La alimentación es la principal rama manufacturera de la industria en España. Es un sector estratégico para la economía y el empleo -supone el 3% del PIB y genera casi medio millón de puestos de trabajo-, pero su gran volumen hace que sea, al mismo tiempo, uno de los sectores con mayor impacto medioambiental.
En nuestro país, la huella de carbono de la producción de alimentos y bebidas se cifra en 3,6 toneladas de CO2 al año per cápita, según un informe promovido por la Real Academia de Ingeniería. Este sector es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en España y la misma situación se da en el resto del mundo. Como consecuencia, se estima que los sistemas alimentarios representan más de un tercio de todas las emisiones mundiales.
La importancia estratégica del sector hace que su papel como motor de cambio para contribuir a los objetivos climáticos sea ya ineludible. Y también resulta vital que las empresas formen parte de la transformación del sector. “Este contexto representa una oportunidad para que desde la industria reinventemos y construyamos ventajas económicas y sociales, a partir de energías, materiales y recursos más renovables y sostenibles y avanzar de forma sólida hacia esta economía circular con bajas emisiones de carbono”, señala Ramiro Ortiz, director general de Tetra Pak Iberia, compañía especializada soluciones de procesado y envasado de alimentos. Y es que precisamente los sistemas de envasado son una pieza crucial para que la industria pueda llevar a cabo la deseada descarbonización.
Palancas de cambio en la industria
La industria de la alimentación es un gran consumidor de energía y recursos. La mayor parte de sus emisiones proceden de la propia producción de alimentos y el transporte. Pero, en paralelo, la industria también ha registrado considerables avances en las prácticas sostenibles y son muchas las empresas que ya han incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una guía global de 17 objetivos establecidos por la ONU para el desarrollo sostenible, entre sus líneas estratégicas.
Desde Tetra Pak, por ejemplo, explica Ortiz, “sabemos que necesitamos involucrar a todas las partes interesadas para alcanzar estos objetivos. Por eso hemos asumido nuestros propios compromisos operativos de emisiones netas de GEI cero, y estamos persiguiendo e iniciando activamente acciones colectivas a lo largo de nuestra cadena de valor”, contribuyendo a la descarbonización de la industria y, consecuentemente, con las grandes metas climáticas.
Para ello se han puesto en marcha acciones que apuestan, entre otras cosas, por recurrir a nuevas tecnologías para minimizar la huella de carbono, implementar soluciones innovadoras en el proceso y envasado de alimentos o evolucionar a prácticas agrícolas bajas en carbono para reducir el desperdicio de alimentos. Con ello, desde Tetra Pak buscan fomentar la utilización responsable de los recursos naturales y las materias primas, alcanzando en el proceso algunos hitos notables para su descarbonización.
- Tetra Pak aspira a conseguir las emisiones cero de gases de efecto invernadero en 2050 en toda la cadena de valor. En 2021 ya lograron reducir su huella operativa en un 36% respecto a 2019.
- En 2021 la compañía logró abastecerse en un 80% de electricidad renovable. El objetivo para 2030 es alcanzar el 100%.
- La compañía se ha comprometido a incorporar un mínimo del 10% de plástico reciclado en todos sus envases vendidos en Europa para 2025.
- El 100% del cartón que emplea Tetra Pak en sus envases cuenta con certificación FSC, un sistema que garantiza la gestión responsable y sostenible de los bosques en todo el mundo.
- Tetra Pak lanzó el primer producto con polímeros reciclados al que se le atribuyó la certificación de Productos Avanzados de la Mesa Redonda sobre Biomateriales Sostenibles (RSB).
Compromiso con la descarbonización
Con la firme decisión de reducir su propia huella de carbono, Tetra Pak pone el foco en la procedencia de los materiales y energías utilizados en su producción como uno de los primeros elementos para tener en cuenta a la hora de buscar soluciones para mejorar su rendimiento en materia medioambiental.
A día de hoy, el 72% de los materiales con los que se elaboran los envases de Tetra Pak proceden de fuentes renovables. Materiales como el cartón, que cuentan con certificación FSC®, que acredita que están fabricados de cartón procedente de fuentes responsables y otras fuentes controladas.
Además, con el objetivo de seguir mejorando sus soluciones de envasado, la compañía sigue reduciendo el uso de aluminio y plástico en sus envases, incrementando el porcentaje de materiales de origen vegetal como, por ejemplo, los plásticos derivados de la caña de azúcar, que logra reducir las emisiones de C02 a lo largo del ciclo de vida en comparación con alternativas fósiles. También se está investigando la sustitución de una barrera de protección alternativa al aluminio a partir de fibra de papel. “Nuestra ambición es desarrollar el envase alimentario más sostenible del mundo: un envase fabricado completamente de materiales renovables o reciclados que sean completamente reciclables, y neutros en carbono”, añade Ortiz.
Con respecto a la gestión del final de la vida útil de los envases, la compañía apuesta por la circularidad de los materiales y los alimentos y, para ello, considera prioritario ampliar la infraestructura de reciclaje con sistemas de recogida efectivos, que reciclen envases de cartón para bebidas a gran escala y así reducir las emisiones de metano resultantes de los vertederos. "Concretamente en España, en 2021 se recogieron más de 110.000 toneladas de nuestros envases para ser reciclados. A nivel global, entre 2019 y 2021, nuestras emisiones al final de la vida útil de los envases se redujeron de 906 a 886 kilotoneladas”, afirma Ortiz.
Muestra de este compromiso es que la compañía invirtió en 2021 40 millones de euros para impulsar la recogida y reciclaje de 50.000 millones de envases de cartón. Al aumentar el reciclaje de este tipo de envases también se restringen las emisiones de metano resultantes de los vertederos, reduciendo las emisiones globales al final de la vida útil de los envases.
El camino hacia una industria descarbonizada pasa por la renovabilidad y el reciclaje, especialmente en un sector en el que ya existen soluciones para garantizar la circularidad de todos los materiales y recursos que intervienen en la cadena de envasado de alimentos. Haciendo que los alimentos y bebidas que consumimos sean seguros y estén disponibles en todas partes.