Los habitantes de la ciudad japonesa de Mihama han sufrido hasta 18 ataques en lo que va de año en sus playas. En esta ocasión, estas agresiones no son debidas a un tiburón o a una medusa, sino que los expertos han culpado a un delfín. Esta especie, que tiene fama de ser muy amigable, en realidad puede llegar a ser agresiva con los humanos en ciertas ocasiones. De hecho, una de las víctimas es un niño de prescolar que ha necesitado hasta 20 puntos en un dedo.

Los delfines son capaces de morder, pero en los peores casos también de arrastrar a personas al fondo del mar. Tadamichi Morisaka, que es profesor de la Universidad Mie en Japón y experto en cetáceos, ha asegurado a los medios del país que el atacante podría ser el mismo delfín de la especie conocida como hocido de botella. Estos delfines "juegan a morderse entre ellos", explica Morisaka. "No están intentando hacer daño, sino que está utilizando su forma natural de comunicación con los humanos".

De hecho, otros expertos han apuntado a que este delfín podría haber sido apartado de su comunidad y puede estar buscando compañía. Morisaka explica que es extraño ver a un delfín solitario durante mucho tiempo, debido a que es una especie altamente sociable. "Como sucede en los humanos y otros mamíferos sociales, las fluctuaciones hormonales, la frustración sexual o el deseo de dominar pueden llevar a los delfines a herir a las personas con las que interactúa", explica Simon Allen, biólogo del proyecto Shark Bay de Investigación de Delfines.

Incluso, el deseo de tener relaciones sexuales, tal y como apunta Allen, podría ser la razón por la que este delfín se ha puesto cariñoso. Ahora bien, los expertos todavía discuten cuál puede ser la verdadera causa por la que este mamífero podría estar ostigando a los habitantes de Mihama. Matthias Hoffman-Kuhnt, es experto en mamíferos marinos de la Universidad Nacional de Singapur, y opina que la razón del ataque puede ser muy diferente.

"En la mayoría de las ocasiones, según mi experiencia, se trata de un comportamiento defensivo cuando los humanos se acercan y no saben cómo actuar. Tienen muy buena memoria, como los elefantes, que son capaces de recordar a las personas que los maltrataron", apunta Hoffman Kuhnt. Este experto se refiere a que el delfín ha podido tener contacto de manera previa con un humano que haya podido intentar subirse en él o tapar su espiráculo y que ahora esté proyectando esa relación con el resto de personas.