Este municipio de la Montaña Palentina, declarado Bien de Interés Cultural en 1983, es buena muestra de las maravillas de la naturaleza. Sus rutas de senderismo son una oportunidad fantástica para embarcarse con los más pequeños de la casa, dado que no suponen un gran esfuerzo físico. Entre multitud de opciones, destacamos tres que a buen seguro cumplirán tus expectativas: Tejeda de Tosande, Senda del Oso y Roblón de Estalaya.
Comenzamos el recorrido en el embalse de Requejada, a poca distancia del pueblo de Vañes. Una ruta que desembocará en el magnífico Roblón de Estalaya, el roble albar más grande y longevo del Parque Natural Montaña Palentina con 800 años de vida. Se le conoce popularmente como ‘El Abuelo’, tiene una altura de 12 metros y un perímetro de 10,6 metros en la base. Además, está incluido en el Catálogo de los Árboles Notables de Castilla y León.
Este recorrido circular de 4,5 kilómetros tiene su punto de partida en el aparcamiento que conduce a San Felices de Castillería que nos llevará por un camino ancho sin dificultad. Nos recibirá un impresionante bosque de hayas y robles.
El camino continuará por varias rampas y, tras el esfuerzo, espera la recompensa de descubrir a ‘El Abuelo’, rodeado de una pasarela que nos permitirá admirarlo en toda su plenitud. Tras disfrutar del mismo, regresaremos al inicio de la ruta, pero no sin antes deleitarnos con las bellas panorámicas del embalse de Requejada y Vañes.
En el siguiente recorrido, de algo más de 12 kilómetros, podremos disfrutar, al son del Pisuerga, de unos magníficos bosques de ribera. La Senda del Oso parte desde Cervera de Pisuerga y nos llevará hasta Arbejal, un antiguo señorío de la Orden de Malta donde poder empaparnos de buenos ejemplos de arquitectura rural de montaña.
Justo a la vuelta de este recorrido circular, podremos disfrutar de una antigua cantera donde descansar y que, curiosamente, perteneció a Villanueva, uno de los pueblos sepultados bajo las aguas del embalse de Requejada. Una ruta que nos permitirá observar casi todas las cumbres de la asombrosa Montaña Palentina: el Macizo de Curavacas, La Peña y la Sierra de Peña Labra.
Ponemos punto final con Tejeda de Tosande, otro recorrido circular, esta vez de 10,5 kilómetros. Un hayedo excepcional nos recibirá al poco de iniciar nuestro camino y cuando culminemos nuestro ascenso nos maravillarán los ejemplares de tejo de 1,5 metros de diámetro y con edades cercanas al milenio.
En la cumbre de nuestro itinerario podremos descansar en un mirador donde tomar un respiro antes de iniciar el descenso hasta el Valle de Tosande, desde donde partimos al comienzo. Fauna y flora nos conquistarán con estas tres rutas de senderos donde la familia al completo disfrutará de un enclave mágico con Cervera de Pisuerga y la Montaña Palentina como protagonistas.