maniobra brusca debe poder controlar y detener el vehículo en la menor distancia posible, acción que logrará haciéndolo a la velocidad que se determina en cada momento, minimizando las posibles consecuencias en caso de sufrir un accidente de circulación.
Este tipo de acciones negligentes y arriesgadas no solo ponen en peligro la integridad de otros usuarios de la vía, sino la propia vida y la de las personas que viajan en el vehículo.