Una de las bellezas más preciadas de Castilla y León es, sin duda, lo que se conoce como la milla de oro de la Ribera del Duero, un tramo de apenas 15 kilómetros que discurre entre los municipios vallisoletanos de Peñafiel y Tudela de Duero y caracterizado, fundamentalmente, por sus innumerables viñedos.
Desde hace años, está considerada como una de las zonas vinícolas más prestigiosas de España y también como un destino de enoturismo de primer nivel. Visitar las bodegas de la milla de oro de la Ribera del Duero, toda una referencia a nivel internacional, se ha convertido en un plan perfecto para pasar el día. Pero lo cierto es que este se puede mejorar todavía más añadiendo una comida de excepción en uno de los tantos restaurantes de primera categoría que alberga la zona.
Ahora bien, si lo que deseas es convertir la escapada en una experiencia inolvidable e imposible de superar, nada mejor que pasar la noche en uno de los lujosos hoteles que puedes encontrar por la zona.
A continuación, te dejamos las mejores bodegas, los restaurantes más excepcionales y los hoteles más 'cool' en los que poder convertir tu experiencia en un auténtico sueño.
Visitas a bodegas
Solo en la milla de oro de la Ribera del Duero se ubican más de una veintena de bodegas. Sin embargo, no todas se pueden visitar ni poseen el mismo prestigio a nivel internacional.
Quizá, una de las más reputadas es Protos, la cual se puede visitar a través de un recorrido de dos kilómetros de galerías subterráneas de crianza situadas justo bajo la montaña donde se asienta el emblemático Castillo de Peñafiel, y de la nueva bodega diseñada por el arquitecto Richard Rogers.
Además, las visitas incluyen una cata de diferentes vinos de la casa, acompañada de una breve explicación de estas elaboraciones, un aperitivo y un obsequio. Una hora y media de experiencia por un precio de 25 euros para adultos y 10 para niños de entre 4 y 17 años.
Si se desea catar una modalidad de vino más, el precio ascenderá a 35 euros. Esta dura dos horas y solo permite adultos.
Otra de las grandes delicias vinícolas 'made in Castilla y León' es el vino de las bodegas Matarromera. Hacer una cata en este lugar mágico e indescriptible es todo lujo, pero es posible gracias al recorrido de hora y media diseñado por la bodega que incluye, por un precio de 110 euros por persona, un paseo por el viñedo, una visita a la sala del legado, a la bodega, al parqué de barricas semienterrado y a las Insignes de Oro e Insignes de las letras, y una cata de los cuatro vinos más premium de la casa.
La bodega Emilio Moro tampoco se queda atrás con respecto a las anteriores. El precio de su visita más completa es bastante más alto que el resto, concretamente, 180 euros, pero lo cierto es que esta ofrece una experiencia de cuatro horas y media en la que, además de conocer los orígenes de la bodega viajando al merendero de Sanchomartín y visitando la bodega como tal, sus clientes también podrán disfrutar de una cata de seis vinos y de un menú especial.
Sin embargo, la bodega cuenta con otras opciones más económicas que también permiten conocer la historia de este icónico productor.
Las bodegas Arzuaga albergan múltiples actividades de ocio relacionadas con el enoturismo entre las que destacan un taller de cata de dos horas y media de duración que permite acercarse al conocimiento del mundo del vino "de una forma amena y personal" por 79 euros, un taller de iniciación a la cata que incluye la degustación de tres tipos de vino diferentes acompañados de tres tapas gastronómicas, y una visita a los viñedos y a la bodega a la que se suma una degustación de tres vinos con un ligero aperitivo por tan solo 29 euros.
Por su parte, Abadía Retuerta, considerada otra de las bodegas más destacadas de la Ribera del Duero dispone de tres experiencias únicas: una visita premium valorada en 60 euros por persona que incluye un recorrido por la finca, una visita a la sala de elaboración y de barricas, y una cata comentada de tres vinos; una visita y cata Winemaker´s Collection, que incluye todo lo anterior con la diferencia de que en esta propuesta los vinos pertenecen a la colección Winemaker´s y por un precio de 80 euros; y una inmersión enológica de 170 euros que suma un aperitivo campero basado en productos de la tierra y una parada en el huerto biodinámico de la finca a lo ofrecido en la primera experiencia.
¿Dónde comer?
