Las tapas son todo un símbolo de la identidad española. No hay nada que represente más al país que eso. Y es que no hay ciudad que se libre de tener cientos de bares por sus calles, con unas terrazas maravillosas para disfrutar de la ciudad y sus vistas y, por supuesto, de la deliciosa gastronomía que hay en cada Comunidad.
Vayas por donde vayas, es muy fácil encontrarte con un sitio único. Desde la revista Condé Nast Traveler han realizado una lista con las calles de tapeo más famosas de España y hay varias de Castilla y León.
Unos sitios exclusivos donde degustar una buena ración, un pincho deluxe o una tapa. Independientemente de cómo se llame en cada lugar. Pero ¿cuáles son los mejores lugares de la Comunidad para saborear su gastronomía?
El primero de ellos es la Calle de San Segundo, en Ávila. Se ubica junto a la puerta de la muralla de la Catedral o Puerta del Peso de la Harina. Allí brilla con fuerza La Bodeguita de San Segundo, un lugar muy especial para los amantes del vino y la carne de Ávila. Parada irresistible.
También recomiendan el Alavirulé Trastienda-Bar donde en el menú del día se puede encontrar un churrasco como un filete de Avileña, por si con una tapa no sacias tu hambre. Otro de los puntos más famosos de la ciudad es el Caramel, ubicado también en esta calle donde la gastronomía es un gran fuerte.
El segundo de los destinos es León, como no podía ser de otra forma. Y es que si hay una ciudad que destaque por encima del resto en cuanto a las tapas es esta. El templo de la morcilla es La Bicha, en el barrio Húmedo, donde Paco lleva alimentando a miles de personas desde 1977. Una tapa que se prepara sobre una plancha al otro lado de la barra.
Una plaza donde hay muchos bares para saborear la exquisitez de León. Uno de los más llamativos es El Rebote y sus croquetas. Pero también Entrepeñas con su embutido tradicional o Los Cazurros con sus patatas con queso Valdeón. Además, cabe destacar que, por norma general, en todos los establecimientos te ponen la tapa gratuita con la consumición, a diferencia de otras provincias de la Comunidad donde debes abonarla.
En Condé Nast Traveler también recomiendan especialmente el barrio Romántico de León y, en concreto, la calle Cervantes para degustar los deliciosos nachos con Carne del Clandestino, el picadillo de la Trébere o el cono de foie de la Vermutería.
El buen sabor de Castilla y León no acaba ahí. Porque entre las más famosas del país también se ha colado la Plaza Mayor de Zamora. Aquí han destacado la calle de Alfonso de Castro, la Plaza Mayor y la calle de los Herreros. Buenos precios y buen producto, mejor combinación imposible. La tapa de día en la Cervecería de la Plaza Mayor es todo un clásico y la tosta de morcilla o solomillo en el Metro Zamora tampoco puede faltar.
Una ruta gastronómica que nos dirige hasta Salamanca y, en concreto, a la calle Van Dyck. Un espacio único con mucha historia y belleza. El local Café Chinitas es un referente, así como El Minutejo o Rufo's, ambos conocidos por sus montaditos y el buen precio que tienen.
En el caso de Burgos, es un delito marcharse sin probar su deliciosa y típica morcilla. La Calle Sombrerería es perfecta para ello y está siempre repleta de personas que degustan unas ricas tapas o que se sientan a comer y cenar tranquilamente. El pincho de morcilla, la 'alpargata' de jamón o el pincho de erizo y de bacalao al pil pil son algunos de sus grandes clásicos.
Poniendo la vista en Soria, la plaza Ramón Benito es el lugar perfecto para tapear por su ambiente animado y la excelente ubicación que tiene. Las tapas suelen ser tradicionales como las chistorras y torreznos del bar Herradores o las croquetas de El Apolonia. Un establecimiento que merece una visita aunque solo sea para contemplar su magnífica historia. En este lugar, que también es hotel, hay versos de los poetas que pasaron por estas Tierras de Castilla como es el caso de Antonio Machado, Gerardo Diego y Gustavo Adolfo Bécquer.
Finalmente, este recorrido por la Comunidad termina en la Plaza Coca de Valladolid. Un sitio donde la gastronomía es espectacular y su comida no deja indiferente a nadie. Una zona donde los bares no faltan y se puede saborear algunos de sus especiales manjares culinarios como el tradicional lechazo, las croquetas de El Corcho o algún pincho en miniatura de El Jero. A diferencia de otras ciudades, aquí no hay nada gratuito, sino que lo debes abonar.