En la noche del pasado viernes 22 de abril, la Policía Nacional recibía una llamada en la Sala del 091 en la que un varón mencionaba que, mientras hablaba telefónicamente con su madre, había podido escuchar de fondo cómo su padre la estaba amenazando de muerte. Temiendo por su vida, dado el fuerte carácter de su progenitor, quien, además, guardaba armas de fuego y granadas de mano en el domicilio.
De forma urgente, varios indicativos policiales se dirigieron a la dirección indicada, flanqueándoles la puerta la mujer y supuesta víctima, a la que los policías observaron visiblemente alterada y atemorizada por la situación.
Seguidamente les manifestó que ese día su marido la había insultado y amenazado de muerte, siendo este tipo de situaciones -en algún caso, acompañadas de agresiones físicas- las que se repetían a lo largo de los años, aunque nunca había presentado denuncia por los maltratos.
En el interior del domicilio se encontraba el hombre, aparentemente tranquilo y que reconoció ante los agentes lo sucedido, por lo que se procedió a su detención como supuesto autor de un delito de malos tratos.
A continuación, a indicaciones de los policías, señaló la habitación en la que guardaba las armas, en cuyo interior había un armero, del que facilitó su apertura.
Tanto en el mencionado cuarto como en el interior del armero se halló gran cantidad de armas, entre las que se encontraban varios rifles, escopetas, carabinas, bayonetas y abundante munición. Alguna contaba con su licencia y guía correspondiente, si bien otras carecían de este requisito, que resulta indispensable para acreditar su legalización y pertenencia.
También tenía en su posesión machetes, bastones con estoque en su interior, un florete, un bastón percutor, etc., así como otros elementos susceptibles de ser utilizados como armas. Igualmente había otros artefactos entre los que se hallaba uno con aspecto de proyectil explosivo. Los agentes informaron al detenido de que asimismo se le acusaba otro supuesto delito de tenencia ilícita de armas.
Estos también procedieron a la retirada de estas, junto con policías del Grupo TEDAX, especialistas en explosivos, para asegurar la manipulación de las granadas de mano con las debidas garantías de seguridad de los referidos artefactos.
Durante el trámite de las diligencias policiales, a la víctima, que declinó presentar denuncia en la Comisaría Provincial, se le extendió una citación judicial para que acudiera a prestar declaración al Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Una vez finalizadas las diligencias, el detenido pasó a disposición de la Autoridad Judicial.