El planeta Tierra está repleto de especies impresionantes, cuya simple observación es todo un espectáculo para quienes tienen el placer de poder compartir espacio con ellas. Sin embargo, a lo largo de la historia muchas personas han confundido ese placer con el derecho a poseerlas, conduciendo a muchas especies a una irremediable extinción.
Y precisamente este podría ser el caso de la tortuga Elusor macrurus, un peculiar reptil endémico del río Mary, en Australia, que acaba de entrar en la lista de animales en peligro de extinción de la Sociedad Zoológica de Londres (SZL).
Esta tortuga es un animal peculiar de arriba a abajo. Su cabeza está adornada con una especie de cresta punk de color verde que recuerda inevitablemente a los típicos muñecos a los que les crece césped en su cabeza al dejarlos en remojo.
Además, también es muy extravagante su forma de respirar, ya que, al contrario que otras tortugas, cuenta con una especie de branquias que le permiten mantenerse sumergida en el agua durante tres largos días. Pero eso no es todo, pues estas estructuras se encuentran en el interior de la cloaca, que resulta ser el orificio que utilizan tanto para excretar como para aparearse. Efectivamente, respiran a través de los genitales.
Sin duda todo esto lo convierte en un animal muy especial, pero también ha supuesto su condena, ya que durante años los australianos han capturado sus huevos para criarlos como mascotas.
Como resultado de esta captura indiscriminada ha entrado a la temida lista de la SZL, colocándose directamente en el trigésimo puesto. Por eso, los responsables de dicha institución alertan de la necesidad de tomar medidas para proteger la especie, ya que, de no hacerse, en un futuro este singular animal podría convertirse en poco más que un recuerdo anecdótico de quiénes tuvieron la oportunidad de verlo.
Los reptiles suelen ser los grandes olvidados de estas listas, en las que los mamíferos o las aves parecen mucho más valorados por la población. Pero lo cierto es que nada más lejos de la realidad: los reptiles y especialmente especies como esta tortuga forman parte importante de la biodiversidad de este planeta y no deben infravalorarse.
De cualquier modo, si hay algo que se debe recordar a la población es que, a pesar de ser la supuesta especie más inteligente de la Tierra, los seres humanos no somos ni dueños ni señores del resto de especies. Aprendamos a disfrutar de su existencia sin alterar su vida. Sólo así nuestros descendientes podrán gozar de ellas como lo hicimos nosotros.