Qué está pasando en el Teide: los científicos alertan de un enjambre sísmico con 600 terremotos en 24 horas
- El Instituto Geográfico Nacional ha detectado un enjambre sísmico del que se desconocen las causas y se sigue investigando.
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La actividad sísmica es algo muy frecuente en las Islas Canarias, especialmente en Gran Canaria y Tenerife. Por eso, las mediciones son constantes y los expertos están atentos a cualquier evento anómalo que pueda ocurrir. De hecho, el Teide es uno de los volcanes más estudiados de Europa. El pasado jueves por la mañana se registró una actividad microsísmica inusual en la zona de Las Cañadas. Los medidores del Instituto Geográfico Nacional (IGN) detectaron casi 600 terremotos de baja magnitud.
Este fenómeno se conoce como enjambre sísmico y ocurre cuando se produce una serie de terremotos en la misma zona en un periodo corto de tiempo, explica Itahiza Domínguez, director del IGN en Canarias. El organismo utiliza este concepto a partir de los diez seísmos registrados. En entornos volcánicos, como Tenerife, pueden deberse a una intrusión magmática y la presurización que se genera en consecuencia, apunta.
La actividad se inició con una serie de diez terremotos de magnitud menor a 1,1 mbLg a una profundidad de entre 8 y 12 kilómetros. Para el ilustrarlo, el geógrafo señala que eso es, aproximadamente, cerca del límite de la corteza con el manto terrestre. Domínguez explica que no se consideran muy hondos, pero "entran dentro de la normalidad".
Primero se detectaron unos 500 terremotos en la madrugada del miércoles al jueves, entre las 04:00 y las 07:20 horas. Por la tarde y en la medianoche del mismo día se detectaron otras decenas de seísmos en la isla, aunque la mayoría no se pudieron localizar debido a su baja magnitud.
De hecho, al ser bastante débiles, el IGN solo ha podido registrar 47 desde el inicio del enjambre hasta este mismo lunes. "Eso no quiere decir que no se produjeran más, pero tan pequeños que son muy difíciles de localizar con calidad suficiente para incluirlos en nuestro catálogo sísmico", puntualiza Domínguez.
Por otro lado, el Instituto Volcanológico de Canarias registró, además de esos primeros 500 seísmos, otros 80 en la noche de ese jueves en la misma zona. Se produjeron entre las 21:00 y las 23:00 horas. También tuvieron una magnitud muy débil, de un máximo de 1,3 mbLg y se detectaron a una profundidad de entre 5 y 10 kilómetros.
Esta actividad es claramente "anómala", señala el director del IGN en Canarias. Para hacer una idea de ello, Domínguez explica que, normalmente, en Tenerife se registran entre 600 y 800 terremotos al año, todos con una magnitud inferior a 2 mbLg. Con lo ocurrido el jueves, se elevan las cifras de este 2024. No obstante, no es la primera vez que ocurre este fenómeno. "Desde 2016 hemos registrado varios enjambres de este tipo en esa zona", cuenta. También se ha observado un aumento de la sismicidad respecto al nivel base que se da en la isla, agrega.
En octubre de ese mismo año se detectó el primero de estos fenómenos en la isla. Volvió a ocurrir en junio de 2019 y otras dos veces en junio y julio de 2022, todos por la misma zona donde se ha registrado este último. "Parece que cada dos o tres años tenemos uno de estos eventos", dice el director del IGN en Canarias. También aporta que este último evento ha sido el más débil de esta lista.
Más preguntas que respuestas
En su entrevista con este medio, Domínguez asegura que con este tema se generan más preguntas que respuestas. No se ha visto una evolución clara de la actividad sísmica en la isla y tampoco tienen claro el motivo que ha provocado los temblores.
Una de las teorías es que pueda haber magma bajo la zona que se pueda estar moviendo y sea eso lo que haya causado el enjambre, cuenta el experto. "Obviamente, tiene que ver con la dinámica del sistema volcánico activo de la isla de Tenerife", indica. Esto es un aspecto que hay que tener en cuenta. "Hay que seguir atentos a la actividad, por si hubiera un aumento que indicara una posible erupción futura", expone.
El sistema central de Tenerife la convierte en una isla mucho más compleja en este sentido que La Palma o El Hierro, desgrana el director del IGN en Canarias. Esto también hace que sea la isla del archipiélago que cuenta con la mejor red de detección. Sus sistemas disponen de una sensibilidad "muy importante" que permite detectar un montón de pequeños fenómenos como el de la semana pasada.
Aun así, no es suficiente, indica Domínguez. Los terremotos de este último enjambre, al ser tan débiles, muchos con una magnitud de 0,5 mbLG, solo pudieron ser detectados por cuatro de los sensores con los que cuenta el ING. "Sabemos que están más o menos en esa zona y los podemos detectar, pero no podemos hacer mucho más".
Precisamente por eso, llevan años intentando mejorar la red de vigilancia en la isla, "para detectar cualquier pequeño cambio". Igualmente, el experto también destaca la importancia de los avances tecnológicos que se han hecho en esta materia. "Esto no lo podríamos haber detectado hace 20 años, seguro".
El director del IGN en Canarias no espera que el fenómeno de la semana pasada vaya a más, pero es una cuestión que requiere que estén alerta. "Tenemos que hacer los seguimientos por si se repitiera o se intensificara [la actividad]". Por eso, hace un llamamiento a la calma.
El experto no cree que este enjambre sea un indicio que presagie una erupción futura. Para ilustrarlo, compara la situación con lo que se vivió en la isla de La Palma con el volcán Cumbre Vieja. En ese caso, la actividad sísmica fue más continua en el tiempo, comenzó a 11 kilómetros y fue ascendiendo en profundidad. Además, los terremotos tenían una magnitud de entre 2,5 y 3, llegando, incluso a registrarse 3,5 mbLg, bastante por encima de lo registrado en Tenerife.