A lo largo de esta semana escribimos a Alan Stern, investigador principal del programa New Horizons de la NASA que hace unas semanas sobrevoló Plutón y su principal satélite, Caronte, para hacerle algunas preguntas acerca de los primeros resultados científicos publicados.
En una de las imágenes del estudio, aparecían sendas imágenes del planeta enano y su luna con diferentes regiones, bautizadas con nombres extraídos de Star Wars, El Señor de los Anillos, Doctor Who o Alien, entre otros.
Región Cthulhu, Mácula de Mordor, cráteres de Spock, Ripley, Vader o Skywalker... ¿Hay algo de afición a la ciencia ficción y la literatura fantástica entre los miembros de su equipo, señor Stern? "¡Está usted en lo cierto!", contestó.
Hasta el propio William Shatner, quien interpretaba en Star Trek al Capitán Kirk, declaró este verano a Mashable estar emocionado por que un cráter de Caronte se llame Kirk: "Es un honor que a un personaje que ayudaste a crear se le dé tan alto reconocimiento".
Sin embargo, había algo sospechoso: en el estudio de Science, y junto a esta ilustración, aparecía la leyenda "mapa con nombres informales".
La tarea de nombrar oficialmente a los cuerpos espaciales corresponde a la Unión Astronómica Internacional (UAI). Fueron ellos, precisamente, quienes en 2006 decidieron rebajar a Plutón de la categoría de planeta para considerarlo un planeta enano o plutoide. De hecho, Stern fue entonces uno de los científicos más críticos con esta decisión: "Siento vergüenza por la astronomía; han votado menos de un 5% de astrónomos del mundo".
Un viejo conflicto
Su director de comunicación, Lars Lindberg Christensen, confirma a EL ESPAÑOL que "actualmente, no existen nombres oficiales de las partes de Plutón y sus lunas". A día de ayer, los responsables de la misión de la NASA no habían remitido aún sus propuestas a la UAI, "a pesar de haber sido emplazados a hacerlo", dice Christensen.
Hace días, por ejemplo, el Grupo de Trabajo para la Nomenclatura de Sistemas Planetarios (WGPSN) aprobó llamar "Kerouac" a un nuevo cráter descubierto en Mercurio. El nombre no es aleatorio, ya que según estas categorías de nomenclatura, todo nuevo cráter hallado en este planeta debe corresponder a "artistas, músicos, pintores o autores fallecidos que hayan hecho una contribución fundamental a su campo".
Si el mismo cráter se hubiese descubierto en Venus, habría que bautizarlo con el nombre de "mujeres fallecidas que hayan hecho contribuciones sobresalientes en su campo" si mide más de 20 kilómetros o "nombres comunes de mujeres" si es más pequeño. Las directrices sobre nomenclaturas en Plutón, por ejemplo, fueron publicadas en marzo de este año.
Consultamos a Rita M. Schulz, miembro de la Agencia Espacial Europea que dirige este grupo de nombradores de cuerpos celestes, acerca de este conflicto burocrático que tiene a los topónimos de Plutón y Caronte en estado provisional, escritos, pero a lápiz. "Siempre que una o más características de cualquier planeta, planeta enano, luna o cuerpo necesita recibir un nombre porque se ha escrito un artículo científico sobre ellos, puede remitirse una propuesta de nomenclatura al WGPSN, que normalmente no suele tardar más de tres semanas en ser satisfecha".
La ilustración de Science contenía todo lo necesario para nombrar oficialmente las regiones, fosas y cráteres de Plutón y Caronte. A saber: una fotografía que muestre claramente su forma y límites, para que los geólogos del UAI puedan determinar que algo, efectivamente, es un cráter y no otro tipo de depresión.
"Por desgracia, el equipo del New Horizons no ha enviado aún una propuesta formal para nombrar estos accidentes geográficos", dice Schulz. "Por tanto, aunque algunos nombres han estado flotando por ahí, la UAI no sabe ahora mismo si alguno de ellos acabará siendo un nombre formal".
Volvimos a hablar con Stern para conocer los motivos del retraso. El científico se lo tomó con calma: "Creo que cuando vayamos a la UAI todo estará bien", y alude a que aún no han llegado a la Tierra todos los datos de mapeo. "Estamos esperando eso primero"
Todo está en el aire
¿Acabaremos teniendo, por tanto, un abismo Nostromo en Caronte o una planicie Sputnik en Plutón? Según la astrónoma de la ESA, "cuando recibamos la propuesta, comenzaremos el procedimiento habitual para ver si los descriptores son correctos y los nombres están en línea con las reglas del UAI".
No obstante, Schulz advierte: "Tenemos una responsabilidad con el futuro, hemos de asegurarnos de que en unas cuantas generaciones no habrá alguien diciendo 'cómo pudieron ponerle a estos accidentes un nombre de algo o alguien que nadie conoce'". "Por tanto, si el equipo del New Horizons propone nombres de series americanas y películas de Hollywood, nuestro comité tendrá que tomar la decisión de si vemos las películas de Hollywood o la TV como una fuente fiable", concluye.
Se avecina, al parecer, un tira y afloja legal entre Stern, la NASA y la UAI por el bautizo de una serie de trozos rocosos e inertes ubicados a 4.930 millones de kilómetros de nuestro planeta. El ser humano es extraordinario.