Millones de turistas visitan cada año Castilla y León. Este territorio de interior ofrece parajes, monumentos, un rico patrimonio cultural y una gastronomía envidiable que embelesa a todos aquellos que llegan a sus municipios. Es habitual que en esta región se busque la tranquilidad y el sosiego que dan sus pequeños rincones, sus coquetas ciudades y los miles de kilómetros de paisajes de inigualable riqueza natural.

No en vano, las nueve provincias de Castilla y León pueden presumir de ofrecer toda una variedad de escenarios, desde los más montañosos, páramos o los literarios campos sobre los que escribía Antonio Machado. De norte a sur y de este a oeste, esta Comunidad tiene infinidad de opciones para obtener un recuerdo imborrable.

En ese ansiado recuerdo al que asirse en épocas de estrés, EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha encontrado el lugar perfecto para guardar en el recuerdo una puesta de sol única para todo el año. Y resulta que este se puede disfrutar en lo que hace 2.000 años fue un desastre medioambiental provocado por la mano del hombre. Hablamos del yacimiento de Las Médulas en la provincia de León.

Pero no lo decimos nosotros. En el año 2020, la prestigiosa revista de viajes Condé Nast Traveler lanzó una votación nacional para elegir la mejor puesta de sol de España y este inigualable yacimiento minero obtuvo el segundo puesto, solo por detrás de la famosa plaza de La Caleta en Cádiz. 

Hoy, Las Médulas son uno de los mayores atractivos turísticos de Castilla y León y un testimonio del ingenio y la ambición del Imperio romano. Las Médulas fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en 1996 y un año más tarde, en 1997, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Un pasado de oro y destrucción

Las Médulas representan la mayor mina de oro a cielo abierto de la antigua Roma, una obra de ingeniería y explotación que, durante 200 años, transformó radicalmente el paisaje berciano. En el Parque Natural de Las Médulas, la tierra rojiza, alterada por la minería romana, se mezcla con los ancestrales bosques de robles y castaños. Estos bosques cambian de color con las estaciones, añadiendo una belleza natural a lo que fue un escenario de devastación medioambiental.

Precisamente es este particular color rojo, contrastado con los verdes árboles autóctonos de la zona y las zonas montañosas bercianas, lo que hace que a la caída del sol, se nos presente un atardecer absolutamente maravilloso. No cabe duda que la subida hasta la parte más alta de este sistema rocoso merezca la pena.

Las Médulas Anual Wikipedia

Sobre su interesante historia, es importante resaltar que antes de la llegada de los romanos, los astures ya explotaban el yacimiento para extraer oro. Sin embargo, fue la conquista romana, que se completó entre los años 19 a. C. y 26 a. C., la que convirtió este lugar en un inmenso complejo minero.

Los romanos desarrollaron un sofisticado sistema hidráulico para lavar la tierra y obtener el preciado metal. Este sistema incluía una vasta red de canales que transportaban agua desde las montañas circundantes hasta el yacimiento.

El historiador romano Plinio el Viejo aseguró que en Las Médulas trabajaban 60.000 personas. Sin embargo, investigaciones contemporáneas sugieren que la cifra real se acercaría a los 20.000 obreros, lo que sigue siendo una cantidad impresionante para la época. Estos trabajadores excavaban galerías que podían alcanzar hasta 100 metros de profundidad en busca de oro.

Transformación paisajística

La explotación minera finalizó en el siglo III, cuando las reservas de oro se agotaron. A partir de ese momento, la naturaleza comenzó a recuperar el terreno perdido. La vegetación y la fauna autóctonas volvieron a colonizar la zona, transformando el paisaje en un paraje único que hoy atrae a visitantes de todo el mundo.

Hoy, los turistas que visitan Las Médulas pueden explorar este paisaje y descubrir las huellas de la antigua actividad minera. Con la ayuda de guías, se pueden recorrer los canales de agua excavados por los romanos y las cuevas donde se encontraba el oro. Además, es posible observar las marcas dejadas por los picos de los mineros en las paredes de las galerías.

Visitantes en Las Médulas, León César Sánchez Ical

Las Médulas son un testimonio vivo del pasado minero de León. A pesar de los más de dos mil años que han pasado desde la civilización romana, es fácil imaginar el bullicio y la actividad frenética que alguna vez caracterizó a este lugar al recorrer sus enormes galerías. Este pasado se convierte en presente para los miles de visitantes que, provenientes de todas las provincias de Castilla y León, de España y del extranjero, acuden a redescubrir esta fascinante parte de nuestra historia.

¿Qué ver en Las Médulas?

Una de las principales atracciones para los visitantes es el mirador de Orellán. Situado a gran altura de este paraje natural. Este mirador ofrece una vista impresionante de la antigua mina, permitiendo apreciar la magnitud de la explotación romana.

Desde aquí se puede acceder a las antiguas galerías, que ofrecen un recorrido de unos cien metros hasta un balcón que se abre en un corte vertical de la montaña, uno de los puntos más fascinantes del recorrido.

Las Médulas César Sánchez Ical

El recorrido por Las Médulas es una experiencia que se te quedará para siempre en la retina. Sitios como La Cuevona o La Encantada son paradas obligatorias durante la visita a este parque natural que permiten a los visitantes sumergirse en la historia y la cultura romana.

La Casa del Parque de Las Médulas, ubicada en el municipio de Carucedo, ofrece información detallada sobre el yacimiento y las áreas de interés. Además, localidades cercanas como Borrenes, Las Médulas y Puente de Domingo Flórez reciben a los turistas interesados en explorar esta antigua mina.