China se despertó ayer con la noticia que las autoridades sanitarias del país llevaban esperando desde hace semanas. Por primera vez desde la explosión de la epidemia, el gigante asiático no registró ningún caso nuevo de contagio local, ni en Wuhan ni en el resto del país. La Comisión Nacional de Sanidad anunciaba que los 34 nuevos positivos por coronavirus registrados tenían que ver con viajeros llegados de otras partes del mundo, siendo tan sólo ocho las personas fallecidas en todo el país. Por el camino, más de 80.000 contagiados y 3.200 fallecidos. Una realidad que contrasta con la que se vive en España, que en plena explosión del virus suma ya más de 750 fallecidos y alrededor de 18.000 las personas contagiadas.
China ve hoy la luz al final del túnel gracias a que el pasado 23 de enero impuso medidas de aislamiento extremas para frenar la expansión del virus en Wuhan y otras 15 ciudades de la región de Hubei. Más de 60 millones de personas totalmente aisladas. Todo un ejemplo de contención para la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace un mes publicó un informe en el que señalaba que la "respuesta de salud pública única y sin precedentes" impulsada por las autoridades chinas había conseguido revertir la escalada de casos y el curso de la epidemia.
¿Cómo ha conseguido el gigante asiático acabar con el coronavirus en cuestión de tres meses? ¿Qué medidas impulsadas por el Gobierno Xi Jinping han funcionado? ¿Cuáles han fallado? ¿Qué pueden aprender España y Europa de lo vivido hasta la fecha en el que era el principal foco de la pandemia hasta hace unas semanas?
Una restricción extrema de movimientos
El pasado 12 de marzo, China daba por superado el pico máximo transmisión de la enfermedad tras días en los que los casos de Covid-19 fueron decreciendo de forma muy importante (apenas una treintena de casos diarios). Habían conseguido frenar la curva gracias a las drásticas medidas que incluían el cierre de colegios, la clausura de fábricas y centros de trabajo, el bloqueo del transporte, la prohibición de viajes y hasta registros médicos con controles de temperatura casa a casa, entre otras medidas.
Tal y como explica un artículo en la revista Nature, los primeros modelos de propagación de la enfermedad estimaron que el coronavirus Sars-CoV 2 podría llegar a infectar al 40% de la población en China (alrededor de 500 millones de personas). Estas catastróficas estimaciones nunca llegaron a cumplirse gracias a las medidas extremas de aislamiento temprano, que redujeron sobremanera la propagación del virus tras la primera semana de cuarentena, según algunos estudios.
En España, con las medidas de restricción de movimientos llevadas a cabo, el escenario sigue siendo incierto. El Ministerio de Sanidad calcula que nuestro país debería estar aplanando la curva y frenando el crecimiento exponencial de casos positivos en los próximos días. Las autoridades hablaron de 10 días tras la puesta en marcha de las medidas. Sin embargo, los especialistas no lo tienen claro. "No se puede comparar la curva de Italia o China con la de España. Los criterios de detección y la realidad de unos países y otros son distintas", explica a el español Carlos Álvarez Dardet, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Alicante.
Detección temprana
La batalla contra el coronavirus Sars CoV-2 se libra desde diversos frentes, y uno de ellos es la detección temprana. Se trata de un factor clave para frenar cualquier epidemia que se precie y adelantarse a las terribles consecuencias que pueda provocar. Y ahí China, que ha conseguido frenar el virus que ahora mismo está poniendo a prueba a Europa, llegó tarde en comparación con otros países como Singapur o Corea del Sur. Sin embargo, también es cierto que pudo ser mucho peor.
Así lo apunta un estudio publicado esta misma semana en la revista Science, que sostiene que para el 23 de enero, fecha en la que se decretó la cuarentena, los infectados no detectados habían provocado ya la mayoría de los contagios. Según la investigación, elaborada a través de un modelo matemático, el 86% de todas las infecciones estaban sin detectar antes del cierre de los viajes a la ciudad china de Wuhan. Estas infecciones sigilosas fueron las responsables de dos tercios de los contagios confirmados posteriormente.
En España, el Ministerio de Sanidad ha prometido que esta semana estarán disponibles los test de diagnóstico rápido, que permitirán detectar los casos de coronavirus ocultos y que han permitido a Corea del Sur aplanar la curva antes que ningún país. Tal y como ha explicado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, es más que probable que el número de positivos aumente. Pero también tendremos una radiografía más exacta de la situación. "En España es más que probable que exista un infradiagnóstico de la enfermedad", denuncia Álvarez, que también señala que "en el momento en que se aumenten las pruebas de detección, la letalidad bajará muchísimo".
Centros especializados contra el coronavirus
China sorprendió al mundo al conseguir construir y poner en marcha en 10 días dos hospitales dedicados por completo al coronavirus en Wuhan. Además, las autoridades de Wuhan convirtieron gimnasios, centros de exhibiciones e infraestructuras varias en centros sanitarios provisionales que dotaron a la ciudad de 10.000 camas más. Lo hacían en un momento en el que la ciudad tenía más de 8.000 pacientes contagiados por el virus y prometiendo que no dejarían ningún paciente sin atender. Este jueves, casi un mes y medio después de que lo hiciera China, Madrid ha habilitado el primer hotel medicalizado de España, con el que pretende aliviar el absoluto colapso que viven los hospitales de la capital.
La Comunidad pretende convertir ahora más de 40 hoteles en hospitales y sumar de esta forma 9.000 plazas con atención sanitaria para contagiados por coronavirus. Sin embargo, de nada sirve habilitar estos nuevos centros médicos si se carece de los recursos materiales básicos para tratar a los enfermos y que el personal sanitario no se contagie. "Un hospital se puede entender como un hotel con unas características particulares, pero lo importante es que el personal sanitario tenga materiales para atender a la gente", advierte Alejandro Conde, médico especialista en Medicina Preventiva y miembro de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph).
El Ministerio de Sanidad ha anunciado este jueves, tal y como adelantó EL ESPAÑOL, la contratación de 50.000 sanitarios. Médicos jubilados, estudiantes, enfermeros sin plaza y alumnos de último año de carrera han sido llamados a filas para tratar de contener la propagación del coronavirus. Un esfuerzo hasta ahora inédito que llega en un momento en el que los sindicatos denuncian el desabastecimiento de respiradores, mascarillas y la falta de equipos de protección individual (EPI) que el personal sanitaria utiliza para evitar el contagio al tratar a los pacientes.
Uso de la tecnología para encontrar focos
China ha utilizado todo el poder tecnológico que tiene a su alcance para detectar posibles casos positivos de coronavirus. El país asiático no ha dudado en utilizar los datos de ubicación de los teléfonos móviles de sus habitantes para vigilar de forma masiva sus movimientos, una medida que en Europa no podría aplicarse debido a las leyes de protección de la privacidad que siguen vigentes.
En los últimos meses, además, los chinos han tenido tenido que escanear un código QR para entrar a sus hogares o a sus lugares de trabajo, así como informar por escrito de su nombre, DNI, la temperatura corporal y los viajes realizados en las últimas semanas, tal y como explicaba eldiario.es. De hecho, algunas redes sociales han abiertos canales de información para denunciar casos de posibles enfermos que no siguen las medidas impulsadas por el Gobierno.
El uso de termómetros infrarrojos que detectan la temperatura corporal están por todos lados. Y hay empresas chinas desarrollando softwares que detectan a los sujetos que osan no llevar mascarilla o que tienen fiebre. Unas medidas de prevención extremas que en España y en Europa chocarían directamente con las leyes que protegen la privacidad de los usuarios.