El volcán amplía su capacidad destructiva: "Estamos en una de las etapas más violentas"
La colada se extiende con un nuevo dedo surgido de la zona de la erupción en dirección sur y los expertos alertan de una mayor explosividad.
25 septiembre, 2021 02:22Noticias relacionadas
En el sexto día desde la erupción del Cumbre Vieja, una nueva lengua de lava ha hecho su aparición saliendo desde el volcán hacia el sur. La aparición de estas diversificaciones es habitual y esta es incipiente, "recién nacida" en la madrugada de la noche pasada, y está por ver su efecto en la colada de lava principal una vez que las dos mangas que había hasta ahora han vuelto a unificarse.
Los últimos datos ofrecidos por el sistema europeo de vigilancia de emergencias Copernicus indicaban más de 390 edificios arrasados por la lava, que ya ocupa más de 180 hectáreas de terreno y hay un total de 14 kilómetros de carretera destruidos.
Rosa Mateo, investigadora del Instituto Geográfico y Minero de España, informa a EL ESPAÑOL de que el volcán ha entrado en una fase de "mayor explosividad. Se han visto volar piroclastos de gran tamaño". Y explica: "Este tipo de erupciones tienen fases intermitentes con explosividad diferente, pero parece que estamos en una de esas etapas más violentas".
El brazo principal de la colada, que invadió Todoque, está "prácticamente paralizado". Su velocidad, según informan desde el Plan de Emergencias Volcánicas de La Palma (Pevolca) es ahora de entre 40 y 50 centímetros por hora.
La manga incipiente, por ahora de escaso tamaño, "nace de la misma boca del volcán", comenta Mateo. Según la información del Instituto Volcanológico de Canarias, Involcan, la aparición de esta nueva colada se corresponde con una nueva boca eruptiva abierta en el flanco del cono activo. Esta lengua, que tiene un espesor de entre 4 y 5 metros, abre la posibilidad de llegar a otras zonas que hasta ahora no han sido alcanzadas por la roca fundida, si bien por ahora no alberga peligro.
Imagen térmica de la nueva fisura y de la nueva colada / Thermal image of the new vent and the new lava flow pic.twitter.com/aqRmMSalJZ
— INVOLCAN (@involcan) September 24, 2021
Las nuevas lenguas, fenómeno común
La aparición de nuevas lenguas cercanas al lugar de erupción es algo habitual en volcanes como el Cumbre Vieja. "En el proceso eruptivo es normal que haya distintas bocas por las que sale gas y piroclasto, distintos salideros de lava", comenta Vicente Soler, investigador del Instituto de Producots Naturales y Agrobiología, del CSIC.
"La lava siempre tiene una serie de dedos. Hay un canal principal y divertículos, siempre pegados, bordeándose". Estos ramales, por lo general, "logran entroncarse y pegarse al principal", sobre todo en ocasiones como la actual, donde la pendiente principal se encuentra muy definida.
Para Soler, lo relevante es que "si el volcán alimenta este nuevo ramal, no alimenta la colada principal", como se está viendo en la ralentización del frente de la colada. De hecho, científicos del Instituto Geográfico Nacional en La Palma ya comienzan a estimar que la lava puede tardar varias semanas en alcanzar el mar.
La segunda manga, separada del flujo principal cuando éste llegó a la Montaña Rajada, ha acabado juntándose de nuevo. Este hecho y la presencia de esta nueva lengua incipiente "va a alimentar el flujo principal desde el sur, porque este es ancho". Eso indica que puede 'tirar' de la colada hacia un único lado cuando alcance la Montaña de Todoque, justo a espaldas de la costa. Esto daría más probabilidad de que la lava desemboca en la Playa de los Guirres, tal y como estima el Pevolca.
El efecto positivo o negativo de los movimientos volcánicos de las últimas horas está por ver. Soler indica que, en este caso, "lo deseable es que cause los menos daños materiales posibles", e indica: "En la parte baja de la isla hay más casas".
"Velocidad de crucero"
Por su parte, Mateo señala que la unión de las dos lenguas es positiva porque "la que había más al sur ya no toma un camino diferente, pudiendo invadir más casas u otras propiedades". No obstante, ambos científicos se mantienen cautos: estamos en el sexto día desde la erupción y en la serie histórica de Canarias la más corta ha durado 25 días. "Es muy complicado hacer una predicción", razona Mateo, "ya que se trata de un flujo intermitente: a veces más explosivo, a veces menos". Que entre en una fase u otra depende de lo que se encuentre el magma de camino al exterior y las bolsas de gases acumuladas, "que es lo que da mayor explosividad". Asimismo, la presencia de acuíferos en el ascenso de la roca fundida genera alteraciones al salir disparado el vapor de agua.
Soler, en cambio, considera que el volcán ha alcanzado la "velocidad de crucero. El domingo comenzó la erupción y el lunes continuaba la deformación vertical; el empuje del magma que trataba de ascender era superior a la cantidad de magma que el volcán era capaz de desalojar".
Tras estos dos primeros días, en que el terreno se infló hasta 28 centímetros, ese alza se detuvo y alcanzó la estabilidad. "Ahora está en un punto de gran presión en el reservorio pero ya no crece, sino que está liberando lo que tenía dentro y es normal que el terreno comience a bajar: tratará de volver a su estado original pero no lo va a alcanzar, quedará modificado".
El incremento de las explosiones del volcán en esta nueva fase ha obligado a evacuar a la población que permanecía en los barrios de Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo, que el 112 de Canarias había confinado para evitar que la población se dañara con las la intensificación de la expulsión de material piroclástico.