Los establecimientos de hostelería estarán obligados a ofrecer agua de grifo gratuita a partir de ahora, con la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que entraba esta semana en vigor tras su publicación el pasado sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En España hasta este momento no existía una ley a nivel nacional respecto a la obligación de servir u ofrecer agua del grifo a los clientes de bares, cafeterías, restaurantes y hoteles. No obstante, Castilla y León, y otras dos comunidades, Navarra y Baleares, ya contaban con normas que garantizaban el acceso gratuito al agua del grifo en los establecimientos hosteleros.
Castilla y León, mediante el Decreto 12/2016, de 21 de abril, fue la primera comunidad autónoma de España en garantizar este derecho. Su artículo 28 establece que "en ningún caso se pueda exigir al cliente el pago por el uso de los aseos propios del establecimiento, ni por el consumo de agua no envasada".
Si bien esta medida lo que garantizaba es que el cliente no iba a tener un cargo en su cuenta con el concepto "vaso de agua", no establecía la obligatoriedad de ofrecer este servicio gratuito cuando los clientes lo demandasen.
Desde el sector hostelero esta medida es recibida de forma desigual por los diferentes empresarios consultados por El Español-Noticias de Castilla y León. Para algunos "servir agua, aunque sea del grifo, conlleva unos costes: los propios del local, los de los camareros que la sirven, los del suministro… También hemos tenido que adquirir vajilla nueva, jarras grandes, para evitar dar paseos cuando varios clientes de una misma mesa lo solicitan a la vez".
Otros, sin embargo, no lo ven tan problemático porque "es una cosa que hemos hecho siempre, cuando nos piden un vaso de agua lo servimos con una sonrisa igual que el resto de consumiciones", explica Rubén García, de la cafetería Ideal Nacional, en plena Plaza Mayor de Valladolid. Del mismo modo, opina Yasmina Cerdá, directora del Hotel Lasa Sport: "en este establecimiento nunca se le ha negado un vaso de agua a nadie, al contrario, lo ponemos con mucho gusto ya que no hace falta una ley para ello. Eso va con la persona o la filosofía de empresa".
La opinión general de gran parte de hosteleros es que les afecta poco porque era una práctica que ya se llevaba a cabo. García añade: "esta nueva ley no nos perjudica, seguiremos actuando como hasta ahora, y si en algo se puede beneficiar el medio ambiente, bienvenido sea".
En las empresas distribuidoras de bebidas de la Comunidad lo que ponen de manifiesto es que "es una medida que en Castilla y León lleva ya unos años y nosotros no hemos notado un descenso de ventas de agua embotellada".
En la nueva ley estatal 'de residuos y suelos contaminados para una economía circular' se hace un "especial hincapié en la reducción de envases, fomentando el uso de fuentes de agua potable y de envases reutilizables, especialmente en el sector de la hostelería y restauración". El objetivo general es reducir el consumo de envases de un solo uso (como es el caso de las botellas) y, además, impulsar la economía circular, disminuir la huella de carbono y cumplir con los objetivos del Paquete de Economía Circular de la Unión Europea y la directiva de plásticos de un solo uso.
En el título II, sobre la prevención de residuos el texto deja patente que ofrecer agua gratis se convertirá desde este momento en una obligación: "En los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento".
Del mismo modo, la medida no solo afecta a la hostelería, sino también a las Administraciones públicas, que "fomentarán el consumo de agua potable en sus dependencias y otros espacios públicos, mediante el uso de fuentes en condiciones que garanticen la higiene y la seguridad alimentaria o el uso de envases reutilizables".