Rosetta es más grande que un coche y pesa tres toneladas. Su módulo Philae tiene el tamaño de una lavadora y pesa 100 kilos.
El próximo día 30 de septiembre, la Rosetta y Philae terminarán con una historia de fraternidad galáctica que ha durado 12 años. Ambos instrumentos, enviados por la Agencia Espacial Europea (ESA) para estudiar las características del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, acabarán incrustados en el mismo e, inertes, darán vueltas y vueltas por esta pequeña zona del cinturón de Kuiper, a las afueras de Júpiter.
Mark McCaughrean, asesor científico sénior de la ESA, ha pasado por Madrid para explicar en la Fundación BBVA la importancia de esta misión para comprender por qué los cometas llevan incrustadas moléculas que podrían ser los ladrillos de la vida. McCaughrean, que es previsor, ha traído con él una pequeña maqueta del cometa Chury y un planeta Marte hinchable.
La nave Rosetta se acerca a su ¿cómo lo llamaría, 'cometizaje'?
Oficialmente lo llamamos 'impacto controlado'. Aterrizaje suena a que sobrevivirá, pero no lo hará.
¿Cuál es su valoración de la misión?
Ha sido espectacular, fantásticamente exitosa. Ha durado nueve meses más de lo que
planeamos originalmente, porque estaba produciendo muy buena ciencia. Los instrumentos a bordo de Rosetta han funcionado extremadamente bien, tuvimos un par de veces en que nos acercamos demasiado al cometa y las cámaras se descentraron, tuvimos que alejarnos de nuevo... pero es lo que ocurre cuando tratas de cabalgar un dragón, ¿no es cierto? No es un objeto muerto, está vivo y respira.
Pero la llegada de Philae al cometa fue algo accidentada, ¿no?
El aterrizaje de Philae en 2014 fue un éxito porque lo logramos, aunque la esperanza
era aterrizar en la cabeza del cometa. Si lo hubiésemos logrado y nos hubiésemos
agarrado a la superficie, habríamos tenido suficiente luz solar para mantener a
Philae funcionando quizá 6 meses, hasta marzo, luego habría recibido demasiado calor. Como sabe, lo que ocurrió es que Philae rebotó y cayó en otro sitio más sombrío.
Estaba demasiado oscuro, así que la primera batería se agotó, como estaba planeado,
en tres días.
Buen aterrizaje, pero no perfecto.
Creo que tuvo éxito al 50%. En el espacio tenemos dos cosas: requerimientos y
objetivos. Los requerimientos hay que hacerlos, los objetivos estaría bien lograrlos.
Los tres primeros días eran un requerimiento, la misión extendida siempre fue un
objetivo. Uno de los científicos que trabajaban en Philae me dijo una vez que el 99,9% de la producción científica de la misión ha salido de Rosetta. Puede que exagere un poco, pero Rosetta estaba diseñada para ser la máquina principal así que, aunque el aterrizaje no fuera perfecto, era sólo un bonus.
¿Qué ocurrirá tras el impacto controlado de Rosetta? ¿Seguirá mandando datos?
Se acabó. Planeamos estrellarla contra un hoyo que hay cerca de la cabeza, tiene 50 metros de profundidad y 135 de ancho. No la controlamos activamente, sólo la lanzamos y vemos dónde aterriza, en algún punto de esa región. Lo que queremos hacer es tomar datos mientras cae y mirar dentro de ese hoyo, porque ahí vemos estructuras, protuberancias de un metro que se parecen a lo que creemos es el interior de un cometa. Pero tan pronto como toque la superficie, se acabó. Tenemos que apagarla para evitar interferencias de frecuencia con otras naves.
Algo distinto de esta misión es que la han enmarcado de una forma muy emocional, como si Philae fuese la hija de Rosetta o algo así.
Es interesante, porque es diferente en distintos países. En mi país Philae es el
hermano de Rosetta.
Pues ha servido para atraer a muchísima gente que, a priori, no estaba tan interesada en la astrofísica.
Fue totalmente deliberado. Queríamos que la gente en redes sociales tuviera un
diálogo entre personajes antropomórficos. Hicimos un dibujo animado y vimos que
funcionó muy bien, capturó la atención de mucha gente. También hicimos un documental llamado Ambición, orientado a una audiencia más geek, con dos personajes de Juego de Tronos, grabado en Islandia, con efectos especiales... buscábamos diferentes audiencias. Era bastante parte del plan; además, cuando sacamos la película ya estábamos en el cometa, por tanto no podrían acusarnos de malgastar el dinero del contribuyente, etcétera.
Lo próximo es el módulo Schiaparelli, que el mes próximo llegará a Marte. ¿Seguirán una estrategia similar? Con el Mars Curiosity la NASA sí que está interpretando una especie de personaje.
La diferencia con Schiaparelli es que está diseñado para morir a los tres días. Lo
pensamos, e incluso diseñamos dibujos animados, pero decidimos no hacerlo porque
crearíamos un vínculo emocional y sería cruel. Pero en 2020, cuando mandemos allí nuestro explorador ExoMars definitivamente lo haremos. Por supuesto, quedan cinco años y quién sabe cómo serán las redes sociales para entonces, pero esa es la idea.
