La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas con edades comprendidas entre los 19 y los 52 años como presuntos autores de seis delitos de robo, alguno de ellos con empleo de fuerza, cometidos en el interior de varias viviendas.
Sus iniciales corresponden a IJE, CLB, CAE Y JCJ y, al parecer, pertenecen a un grupo extramadamente activo y bien organizado, con un claro reparto de funciones entre sus integrantes, itinerante, y al que no le importa, en absoluto, desplazarse a otras provincias para acometer estos robos.
Estas detenciones se han producido dentro del marco de la Operación 'Alastrabal-Dragus', una investigación que ha sido llevada a cabo por las Comandancias de Burgos y Navarra de manera conjunta. Cabe destacar que ambas unidades iniciaron las investigaciones pertinentes por separado, pero, al concluir ambas en un mismo punto, decidieron continuar investigando conjuntamente.
La voz de alarma se activó durante los pasados meses de septiembre y diciembre, cuando las Comandancias registraron un notable incremento de robos en viviendas en un espacio de tiempo muy breve y bajo el mismo modus operandi.
Fue entonces cuando la Guardia Civil empezó a estudiar y analizar la información recabada en las inspecciones técnico oculares practicadas en los lugares de comisión de los robos, y a realizar entrevistas a numerosos vecinos de la zona, lo que les llevó a identificar y localizar un vehículo vinculado con las poblaciones donde se produjeron los hurtos, además de a las cuatro personas detenidas, tres mujeres y un hombre.
Estas fueron encontradas en sus respectivos domicilios, situados en las provincias de Guipuzkoa y Guadalajara, donde fueron detenidas de forma simultánea. Actúan a plena luz del día; viajan en un turismo conducido por uno de los componentes del grupo para así facilitar la huida mientras el resto opera; en los peores casos, llegan a entretener a la víctima e incluso a emplear la fuerza para acceder al interior de las casas; y, una vez dentro, remueven los cajones y armarios en busca de objetos de valor y de fácil transporte para después introducirlos y venderlos en el mercado negro.
Pese a ello, fuentes policiales han asegurado que la investigación continúa abierta, ya que sospechan de la participación del grupo en numerosos robos llevados a cabo de la misma manera tanto estas como en otras provincias.
En Burgos, los cuatro robos denunciados se produjeron en la misma localidad de la comarca Odra - Pisuerga. Allí, la organización entró en cuatro viviendas unifamiliares de las que sustrajeron casi 4.000 euros en joyas, dinero en efectivo y comida, entre otros enseres, mientras que en Navarra se sabe que se apoderaron de joyas cuyo valor suma un total de 3.000 euros aproximadamente. Según han declarado las víctimas, los hurtos se produjeron de forma rápida e impune.