En España se produce una media de 3.600 y 2.700 terremotos al año, aunque la gran mayoría de ellos no son percibidos, bien por su escasa magnitud o bien porque su centro es muy profundo. Analizamos con expertos qué ha sucedido hoy.
¿Qué ha pasado?
El terremoto, de magnitud 6.3, se produjo a las 5.22 horas del lunes. Tuvo lugar en una zona muy próxima a Alhucemas, cerca también de otro que se registró el pasado día 21 de enero, de magnitud 5.1.
Según José Manuel Martínez Solares, jefe del área de Geofísica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), comenta a EL ESPAÑOL que "ha habido muchos más, durante todo estos días se han dado réplicas más pequeñas que la gente no ha percibido pero que el IGN tiene registradas".
"La profundidad del terremoto, a unos 10 kilómetros, es lo normal en la corteza oceánica", añade este experto, que afirma que a medida que nos trasladamos al oeste, hacia el Estrecho de Gibraltar, sí que se producen terremotos a 80 y 100 kilómetros de profundidad.
"El último de esta magnitud en esta zona, fue el terremoto de Granada de 2010, pero fue un terremoto muy profundo, a 650 kilómetros de profundidad", comenta a EL ESPAÑOL Elisa Buforn, catedrática de Geofísica y Meteorología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
¿Es el Estrecho una zona propensa a los terremotos?
El sur de España es realmente una zona sísmicamente activa, confirman desde el IGN. Martínez Solares recuerda un terremoto de 6.3 en Alhucemas en 2004, con varias víctimas mortales, cuyo epicentro se situó en tierra, al suroeste de la ciudad.
Nos encontramos en una zona que, recuerda Buforn, "está en el límite de placas entre Eurasia y África". "Es la zona que llevamos estudiando 40 años", añade esta catedrática de la UCM.
Miguel Herráiz, investigador de Geofísica y Meteorología en la UCM, afirma que "las zonas con mayor peligro sísmico son Granada (prácticamente toda la provincia) y el área de Murcia-Alicante". "Todo el sureste español, desde Málaga hasta el sur de la provincia de Valencia, constituye una zona con peligrosidad sísmica moderada, pero que debe ser muy tenida en cuenta", añade, y apunta: "Otra región en la que la peligrosidad sísmica debe ser considerada aunque es menos importante, es el Pirineo, desde la zona este de Navarra hasta Gerona".
¿Cómo se mide?
La magnitud, afirma Martínez Solares, es una medida instrumental. "Cuando se detecta la onda sísmica en un sismógrafo, el resultado es parecido al de un electrocardiograma, dibuja una serie de ondas", explica. Lo que se hace es medir la amplitud máxima de la onda y el período de la misma. Para cada estación se hace un cálculo de una expresión logarítmica que es lo que nos dice la magnitud. De todas las estaciones se calcula el valor medio.
"Nuestro sistema automático primero hace un cálculo de la magnitud rápidamente, por eso la primera información en nuestra página web arrojaba un resultado de 5.6, pero lo hemos subido a un 6.3 después del recálculo de nuestros operadores", apunta este responsable desde el IGN, que añade que ambas mediciones no siguen exactamente la misma escala, por eso hay una pequeña variación.
¿Cuántos terremotos hay en España?
El pasado año se produjeron en la Península Ibérica 2.746 terremotos, de los que se pudieron sentir 285, según datos de la Red Sísmica Nacional (PDF). Existen estadisticas separadas para Canarias (PDF), al tratarse de una zona con importante actividad volcánica. Así, en las islas se produjeron el año pasado 340 terremotos, de los que 15 fueron sentidos por la población.
Año | Península Ibérica | Islas Canarias |
2010 | 3228 (Sentidos: 166) | 97 (Sentidos: 4) |
2011 | 3613 (Sentidos: 168) | 11982 (Sentidos: 279) |
2012 | 3691 (Sentidos: 256) | 4722 (Sentidos: 218) |
2013 | 4916 (Sentidos: 346) | 4781 (Sentidos: 166) |
2014 | 2851 (Sentidos: 187) | 940 (Sentidos: 8) |
2015 | 2746 (Sentidos: 285) | 340 (Sentidos: 1) |
Herráiz confirma a este diario que "en la Península Ibérica y su entorno más próximo (Cabo de San Vicente, Golfo de Cádiz y Mar de Alborán) se originan anualmente entre 30 y 35 sismos de magnitud superior a 3.0".
