Las terapias basadas en pseudociencias no sólo son un insulto a aquellos profesionales que ejercen correctamente la medicina, sino que, además, pueden ser realmente peligrosas para los pacientes que se exponen a ellas. Tan peligrosas que en algunas ocasiones practicarlas puede ser considerada como un delito.
Este es el caso de Marilyn Bodnar, una naturópata australiana de 62 años que acaba de ser condenada a un mínimo de siete meses de prisión por haber aconsejado a la madre de un bebé lactante de ocho meses que se alimentara sólo de alimentos crudos. El objetivo de esta peligrosa terapia era curar una eccema que había aparecido en la piel del bebé, pero casi termina con la vida del pequeño, que acudió al hospital con signos muy serios de desnutrición.
El ayuno no es la solución
Marilyn Bodnar tiene formación como enfermera y matrona, pero después de que a los 22 años se le diagnosticara un cáncer, comenzó a interesarse por el poder de la dieta en el tratamiento de las enfermedades y finalmente cambió su profesión para hacerse naturópata. Desde entonces han sido muchos los australianos que han acudido a su consulta, desconfiados de las técnicas empleadas por la medicina tradicional.
Entre ellos se encontraba la madre de un bebé de ocho meses, que en febrero de 2015 fue hasta allí en busca de una cura para una eccema que cubría la piel de su hijo. Como el pequeño aún se alimentaba de leche materna, Bodnar recomendó a la mujer que sólo tomara alimentos crudos, como vegetales o semillas. Lógicamente, esto resultó insuficiente para la alimentación del niño, que comenzó a perder peso a pasos agigantados.
Además, unos meses después empezó a enfermar, vomitando la poca leche que tomaba. Ante la preocupación de la madre, Bodnar la tranquilizó alegando que el vómito servía para eliminar toxinas y le aconsejó que le diera leche de cabra, pero también la vomitó.
Finalmente la madre decidió acudir al hospital, dónde le dijeron que el niño estaba tan desnutrido que de haber esperado un poco más podría haber muerto en un par de días. Además, su sistema inmunológico estaba tan comprometido que incluso había contraído una infección por estafilococos.
No es la primera vez
Afortunadamente el bebé se salvó y, gracias a eso, Bodnar no ha tenido que ser juzgada por homicidio imprudente. Sin embargo, sí que estuvo a punto de ser condenada por ello en 1988, cuando una mujer murió después de que ella le aconsejara alimentarse sólo de agua durante 63 días. En este caso la naturópata se libró de la condena al asegurar que había dado estas directrices a la fallecida en calidad de amiga, pero no como profesional.
Aunque en las décadas de los 60 y los 70 el ayuno terapéutico fue una técnica muy utilizada para tratar diversas patologías, a día de hoy está comprobado que en realidad supone grandes perjuicios para la salud. Esto se debe a que, al no tener alimentos de los que extraer la glucosa necesaria para su correcto funcionamiento, el organismo recurre al glucógeno contenido en las reservas del hígado y los músculos y, de ahí, a las grasas.
Esto puede parecer la panacea para quienes quieren adelgazar, pero ahí es donde comienza la peor parte, ya que una vez agotadas las grasas el único recurso del que extraer energía serían las propias biomoléculas del cuerpo, por lo que comienzan a degradarse, interrumpiendo muchos procesos vitales. El caso de Marilyn Bodnar debe servir para concienciar a la población de la necesidad de evitar cualquier terapia ajena a la medicina convencional. Si se consigue, el día que por fin reine la ciencia real sobre la superchería se habrán conseguido salvar muchas vidas.