Desde la roca más recia hasta las estilizadas torres, coronadas con ídolos de toda índole, pasando por las más recargadas volutas, se guardan las catedrales más simbólicas de Castilla y León, en un ejercicio de memoria arquitectónica con siglos de historia, donde justas, consagraciones, coronaciones y fechas para los más ajados libros tuvieron lugar. Repartidas por todas y cada una de las nueve provincias de la región, son un imán para la visita del amante de lo desconocido, sea o no fiel a algún credo, y, para comprobarlo, basta con conocer algunos de los hechos y curiosidades más destacados que recogen sus muros, vidrieras y tapices.