La cocina tradicional zamorana se escribe con mayúsculas gracias a la calidad de sus ingredientes. Las legumbres propias de la tierra, el garbanzo y la lenteja, constituyen la materia prima más valiosa sobre la que elaborar deliciosos guisos de cuchara, y son una de las enseñas de los Alimentos de Zamora, la marca creada por la Diputación Provincial para potenciar y amparar los alimentos singulares de esta tierra.
La fama del Garbanzo de Fuentesaúco no es una última moda. En el siglo XVI los garbanzos de Fuentesaúco llegaron a gozar de protección real y se vendían en la Corte de manera habitual. Y el Siglo de Oro, el universal escritor Francisco de Quevedo elogiaba esta legumbre en una carta fechada en 1639: «ya sabe vuestra merced que son mi mejor golosina», la mejor crítica gastronómica a estas tiernas perlas cremosas, mantecosas y de agradable sabor cuyo cultivo llegó a la comarca a través de la colonización romana. Con el Garbanzo de Fuentesaúco se elaboran los mejores cocidos, ya que además de permanecer íntegro tras la cocción, su piel es blanda y suave.
Su cultivo se extiende por toda la zona Sur del Duero de la provincia de Zamora, no sólo en Fuentesaúco sino también en numerosos pueblos de la comarca de la Guareña.
Desde 1996 el Garbanzo de Fuentesaúco cuenta con Indicación Geográfica Protegida, una figura de calidad que reconoce y avala la singularidad de este garbanzo, de fama mundial, y desde 2002 su Consejo Regulador no solo certifica el garbanzo en seco, sino también en las nuevas modalidades de precocidad y cocinado. Así que hay excusas para no disfrutar de un buen plato de garbanzos de Fuentesaúco, cocinándolo con amor a fuego lento o listo para tomar.
Elaboradores
Alvarez Legumbres, S.L.
Cooperativa los Zamoranos
Agroalimentaria de la Guareña S.L.
Legumbres Montes, S.L.
Hijo de Macario Marcos,S.L.
J.Pedraz, S.C.
Legumer Precocinados, S.L.
La lenteja pardina, un placer fino para el paladar lleno de nutrientes
Su prima hermana, la lenteja, se cultiva desde la antigüedad en la Tierra de Campos que se extiende por las provincias de Zamora, Valladolid, Palencia y León, y forma parte de la dieta tradicional desde tiempos inmemoriales, gracias a su gran valor nutritivo, lleno de fibra, y su exquisto sabor. Las humildes lentejas restituyen a la tierra sus valiosos nutrientes aprovechando el barbecho que alterna con el cultivo de cereales y otras leguminosas, y se producen en suelos libres de contaminación. Maduran con lentitud en un clima que alterna entre el frío de la noche y las temperaturas y el sol suaves de mediodía. La lenteja pardina debe su nombre al color pardo marrón con puntos negros que la caracterizan. Su pequeño tamaño permite una rápida cocción, y que no pierda la cubierta al ser cocinada, y resulta muy final al paladar.
Asimismo, la lenteja pardina de Tierra de Campos está amparada por la Indicación Geográfica Protegida y cuenta con un Consejo Regulador que se encarga de velar porque se cumplan las características de estas legumbres, al tiempo que fomenta y controla la calidad del producto.
Envasadores
Cereales y Leguminosas del Cea, COCOCEA
Legumbres El Trillo
Legumbres Arconada
Legumbres La Asturiana - Seprolesa
Legumbres La Auténtica S.L.
Legumbres Luengo S.A.
Legumbres Penelas
Vegas Bañezanas