Agentes de la Guardia Civil investigan a dos miembros de la misma familia y vecinos de la localidad pacense de Cabeza del Buey, por el envenenamiento de aves rapaces protegidas, por estar en peligro de extinción, como son los milanos reales, que fueron encontraron en una finca de su propiedad.
Las actuaciones se iniciaron en noviembre, cuando agentes del Medio Natural de la Junta de Extremadura descubrieron en una finca del término municipal de Cabeza del Buey el cadáver de un ave rapaz, un milano real que supuestamente había sido envenenado por la ingestión de sustancias tóxicas.
Así, y debido a que el milano real es una especie protegida y declarada en Extremadura según el Catálogo Regional de Especies Amenazadas como "en peligro de extinción", y que la zona donde fue hallada, se encuentra incluida en la Red Natura 2000, se procedió a activar el programa denominado 'Antídoto'.
En el marco de este programa, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y agentes del Medio Natural, acompañados de perros adiestrados para la búsqueda y rastreo de cebos envenenados, se inspeccionó se inspeccionó una explotación ganadera próxima al lugar donde fue hallado el ave muerta.
La inspección se realizó junto con los dueños de la explotación, y ahora investigados, según informa la Guardia Civil en nota de prensa.
En la explotación se encontraron los restos de otro ave rapaz calcinado, y en el interior de una nave, dos botes con 300 gramos de un granulado de color negro, sustancia fitosanitaria prohibida que supuestamente utilizaban en la finca para deshacerse de las alimañas que perjudicaba a su ganado.
También en la inspección de la finca, se intervinieron una veintena de cepos tipo ballesta y una jaula trampa para la captura de animales salvajes, como depredadores, abierta y preparada para ser utilizada.
Las muestras recogidas fueron enviadas al Centro de Recuperación de la Junta de Extremadura de Sierra de Fuentes para su correspondiente análisis e informe toxicológico.
Desde este centro, se llevó a cabo una labor específica en análisis de muestras y cadáver, cuyo informe determinó que la sustancia intervenida era un potente plaguicida, prohibido en la Unión Europea por la Decisión 2003/199CE, constatando que los granos negros hallados en una de ellas y que había provocado su muerte, eran los mismos que los encontrados en los botes.
Por todo ello, con las pruebas, informe y desarrollo de la investigación concluyó con la incriminación de los responsables de la finca a los que se les instruyó diligencias como presuntos autores del envenenamiento de las aves, que se enfrentan a penas de hasta dos años de prisión.
Las diligencias han sido entregadas en los Juzgados de Instrucción de Castuera.