La temporada estival se suele asociar en España con un incremento significativo en los accidentes de tráfico. El verano pasado, por ejemplo, perdieron la vida en carretera 491 personas, según las cifras provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellas, un 75% eran hombres.
Aunque en términos absolutos cause más muertes en el género masculino, las mujeres presentan un mayor riesgo de muerte o de sufrir lesiones importantes cuando se encuentran en un vehículo accidentado. Así lo ha demostrado un reciente estudio, publicado en la revista Heliyon, en el que se han analizado los 171.230 turismos implicados en accidentes de circulación en España entre 2014 y 2020.
"Una de las posibles razones serían las diferencias biológicas y de tamaño corporal de las mujeres, que les harían más vulnerables al efecto de la energía liberada en el accidente", asegura a EL ESPAÑOL Virgina Martínez-Ruiz, investigadora de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Granada (UGR) y una de las autoras del citado estudio.
Martínez-Ruiz cree que el hecho de que el diseño de los coches esté más adaptados al cuerpo masculino también podría influir. "Aunque por nuestro estudio no podemos asegurar eso", matiza. "Lo que sí hemos visto es que el peligro de muerte aumenta en los ocupantes del género femenino, independientemente de que lleven cinturón o del lugar que ocupen en el coche". En concreto, el riesgo de morir en un accidente es un 20% mayor para las mujeres.
Una conducción más temeraria
En el estudio también se ha analizado de qué forma repercute el género del conductor en el riesgo de sufrir una muerte o lesiones graves entre los pasajeros. En este caso, se observó que cuando quien conduce es un hombre el riesgo es un 28% mayor que cuando lo hace una mujer.
Los investigadores consideran que esta diferencia se explica por una conducción más temeraria por parte de los varones, en comparación con las mujeres, que llevan a cabo una conducción más segura. "Nuestro resultados coinciden con los de trabajos anteriores", expone Martínez-Ruiz. "La mujer tiene unos estilos de conducción más cautos que los de los hombres". Otro de los motivos a los que apuntan es que ellas conducen en entornos donde en caso de que suceda un accidente, la gravedad sería menor.
Esta diferencia de género no es única de España. Otro estudio, publicado el pasado año y con datos de Estados Unidos, también observó que los conductores hombres tenían más probabilidades de producir un accidente con resultado de lesiones o incluso muerte que las mujeres. En este caso, se incluyó la variable de la edad. Y aunque la incidencia de los accidentes se reducía conforme avanzaban los años, la diferencia entre ambos géneros fue la misma en todos los periodos.
Quién conduce peor
Teniendo en cuenta que tanto los ya citados como anteriores trabajos han demostrado que el género masculino representa un mayor riesgo en la carretera, ¿se puede afirmar que ellas conducen mejor? "No sé si sería del todo correcto decir que los hombres conducen peor", opina Martínez-Ruiz. "Lo que sí que podemos asegurar que los patrones de conducción masculinos son un poco más arriesgados".
Por este motivo, los autores se muestran partidarios de "feminizar" la conducción; esto es, que los varones adquieran estilos de conducción que hasta ahora se asociaban únicamente con el género opuesto. "Sobre todo, en la gente joven, aquella que comienza a sacarse el carnet", incide la investigadora de la UGR, "lo deseable sería precisamente 'feminizar' la conducción, animar a los hombres a que condujeran de forma parecida a como lo hacen las mujeres actualmente".
Martínez-Ruiz lamenta que se siga escuchando "la típica frase de 'mujer tenía que ser'" cuando se produce un accidente de tráfico en el que una conductora es la responsable. Este comportamiento continúa siendo habitual. Y según informes de empresas relacionadas con el sector automovilístico, más del 50% de las mujeres han recibido comentarios sexistas estando al volante, cuando un 60% de ellas no ha protagonizado ningún tipo de sanción de tráfico.
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) convienen que a las mujeres se les asocia una atribución de torpeza en lo referido al manejo de aparatos o vehículos. Además, se presupone un mayor desinterés y una menor coordinación corporal. Estos estereotipos son los que finalmente sostienen la idea de que las mujeres conducen peor, con tanta consistencia que incluso valores positivos como la prudencia o precaución se juzgan de forma negativa.