El nuevo presidente de EEUU sigue destruyendo a golpe de decreto el legado de su antecesor en la Casa Blanca. Donald Trump ha firmado este martes dos órdenes ejecutivas para resucitar los polémicos proyectos de los oleoductos de Keystone XL y Dakota Access.
La construcción de estas infraestructuras era una de sus promesas electorales y fue descartada por la Administración Obama ante las críticas de los grupos ecologistas. El presidente demócrata adujo en 2015 que las más de 1.000 millas del futuro oleoducto de Keystone sólo servirían para que EEUU aumentara su dependencia energética del carbón.
La faraónica autopista del petróleo de Keystone transportaría hasta 800.000 barriles al día desde Canadá hasta el Golfo de Texas.
Los defensores de la naturaleza ya habían expresado su temor ante las políticas medioambientales que puede poner en marcha Donald Trump. En esta pieza se analiza al detalle el margen del nuevo inquilino de la Casa Blanca a la hora de cambiar las leyes en esta materia.