La pasarela china inaugurada en el parque de Shiniuzhai (suroeste del país) antes tenía la cubierta de madera, pero al cambiarla integralmente por vidrio transparente se ha convertido en una atracción no apta para cardiacos. Salva una altura máxima de 180 metros, aproximadamente lo que mide Torrespaña, en Madrid.
El uso del vidrio como material para la cubierta de pasarelas peatonales recuerda, casi inevitablemente, a algunas de las obras más polémicas firmadas por el ingeniero español Santiago Calatrava. Tal es el caso del puente Zubizuri sobre la ría de Bilbao, cuya cubierta de cristal resultó muy resbaladiza -tuvieron que colocarse bandas adhesivas antideslizantes- y, en ocasiones, demasiado frágil.
Otra obra polémica por el uso del vidrio fue el Puente de la Constitución en Venecia, también muy resbaladizo por idénticas razones que en Bilbao: la combinación entre una superficie muy pulida y la gran humedad ambiental. Por último, otro ejemplo, también de Calatrava, es el de la pasarela de Jorge Mantique en Murcia, sobre el río Segura. El cristal de su pavimento provocó tantas caídas que el Ayuntamiento terminó colocando una moqueta sobre él.
El profesor Antonio Martínez Cutillas, de la Escuela de Ingeniería de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid, reconoce que el uso del vidrio "no es habitual" pero considera importante el contexto: "En la pasarela de Shiniuzhai han puesto un vidrio en la parte del suelo porque realmente buscan un efecto de transparencia para que el visitante pueda contemplar el valle", remarca.
"Ningún problema, pero caro"
Martínez Cotillas sostiene que "desde el punto de vista estructural no hay ningún problema en el uso del vidrio para la cubierta de un puente". Este experto señala que puede pasar que el suelo resulte resbaladizo, aunque también reconoce que este problema puede solucionarse "buscando texturas y propiedades adecuadas para su uso".
Pero ¿puede convertirse una superficie transparente, como el vidrio pulido, en un firme antideslizante? Este ingeniero reconoce que "dicha propiedad va en contra del pulido y la transparencia, pero se pueden buscar términos intermedios". "Dada la experiencia fallida con el comportamiento en usos públicos de este material, creo que es cuestión de intentar utilizar resinas o pinturas que aporten propiedades antideslizantes sin ocultar totalmente la transparencia buscada", apunta este experto en puentes.
El vidrio es un mundo en sí, uno puede buscar unas determinadas propiedades en él
El vidrio no es necesariamente frágil. "Tecnológicamente se ha avanzado mucho", apunta este ingeniero, que añade: "Este material es un mundo en sí, uno puede buscar unas determinadas propiedades en él, pero evidentemente hay que probarlas primero".
Este elemento, por tanto, puede ser suficientemente resistente y razonablemente antideslizante sin perder mucha de su transparencia. ¿Es una buena idea usarlo como cubierta de un puente o pasarela? "Digamos que es una idea cara porque hay que buscar una serie de propiedades concretas, pero en el ejemplo de una pasarela turística que ofrece una panorámica lo que se pretende es ofrecer una serie de sensaciones nuevas para el usuario, hay ya una intencionalidad y puede valer perfectamente", sostiene el experto.
La atracción turística
Un equipo de 11 ingenieros ha trabajado durante las últimas semanas en la colocación del suelo de vidrio de la pasarela de Shiniuzhai, en donde también han instalado nuevos cables y elementos de sujección de acero, informa el diario South China Morning Post. Los paneles dobles de cristal que forman la cubierta del puente tienen 24 milímetros de grosor.
Los responsables de esta obra se muestran tranquilos. "No importa si los turistas saltan en el puente, aguantará", ha declarado uno de los ingenieros del proyecto al diario británico Daily Mail. "La estructura de acero es increíblemente densa por lo que incluso si el vidrio se rompe, los visitantes no se van a caer", comenta.
Existen varias atracciones similares en distintos lugares del mundo, estructuras transparentes suspendidas sobre alturas de vértigo para quienes tengan el valor de cruzarlas. En China existen otras similares a la recién inaugurada, no tan largas pero a mucha mayor altura. Por ejemplo, el camino acristalado junto a un acantilado en el parque nacional Molmt Baishishan, a nada menos que 1.900 metros sobre el nivel del mar, o la pasarela del parque geológico Longgang en Yunyang, suspendida a 718 metros.
Otras atracciones similares fuera de China son el Skywalk del Cañon del Colorado en EEUU, el mirador The Sky Deck de la Torre Willis en Chicago -con susto incluido al quebrarse un panel en 2014 - o el cubo de cristal cerca de Chamonix, en los Alpes franceses, que proporciona una espectacular vista del Mont Blank a 3.842 metros sobre el nivel del mar.