Zamora, un destino escogido por muchos por el encanto que guarda en todos sus rincones. Uno de sus pueblos con más bellos comparte una gran peculiaridad. Se trata de una localidad escondida al lado de un río, a cada lado de este, se habla un idioma distinto.

Una separación entre el español y el portugués, que comparte tradiciones y costumbres, ideal para una escapada. Se trata de Rihonor de Castilla y  Rio de Onor de Portugal.

Este pueblo está rodeado de maravillosos parajes naturales, perfectos para una buena fotografía. Adentrándose en su interior se pueden ver sus casas, que cuentan con una arquitectura popular repleta de balcones de madera y sus tejados de pizarra.

Esta localidad fronteriza a Portugal destaca por su puente, un enclave que no puede faltar en a vistita, donde se ve la marca fronteriza entre estos pueblos. Por otro lado, su iglesia de Santa Marina, que tiene su origen en el siglo XII, se encuentra en lo más alto del pueblo.

Un pueblo, dos países

Esta localidad entraña una pequeña particularidad que le hace única en toda la península ibérica. Forma unidad con el pueblo Rio de Onor, en Portugal. Y, aunque realmente ambos pueblos son sólo uno, está dividido artificialmente por una línea fronteriza.

Esta singularidad hace que a ambos lados se hable un idioma distinto, el español y el portugués, pero muy influenciados a su vez por una lengua autóctona. Se trata de un dialecto del leonés, el casi extinto rihonorés.

Por otro lado, ambas partes son denominadas por los rihonorenses como 'povo de cima', para la zona española, que viene a decir pueblo de arriba; y 'povo de abaixo' para la portuguesa, que se refiere a pueblo de abajo.

Una localidad histórica

Cuando los reyes del reino de León llevaron a cabo durante la Edad Media un proceso de repoblación en Sanabria, Rihonor quedó integrado al mismo.

Una vez que Portugal tomó la independencia de este reino en el año 1143, la localidad se vio afectada por la situación geográfica en la que se encontraba, además, los conflictos entre los territorios españoles y portugueses por ese control de frontera propició que se estableciera la situación a principios del siglo XIII.

Con la llegada de la Edad Moderna, esta localidad pasó a formar parte de las tierras del Conde de Benavente y, también en la receptoría de Sanabria.

En 1833, tras la reestructuración de las provincias y fijarse las que existen en la actualidad, la localidad de Rihonor pasó a formar parte de Zamora.

Cerca de 1850 se integró en el término municipal de Pedralba de la Pradería, como permanece hoy en día.

Tranquilidad y gastronomía propia

En un paseo se puede retroceder una hora en el tiempo sin darse apenas cuenta, según se cruza el puente de piedra del río Comtensa, a orillas del río de Onor, línea fronteriza en la localidad.

Un puente que une ambos países y que quizá sea uno de los puentes internacionales más pequeños en todo el mundo, con sólo 3,20 metros de longitud.

Son muchos los que buscan poder pasear y buscar la tranquilidad, y este pueblo es idóneo para ello, ya que el sonido fresco del río y la vida silenciosa que se desprende en la localidad lo hace perfecto para desconectar.

Y aunque no haya grandes restaurantes o sitios esplendorosos para saciar el apetito, Rio Honor cuenta con un pequeño bar que la asociación cultural comparte con los curiosos que se acercan a visitarlo.

Entre su exquisita gastronomía, el plato estrella es, sin duda, sus quesos de cabra y, como allí los denominan, las alheiras transmontanas, que se trata de unos embutidos tradicionales con diversas carnes.

Ambos, se degustan también con las bolas, unos panes de gran tamaño rellenos de tocino y chorizo.

Cómo llegar

Esta localidad se encuentra a tan sólo una hora y 36 minutos de Zamora capital, pudiendo tomar la ZA-912 o la A-52, entre otras rutas. Se sitúa en el norte de la sierra de la Culebra.

También, está a unos 22 kilómetros de Braganza. Por lo que su camino no es muy largo. Si se viene desde más lejos está a algo más de tres horas y media de Madrid.