A José Jurado Montilla, también conocido como 'Dinamita Montilla' o 'El Titi', lo detuvieron el pasado jueves en un bar de Valdebótoa (Badajoz). Está acusado del asesinato de David H., el joven de 21 años cuyo cuerpo fue hallado con signos de violencia el 30 de agosto de 2022 en los Montes de Málaga. La Policía Nacional ha podido identificarlo gracias a una prueba científica con la que construyeron un árbol genealógico que les llevó hasta el año 1871.
Como han explicado los propios agentes, las líneas de investigación se iban agotando a pesar de que habían tomado declaración a más de 60 personas. La pista, sin embargo, se encontraba en la cremallera de la mochila de David, de la que se habían recogido muestras durante la inspección ocular del crimen.
Estos vestigios biológicos no eran de gran utilidad antiguamente; en especial, cuando las muestras no habían sido bien recogidas. Ahora, con las técnicas de amplificación génica, es posible obtener una mayor cantidad de material para analizar. En este caso, los resultados demostraron que el ADN estaba mezclado y que pertenecía a dos varones.
[Así resuelve la Policía Científica un crimen con una gota de sangre: en la guarida del CSI madrileño]
La experta en Genética Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia, la doctora Mercedes Aler, asegura a EL ESPAÑOL que el cromosoma Y tiene un valor importante en este campo sólo cuando se necesita saber si hay una mezcla de ADN masculino o femenino —como, por ejemplo, en las agresiones sexuales— o cuando hay una mezcla de ADN de dos varones no emparentados", como ocurría en este caso.
Con rastro, sin dueño
En colaboración con un laboratorio de Granada, se llevó a cabo la amplificación del ADN para obtener el haplotipo del cromosoma Y. Esta información genética, que es específica del varón, la comparte toda la rama paterna del portador.
La técnica les permitió dar con un individuo de Málaga que no era el culpable. Sí que podría ser su padre, su hermano, su tío o cualquier familiar por vía paterna. "Da una imagen precisa, pero no le puedes poner nombre y apellidos al sospechoso", apunta Aler. "El problema del cromosoma Y es que lo comparte toda la línea paterna. Por eso la policía tenía el rastro, pero no al dueño del rastro".
Para más inri, el ADN de José Jurado no figuraba en la base de datos de la Policía, pese a haber cumplido 28 años de condena por cuatro homicidios a finales de los años 80 (de los cuales sólo reconoció uno). En la época de la detención no había bases de datos relaciones.
Con lo cual, lo único que podría existir eran rastros conservados por orden judicial de los delitos que qudaban por esclarecer. Aunque, como explica Aler, las bases de datos nacionales no están hechas para cromosoma Y; es decir, podrían haber cotejado cuántos coincidían con las pruebas que tenían, pero nunca hubieran dado con el asesino.
A partir del perfil genético, los investigadores también elaboraron un árbol genealógico que les llevó al año 1871. Éste giraba en torno al apellido Jurado. El inconveniente era que 'Dinamita Montilla' se había cambiado de apellidos. Hacer la búsqueda genealógica en este caso era mucho más difícil porque no había una base común de la que partir.
Posibles problemas éticos
Las especialistas en Genética Forense consultadas por este periódico sospechan que la multiplicación del cromosoma Y no ha sido la única razón por la que han podido dar con este hombre que vivía en la calle y que narraba sus viajes en TikTok, lo cual ayudó a la Policía para seguirle la pista. También se sirvieron de una pista que dejó el propio David minutos antes de su asesinato: el joven informó a sus padres y amigos a través de WhatsApp que se había cruzado un señor mayor armado con una escopeta y "con muy mala pinta".
Con respecto al haplotipo de cromosoma Y que se obtuvo por amplificación, la genetista y directora del laboratorio Citogen, Isabel Navarro, incide en que no sirven para identificar a una persona, sólo permiten establecer un mismo linaje paterno. "No estamos hablando del perfil genético clásico que se utiliza como huella genética para dar con el posible culpable con una mayor probabilidad". Por ello, más allá de la Genética Forense, este tipo de pruebas también se utilizan en "estudios de parentesco de paternidad donde el padre está ausente".
[La 'misión imposible' de encontrar a un asesino pelirrojo en Galicia: Roger Serafín y el gen MC1R]
En el caso de la Genética Forense, la herramienta de genealogía genética que se ha utilizado para la detención de José Jurado se está implementando. En la policía, de hecho, aún no lo está. El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses sí que la utiliza. "Ni siquiera los propios forenses la conocen", apunta Aler.
Esta técnica se usó en Estados Unidos para detener a Joseph Jaem DeAngelo, quien había cometido 51 violaciones y asesinó a 13 personas en la década de los años 80. El también conocido como 'el asesino de Golden State' se había convertido en un auténtico quebradero de cabeza para la policía, quien lo buscó durante más de 40 años. En este tiempo se había preservado en un congelador una muestra de semen del criminal, con la que secuenciaron su ADN.
Los investigadores hallaron a unos 20 primos terceros de DeAngelo gracias a los resultados de esta técnica. Con ellos, pudieron identificar a un ancestro común: un tatarabuelo suyo que vivió en el siglo XIX. Así, al tener reconstruido el árbol genealógico, consiguieron dar con él en abril de 2018, cuando tenía 72 años. La genealogía genética había resuelto el caso en apenas cuatro meses.
Al desconocimiento se le suman los posibles problemas éticos y legales que plantea su aplicación. Aun así, podría servir para resolver aquellos casos que plantean una mayor dificultad. Esta herramienta permite aproximarse al asesino, como ha ocurrido en esta situación. Sin ella, no hubiera sido posible conocer quiénes eran los familiares del segundo tipo de cromosoma Y que se desconocía en un principio.
[El oscuro negocio de la venta de datos genéticos: "Si algo se puede hackear, acabarán haciéndolo"]
Esta experta en Genética Forense con más de 20 años de experiencia desconocía que se hubiera resuelto un caso de esta manera en España. "Es muy novedoso y hay que reconocer el mérito que ha tenido la labor policial". El subdelagado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, afirmó este lunes que con este crimen se lanza un claro mensaje de que "no importa el tiempo que pase o su dificultad", pues se acabará "resolviendo el caso".