¿En qué se diferencia este módulo europeo Schiaparelli del Curiosity de la NASA, qué nuevos aparatos lleva a bordo?
Hay dos diferencias principales. En el pasado, una forma de aterrizar en Marte era
con airbags, la nave llega dentro de un gran globo, rebota y cuando al fin se estabiliza, el globo se desinfla. Ocurrió así con Spirit y Opportunity. El Curiosity pesaba
demasiado para hacer eso, así que usaron la técnica de acercarse con una especie de
grúa que depositaba al robot. Lo que haremos ahora será acercarnos a
la atmósfera con una pantalla térmica, luego usaremos un paracaídas para frenar y el último kilómetro con cohetes. Bajaremos hasta unos dos metros por encima del suelo y ahí lo desconectaremos para que toque tierra. Schiaparelli probará esa técnica para usarla después con ExoMars en 2020. En esos tres días de batería no producirá mucha ciencia pero hará algo importante: medir las propiedades eléctricas de la atmósfera en plena temporada de tormentas de arena. Hay épocas del año en los que ese polvo genera mucha electricidad estática, y es importante comprender eso si en el futuro quieres aterrizar una nave y lo vamos a medir por primera vez.
¿Competirán con el robot de la NASA, que ha mandado unas fotos espectaculares últimamente?
El tema es que Schiaparelli no tiene ni una cámara para hacer fotos de Marte, cuando
llegue no veremos ni una. Habrá fotos solamente del descenso de la nave. Si le soy sincero, yo habría incluido una para al menos decir "estamos aquí", pero obtendremos una señal y nada más.
Tendremos que creerles, entonces. Por cierto... ¿qué hay de la búsqueda de vida en Marte?
Todo el mundo piensa que la próxima misión tiene que ver con la superficie, pero tenemos una gran nave entrando en órbita que es el Trace Gas Orbiter, que tiene dos trabajos: uno es servir de transmisor de datos para las futuras misiones, algo que necesitábamos porque los actuales satélites son muy viejos. Pero además lleva instrumentos capaces de buscar moléculas muy raras en la atmósfera de Marte, en particular metano. Hay metano en la atmósfera marciana, lo descubrimos en 2003 con la Mars Express, y no debería estar ahí porque el metano es destruido con la radiación ultravioleta.
¿Entonces?
Si está ahí es porque algo está fabricando metano hoy en Marte, y hay dos maneras: una es en las profundidades, donde hay lugares con agua caliente y rocas que cambian de un tipo a otro liberando metano. La otra forma de obtener metano es con la vida.
Tiene usted toda mi atención.
Cuando la Tierra era muy joven, no había oxígeno pero había vida. Se llaman metanógenos y aún hoy es posible encontrarlos en los pantanos o en estómagos de animales, lugares sin oxígeno. Marte nunca tuvo una atmósfera con oxígeno, solo con CO2, y si hay vida en Marte debe parecerse a una Tierra primitiva. Si analizas el metano que sale allí, que mediremos con mucha sensibilidad tratando de ver dónde está y cómo cambia, si ese gas sale con azufre se debe a volcanes, geología. Pero si ese gas sale sin otras moléculas de carbono... entonces puede haber vida.
En el cometa Chury encontraron glicina y otras moléculas que usted denomina "los ladrillos de la vida". ¿Cómo pueden estar ahí si lleva siglos recibiendo tanta radiación?
Porque están bajo tierra. El cometa tiene una corteza negra, pero muy porosa, no es
un objeto sólido, es muy ligero. Tiene la mitad de densidad que el agua. Y parte de
su interior es espacio vacío, hay mucho aire, como una pila de nieve. Cuando el calor
del Sol calienta la superficie, llega a los hielos que hay debajo, que son expulsados
como gas. Por eso conocemos el material que hay debajo. Y la superficie del cometa cambia, pero estas moléculas siguen igual desde el comienzo del Sistema Solar, hace miles de millones de años.
¿Y en Marte cómo lo harán?
Lo que buscaremos en Marte, a dos metros de profundidad, no son señales de vida hoy, sino señales de vida en el pasado. Restos inalterados, pero muertos, no vivos. Quizá haya una pequeña oportunidad de encontrar vida real. Una de las historias interesantes sobre la vida en Marte es que puede ser igual a la vida en la Tierra.
Igual a hace 4.000 millones de años, quiere decir.
Bueno, es que, si buscas en la Tierra, puedes encontrar trozos de Marte, material que llegó de allí por las colisiones sufridas, y por supuesto, hay trozos de la Tierra en Marte. Lo interesante es que Marte es más pequeño que la Tierra, por lo que es más fácil obtener material de allí que de aquí, dado que tenemos mayor gravedad y ésta atrae más material del exterior. Por tanto, si la vida empezó en un lugar, por pura estadística, pudo ocurrir primero en Marte y en ese caso todos seríamos marcianos. Por supuesto, aquí teníamos mejores condiciones para el desarrollo de vida y Marte no tuvo tanta suerte, pero tenía agua y era bastante cálido, la vida pudo llegar desde allí.
Hay otros mundos, pero están en éste.
Por eso hay gente que opina que no deberíamos buscar vida en Marte en absoluto, porque no respondería a la gran pregunta: ¿Empezó la vida en el Universo dos veces y por separado?