Este es el castillo templario más importante del noroeste de España

Las leyendas, batallas y mitos de los caballeros templarios han inspirado novelas y películas que narran cruzadas y leyendas en torno al Santo Grial. Como el joven herrero de nombre Balian al que Ridley Scott convirtió en caballero en Cruzadas para proteger Tierra Santa de las fuerzas invasoras. O El Código Da Vinci, en cuyas páginas Dan Brown codificó los escondites de los tesoros cristianos y la vinculación non sancta con la Iglesia Católica.

La fascinación por la historia de los caballeros de la Orden del Temple, especialmente por su trágico final en la hoguera, seduce tanto por su romántica estética como por lo épico de su objetivo, que traspasó fronteras y culturas para llegar casi intacta a nuestros días en una mezcla de realidad y ficción cuyos límites se desdibujan.

El Temple fue fundado en el 1119 por caballeros franceses en Jerusalén para defender los Santos Lugares y los peregrinos que a ellos viajaban y luchar contra los infieles, estableciendo en Francia se constituyese en el gran centro de su poder. Sin embargo, la existencia de los templarios dejó su huella en España.

Escuderos templarios a caballo durante el Gran Desfile de la Noche Templaria Castillo de los Templarios

La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, u Orden del Temple, fue una de las órdenes militares monásticas católicas más poderosas del mundo durante dos siglos, alcanzando grandes cotas de poder. De hecho, en el Concilio de Troyes fue aprobada oficialmente por la Iglesia Católica, con el manto blanco y cruz ancorada roja como emblema distintivo. En las Cruzadas los Templarios encontraron su razón de existencia, pero la pérdida de Tierra Santa supuso la merma en sus apoyos, además de los rumores que desconfiaban de su ceremonia secreta de iniciación, que terminaron por liquidar la orden con el apresamiento de sus caballeros, torturados y quemados bajo el mandato del Papa Clemente V.

Desde entonces, su leyenda no ha hecho más que crecer. En España la huella de los Templarios pervive en edificaciones que nos trasladan a la Alta Edad Media en un abrir y cerrar de ojos. Uno de los iconos de la Orden del Temple en España está en El Bierzo leonés, en Ponferrada, que está considerado como el más notable del noroeste de España. Fue declarado Monumento Nacional Histórico Artístico en 1924.

Construido en el siglo XI sobre lo que posiblemente fue un castro celta, su privilegiada situación lo convirtió en una fortaleza inexpugnable de más de 8.000 metros cuadrados. En 1178 el rey Fernando II de León permitió que la Orden del Temple estableciera una encomienda en la actual Ponferrada y expidió un fuero para repoblar la villa. Los templarios ampliaron y reformaron el castillo como defensa del Camino de Santiago.

Mitos y leyendas y una virgen escondida en una encina

Cuenta una leyenda popular muy arraigada en Ponferrada que, antes de abandonar la ciudad los templarios descubrieron una imagen sagrada en el interior del tronco de una encina. La talla comenzó a ser venerada como la Virgen de la Encina, actual patrona de Ponferrada y del Bierzo, que preside el altar de la Basílica de la Encina que se erige sobre los restos de la antigua iglesia medieval de Santa María.

La noche templaria

La estela de los templarios es emblema de uno de los eventos más importantes de Ponferrada, y uno de sus más exitosos reclamos turísticos: la Noche Templaria, que cuenta con varios días de celebraciones en las que se recrea el ambiente medieval y la vida de los caballeros templarios en el castillo de Ponferrada. El gran desfile templario congrega a cientos de personas ataviadas con indumentaria medieval, que representan el regreso de Guido de Garda, maestre de la Orden del Temple, para hacer entrega a la ciudad de Ponferrada del Arca de la Alianza y el Grial.