Muchas de las personas que se deciden a disfrutar de una cata de vinos también aprovechan la especial ocasión para dar un homenaje a su paladar con una experiencia gastronómica de primera categoría poco común en el día a día.
Lo mejor de todo es que los mejores restaurantes de la milla de oro de la Ribera del Duero se encuentran dentro de las bodegas anteriormente citadas.
Es el caso, del Refectorio de Abadía Retuerta, un restaurante dirigido por el chef Marc Segarra, situado en un monasterio del siglo XII y rodeado de espacios naturales, bodegas y viñedos, que cuenta con una Estrella Michelín, una Estrella Verde Michelín y dos Soles Repsol, y que ofrece una carta clásica a la vez que vanguardista.
Lo mismo ocurre en las bodegas Arzuaga, donde habita el Taller, el gran proyecto gastronómico del chef Víctor Gutiérrez.
Le avalan una Estrella Michelín y un Sol Repsol, y se caracteriza por una cocina castellana basada en los productos de la tierra y en la caza de la finca.
Otra muy buena opción es el restaurante Ambivium, situado en las bodegas Pago de Carraovejas, también visitables.
El chef Cristóbal Muñoz le ha hecho ganar a este museo gastronómico nada más y nada menos que una Estrella Michelín, una Estrella Verde Michelín y Dos Soles Repsol.
Ahora bien, si hay quien prefiere cambiar de entorno y disfrutar de la comida en un enclave diferente al de la cata, siempre puede apostar por Origen-es, regentado por el chef David Pérez y considerado uno de los mejores restaurantes de la milla de oro de la Ribera del Duero, según la Guía Repsol.
Una opción algo más económica que las anteriores, pero no por ello menos excepcional, es el Restaurante Asador Molino de Palacios, un antiguo molino harinero del siglo XVI construido sobre el río Duratón a la altura de Peñafiel, hoy convertido en un mesón donde el lechazo en adobe cocinado en su prestigioso horno de leña es el gran protagonista.
Una noche de ensueño en un hotel de excepción
Añadir a tu estancia en la Ribera del Duero un extra de magia, comodidad y perfección, y convertirla en una experiencia verdaderamente inmejorable es tarea fácil. Bastará con reservar en alguno de los históricos y excepcionales hoteles que se encuentran por la zona, alojamientos de cinco y cuatro estrellas habilitados en abadías, monasterios y fincas rústicas, consideradas patrimonio histórico y donde el lujo y el trato personalizado son las máximas de cada uno de ellos.
El Hotel & Spa Abadía Retuerta garantiza una estancia inolvidable gracias a su entorno, el aroma de sus viñedos y el aire puro que se puede respirar en cada uno de sus rincones. Tiene cinco estrellas y se encuentra en Sardón de Duero.
Nada tiene que envidiar al anterior el Hotel & Spa Arzuaga, otra muy buena opción para aquellos que buscan relax y desconexión en un entorno rural capaz de enamorar hasta a los más urbanitas. También cuenta con cinco estrellas y se ubica en el municipio vallisoletano de Quintanilla de Onésimo. Ambos ofrecen a sus clientes el pack completo de cata, visita a la bodega, experiencia gastronómica y hospedaje.
En este mismo pueblo podemos encontrar otro de los mejores hoteles de la zona, el Fuente Aceña Hotel Boutique. Este dispone de una estrella menos que los anteriores, pero lo cierto es que la calma y la intimidad también están aseguradas en todas y cada una de sus estancias.
A la hora de hablar de los mejores alojamientos de la milla de oro de la Ribera del Duero no podemos dejar de mencionar el Castilla Termal Monasterio de Valbuena, un complejo de cinco estrellas ubicado en Valbuena de Duero al que no le falta detalle y convertido en un lugar de confianza para muchos famosos españoles, entre los que se encuentra el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, quien contrajo matrimonio con Teresa Silvestre hace apenas dos meses en este idílico y majestuoso lugar.
La particularidad del AF Pesquera, otro de los complejos que ofrece experiencias tan completas como las de los anteriores, y lo que realmente le hace tan único y atractivo, es que yace sobre una antigua harinera de 1.922.
Se encuentra a los pies del Castillo de Peñafiel y, con ello, del Museo Provincial del Vino, tiene cuatro estrellas y ha sido uno de los hoteles de Booking mejor valorados por los viajeros en el año 2018.