Desde IGN apuntan un factor clave: hay más terremotos detectados ahora porque la red de estaciones sísmicas ha ido creciendo, aunque las magnitudes máximas no se salen de unos limites (de menos de 2 a algo más de 6, PDF)
¿Se debe a un proceso extraordinario?
"No, se trata de un proceso normal, los esfuerzos se acumulan y cuando supera la resistencia de los materiales, estos se rompen, se libera energía y se producen terremotos", apunta Buforn.
Martínez Solares insiste en que la zona se sitúa entre las placas Eurasiática y Africana, que es donde se producen grandes terremotos, pero también se dan terremotos en Galicia, que está separada del borde de placas. "Las tensiones de la convergencia entre las dos placas también se pueden repartir dentro de una de ellas y de ahí los terremotos en otros lugares, como los Pirineos", apunta este experto.
¿Qué importancia tiene la profundidad del evento?
A igualdad de magnitud, cuanto más superficial es un seísmo más daños puede producir. El de Granada de marzo de 2010 fue de un tamaño similar pero mucho más profundo, y no produjo daños. Sin embargo, el mismo terremoto, a cuatro o cinco kilómetros de profundidad, puede afectar mucho más. Un ejemplo fue el que causó estragos en Lorca (Murcia) en 2011, que fue de magnitud 5,1 pero muy superficial y debajo de una ciudad.
¿Estamos preparados para un gran terremoto?
España tiene una norma sismorresistente por la cual existen unos requisitos que las edificaciones han de cumplir, por tanto desde el IGN entienden que sí. El propio organismo publica un mapa de peligrosidad sísmica que arquitectos e ingenieros tienen que tener en cuenta para desarrollar sus construcciones. "Lo importante no es tanto que un edificio aguante en pie, sino que no colapse y mate a sus habitantes", afirma Martínez Solares. Lo importante es salvar vidas.
También existen protocolos de actuación de Protección Civil en caso de que suceda un terremoto. En ese aspecto, hay una normativa. No obstante, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) denuncia en una nota que España sigue "sin actualizar la normativa sismorresistente", una de las medidas "más eficaces" para prevenir los daños causados por los terremotos.
Herráiz señala además una importante carencia en España, la falta de sistemas de alerta aplicados a servicios críticos: "Un caso importante es el tren de alta velocidad, que sigue careciendo de un sistema de alerta sísmico específico".
En cualquier caso, si lo que realmente queremos saber es si estamos preparados de forma suficiente, Buforn cree que "nunca se está preparado suficientemente".
¿Puede volver a temblar la tierra en el corto plazo?
Como ya se ha indicado, en 2004 hubo un terremoto muy similar a este en Alhucemas, y en 1994 otro más pequeño también en esta misma zona. "Lo que es verdad es que esta zona había estado muy quieta desde el punto de vista sísmico y a partir de 1994 se ha empezado a reactivar", comenta Buforn. Por su parte, el presidente del ICOG, Luis Suárez, sería algo "excepcional que hubiera un terremoto más grande".
Volverá a haber terremotos similares en la zona, dadas su características tectónicas
"No parece probable que las réplicas a este terremoto concreto sean importantes", afirma Herráiz, que añade: "Pero en la zona ha habido ya terremotos de magnitud similar en 1994 y 2004 y volverá a haberlos, dadas su características tectónicas".
¿Cuál es la probabilidad de que vuelva a suceder?
La zona ha vivido una semana de temblores, y nos preguntamos si se trata de sucesos concatenados. Según la catedrática de Geología, "los terremotos son sucesos independientes". "La predicción, hoy por hoy, no es la línea de investigación", apunta la experta, "sino que en lo que se está invirtiendo esfuerzos es en prevención, es decir, en estar bien preparados para que cuando ocurra un terremoto los daños que se produzcan sean mínimos".
Se trabaja pues más en prevención que en previsión, confirman desde el IGN. "La norma es precisamente una norma preventiva", apunta Martínez Solares, que afirma que se investiga mucho -especialmente se estudian los movimientos de la Falla de San Andrés en California- pero aún sin resultados. Aunque desde el punto de vista geológico da la impresión de que es un proceso que se puede modelizar, al final puede que el seísmo no se dé nunca o se produzca antes de lo previsto. Y añade: "Es lo triste de la sismología: sólo ha habido un caso de éxito en la predicción, en China en 1977, y desde entonces no se ha vuelto a poder predecir un gran terremoto".