Las diez frases reales de Albert Einstein que han pasado a la Historia
- El investigador más popular del siglo XX no sólo es recordado por sus logros científicos, sino también por las sentencias que pronunció sobre diversos aspectos de la vida.
- El surrealista invento que Einstein intentó comercializar hasta que huyó de los nazis
- Einstein el mujeriego: "Cuanto más sudadas, plebeyas y olorosas, mejor"
Noticias relacionadas
Es conocido a nivel mundial principalmente por su Teoría de la Relatividad. Albert Einstein (1879-1955) fue un físico teórico nacido en Aelmania que revolucionó nuestro moderno entendimiento del Universo, ganando en 1921 el premio Nobel de Física por sus conocimientos sobre física teórica y especialmente por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico.
El científico hizo algunas contribuciones esenciales al desarrollo de la teoría cuántica y fue nombrado por prestigiosos periódicos estadounidenses como The New York Times como uno de los hombres más influyentes del mundo. Todo eso, sumado a su sentido del humor y su enloquecida cabellera, hubiera bastado para consagrarlo cmo icono. Pero Albert Einstein dejó también algunas frases para el recuerdo.
"La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de toda verdad y ciencia. Aquel para quien esa emoción es ajena, aquel que ya no puede maravillarse y extasiarse ante el miedo, vale tanto como un muerto: sus ojos están cerrados..."
Esta frase fue enunciada por Einstein en octubre de 1930 en un ensayo que escribió llamado What I Believe. El científico intenta explicar lo maravilloso que es descubrir cosas nuevas. Para poder entenderlo, imaginémonos que durante toda la vida nos han privado del sentido de la vista y de pronto, un día, nos despertamos y vemos. Así es como se siente alguien que descubre algo nuevo, como la primera vez que observamos el arcoíris o el cielo estrellado. Por mucho que hayamos suplido esta información con otros sentidos o nos lo hayan descrito con las mejores metáforas, de repente descubres un nuevo universo lleno de color.
"A través de la lectura de libros de divulgación científica llegué pronto a la convicción de que muchas de las historias bíblicas no pueden ser verdaderas. Como consecuencia abracé con todas mis fuerzas la libertad de pensamiento y empecé a considerar que a la juventud la estaba estafando intencionadamente el Estado mediante la propagación de mentiras"
El consagrado científico era de religión judía, lo que terminó por empujarle a refugiarse en Suiza cuando el nazismo tomó el control de Alemania. Fue educado como tal y familiarizado con el Dios del Antiguo Testamento. Sin embargo, el genio se rebeló contra la concepción judaica de Dios. Consideraba que la información en la Torá no era del todo cierta ya que no había nada que lo contrastase. La ciencia, sin embargo, le proporcionaba un conocimiento sostenido en datos.
"El estudio y, en general, la búsqueda de la verdad y la belleza conforman un área donde podemos seguir siendo niños toda la vida"
La frase aparece en su libro The Human Side. Nadie tenía dudas de que tenía una mente prodigiosa. Había descubierto la Teoría de la Relatividad, una nueva ecuación E=mc² y aportado nuevos conocimientos en el terreno de la física teórica. La necesidad de aprender es una de las principales cualidades de los niños. Es por ello que Einstein encontrase una conexión entre el saber y la infancia.
"Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales"
Preocupado por el contexto de su época, no tembló a la hora de revelar su ideología política, y sobre todo, de mostrar públicamente lo poco que le gustaba el capitalismo. Estaba plenamente convencido que para cambiar las cosas era necesario un sistema económico socialista.
"La principal fuente de los conflictos actuales entre las esferas de la religión y de la ciencia yace en el concepto de un Dios personal"
Einstein reflexionó en numerosas ocasiones sobre la relación de la ciencia y la religión, un dilema que ha hecho correr ríos de tinta y que aún hoy siguen planteándose muchísimos científicos.
"Si Dios creó el mundo, su mayor preocupación no era desde luego facilitarnos su comprensión. Lo siento claramente desde hace 50 años"
Fue encontrada en una de las misivas en las que el científico compartió con sus colegas sus reflexiones sobre religión. El físico manifiesta que, ante la complejidad de las leyes que rigen el Universo, le cuesta creer que haya detrás una inteligencia superior que lo haya creado con un objetivo que incluye al ser humano.
"La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado, la imaginación rodea el mundo"
La gente conoce la Teoría de la Relatividad porque hubo alguien que no se conformó con saber que existía un movimiento en los objetos, sino que quería ir más allá. La imaginación requiere valentía y persistencia.
"No creo en el miedo de la vida, en el miedo de la muerte, en la fe ciega. No puedo probarle a usted que no hay un Dios personal, pero si hablara de él, sería un mentiroso"
Su mente se regía principalmente por lo racional, todo aquello que no tuviese una explicación científica no tenía sentido.
"El que se erige en juez de la verdad y el conocimiento es desalentado por las carcajadas de los dioses"
Con esta frase el científico resume cómo la gente intenta desmontar con prejuicios el conocimiento que solo termina probándose a través del método científico.
"El deseo de paz de la humanidad sólo puede convertirse en realidad mediante la creación de un gobierno mundial"
A principios del siglo XX, el mundo asistía a uno de los acontecimientos más brutales jamás vividos, la Primera Guerra Mundial. En este contexto, un pacifista alemán lanzó el Manifiesto a los europeos, mediante el cual desafiaba al militarismo y clamaba por una unidad pacífica de carácter europeo. Sólo otras tres personas fueron lo suficientemente valientes como para firmar el manifiesto de paz. Uno de ellos fue Einstein. El genio consideraba que la única manera de conseguir la paz era a través de la creación de un gobierno mundial.