La Guardia Civil ha identificado al conductor de un vehículo que circulaba a 137 kilómetros por hora en una travesía de la N-120 con un límite de 50, por lo que se le investiga como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, al rebasar en más de 80 kilómetros por hora la velocidad máxima en esta zona, han informado a Europa Press fuentes del instituto armado.
Los hechos ocurrieron a las 11.14 horas del pasado 1 de julio, en la carretera N-120, donde un radar de la Guardia Civil captó al turismo a excesiva velocidad.
El cinemómetro marcó en ese instante 137 kilómetros por hora, de forma que superaba en más de 80 la velocidad genérica establecida para el tramo por el que circulaba, que al tratarse de una travesía -tramo de vía interurbana que cruza una población- es de 50.
Debido a la elevada velocidad a la que circulaba el vehículo infractor y la peligrosidad de la maniobra de parada, tanto para la integridad del conductor como del resto de usuarios y peatones de la vía, se optó por no pararle e identificar posteriormente al responsable.
Las gestiones llevadas a cabo por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos han permitido su identificación y localización y, una vez le ha sido comunicada la incidencia, ha resultado investigado como presunto autor de un delito contra la Seguridad Vial, instruyéndose diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Briviesca.
Peligro para los acompañantes y los demás usuarios de la vía
Este tipo de acciones al volante no solo pone en peligro la propia integridad física del conductor, sino la de sus acompañantes, en el supuesto de transportar pasajeros, y la del resto de usuarios de la vía, ha señalado la Guardia Civil, que ha añadido que, además de las más que posibles fatales consecuencias en el supuesto de una colisión o una salida de vía a esas velocidades, en caso de una reducción drástica de velocidad o una súbita maniobra evasiva se largan las distancias de parada y aumentan las posibilidades de perder el control del vehículo, respectivamente, coadyuvando al accidente.
Para estas conductas, el Código Penal contempla penas de prisión de tres a seis meses, de multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad, además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a cuatro años.