El primer mamut que nos comimos en Siberia
Los humanos colonizaron el Ártico diez milenios antes de lo que se pensaba previamente. La revelación llega de los restos de un mamut con heridas de arma blanca.
15 enero, 2016 01:09La teoría comúnmente aceptada es que los seres humanos colonizaron por primera vez latitudes árticas hace unos 35.000 años, en pleno Paleolítico. El hallazgo, aparecido en Nature en 2001, señalaba un asentamiento en Siberia conocido como Mamontovaya Kurya o, en español, La Curva del Mamut, como el primer lugar que pisaron nuestros antepasados tan al norte del planeta.
Pero de repente, otro mamut, encontrado semi-enterrado en las orillas del río Yenisé, a cientos de kilómetros al noreste, ha adelantado el reloj de la colonización casi 10.000 años. El hallazgo, publicado en Science, ha sido obra de Vladimir Pitulko, Alexei Tikhonov y otros investigadores rusos de primer nivel.
Un escolar llamado Evgeny Solinder encontró el mamut en 2012, entre unos sedimentos congelados del río. Hasta ahí, nada fuera de lo común, ya que era conocido que la zona fue ampliamente poblada por esta especie de la antigüedad. Lo sorprendente vino al analizar las lesiones de aquel mamut. "Los rayos X y las tomografías computerizadas muestran que la patología es el resultado de una herida penetrante causada por un arma afilada", escribieron los investigadores rusos. "Este trauma sólo pudo haber sido causado por un humano".
Nuria García, profesora en la Universidad Complutense que ha publicado varios trabajos sobre el rastro de los mamuts lanudos en la península ibérica, cuenta a EL ESPAÑOL que este trabajo cuenta con "una datación directa en la tibia de 44.570 años, y justo ese rango hace verosímil la idea, ya que esta región estaba entonces totalmente libre de glaciares, por lo que sería posible que los humanos hubiesen aprovechado la situación y llegado hasta allí".
La época en la que hay registrada una mayor densidad de mamuts es en torno a hace 45.000 años. "Nadie entra nunca a una zona helada, inhóspita y donde no hay nada", explica García, "por tanto, en estos lugares libres de glaciación tenía que haber comida para estos mamuts, y luego otros depredadores vinieron detrás, ya fueran humanos o leones", otros habituales de Siberia en aquella época.
Todo parece encajar en la hipótesis. El mamut era joven, cayó de costado al morir... y sin embargo, no hay armas ni se ha encontrado asentamiento alguno, lo que para la paleontóloga podría significar "un acto de carroñeo, ya que si no hay evidencias de un poblado o no se encuentran utensilios, uno piensa que podría tratarse de un pequeño grupo de cazadores que se acercaron a la zona como exploradores".
Por último, los investigadores rusos dejan en el último párrafo de su trabajo unas líneas inquietantes. "La temprana llegada de seres humanos al área cercana al puente de Beringia podría haber proporcionado una oportunidad a los humanos para entrar en el Nuevo Mundo antes del Último Máximo Glacial", la época donde las placas de hielo unían Eurasia y Norteamérica.
Se cree que los primeros humanos en cruzar este puente lo hicieron hace 24.000 años, pero este nuevo trabajo, además de despejar una incógnita, siembra esta otra.