A pesar de que actualmente se tienen muchos conocimientos sobre el funcionamiento del metabolismo humano, más que en cualquier punto de la historia, la realidad es que desconocemos aún muchos aspectos del mismo. De hecho, la obesidad ha sido catalogada como una de las grandes -y más graves- epidemias de este siglo.
Por ello, descubrir un remedio para poder quemar la grasa corporal puede llegar a ser clave en los tratamientos de algunos individuos, aunque bien es cierto que las moléculas responsables también participan en otros procesos y activarlas demasiado o frenarlas podría ser contraproducente para nuestro organismo.
Científicos de la Universidad de Rutgers acaban de descubrir que la inhibición o eliminación de una enzima, la fosfatasa, podría jugar un papel crucial en el control de la grasa corporal. Sin embargo, tal y como se afirma en un nuevo estudio publicado en el Journal of Biological Chemistry, no es algo tan fácil.
Según el profesor de ciencias de los alimentos de la Universidad de Rutgers, George M. Carman, coautor del estudio, el objetivo de su trabajo era entender cómo se puede ajustar y controlar esta enzima, la cual tiene una actividad limitada.
Esencialmente, esta enzima controla si el ácido fosfatídico del organismo puede usarse para crear grasa -almacenaje de energía- o para crear los lípidos que necesitan las membranas de las células. En el actual trabajo se ha descubierto que la enzima no sólo tiene esta función, sino muchas más, y por ello eliminarla del organismo no es algo viable.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores seleccionaron una levadura que también posee esta enzima como modelo de laboratorio y eliminaron el gen que la contenía. Sin embargo, esto provocó que la levadura acumulase ácido fosfatídico y diese lugar a un exceso de lípidos dispuestos a formar parte de las membranas de las células.
¿Qué significa esto? Si existe un exceso de lípidos con la misión de formar membranas celulares, las células crecerían de manera descontrolada, una condición muy característica de otra enfermedad de los últimos tiempos: el cáncer.
Los científicos Gil Soo-Han y George M. Carman no han sido los únicos en intentar investigar cómo controlar este tipo de enzima, ya que su relación con la obesidad y otras condiciones médicas hace años que es conocida. Actualmente aún están en proceso de comprender por completo su estructura y funciones. Lo que sí se sabe es que, por el momento, paralizarla no es una buena idea.