El creacionismo -la teoría de que la Tierra tiene 6.000 años de antigüedad, fue creada en una semana y el hombre estuvo en ella desde un primer momento- encuentra cada vez más apoyos en algunas comunidades de Estados Unidos. Durante años, los llamados creacionistas de la tierra joven han intentado que la teoría se enseñase en las escuelas, como si aún existiese una disputa entre esta creencia y la evolución biológica. Por ejemplo, tras años de litigio, este curso escolar de 2016 será el primero en que el estado de Alabama tenga que incluir en los temarios obligatoriamente tanto las teorías de Darwin como el cambio climático.
En las escuelas de la cercana Kentucky, sin embargo, la palabra "evolución" fue sustituida en 1999 por "cambio a lo largo del tiempo", más que un eufemismo, una victoria para los creacionistas, que desde el mes pasado tienen, además, su propio parque temático: Ark Encounter, una reproducción a escala 1:1 del Arca de Noé habitada por animales y maquetas de dinosaurios, ya que según estos seguidores literales del Génesis estos saurópodos fueron coetáneos de Adán y Eva. La nave está construida según las dimensiones que establecen las sagradas escrituras, y mide 155 metros de largo, 25 de ancho y 25 de alto, con tres plantas en total.
El impulsor
Ark Encounter abrió oficialmente este verano en medio de una gran expectación. El australiano Ken Ham, un fundamentalista cristiano y apologeta del creacionismo convenció al gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, de que la apuesta de construir un parque temático dedicado a un hecho bíblico era segura. Éste replicó: "El pueblo de Kentucky no me ha elegido gobernador para debatir sobre religión, me eligieron para crear puestos de trabajo".
Así que Ham, quien ya estuvo detrás del Museo de la Creación de Kentucky, se puso manos a la obra para levantar esta Disneylandia del fundamentalismo cristiano. Para financiar esta opus magna, que acabó teniendo un coste cercano a los 150 millones de euros, Ham se benefició de unos 38 millones de euros en exenciones fiscales a nivel local, comarcal y estatal. Habiendo prometido a las autoridades que Ark Encounter atraería a más de 1.400.000 visitantes anuales a este área del norte de Kentucky, el estado invirtió otros 11 millones de dólares en ampliar la carretera I-75.
Otra gran polémica tuvo lugar en 2014, cuando la empresa empezó a seleccionar trabajadores para construir el Arca. Para entonces, un nuevo estudio había reducido los visitantes potenciales a 400.000 al año y los ánimos andaban caldeados. No ayudó que Ham y compañía obligaran a los aspirantes a un trabajo en el parque temático a firmar una declaración de fe en la que profesaban su cristiandad y declaraban la homosexualidad un pecado, entre otras cosas. Cuando el Secretario de Turismo del estado amenazó a la empresa Ark Encounter LLC con retirarles los incentivos fiscales, la compañía de Ham demandó al estado por violar la Primera Enmienda, referente a su libertad de expresión.
Finalmente, y tras meses de litigio, la victoria del republicano Matt Bevin en las elecciones del año pasado allanó el camino a la construcción del Arca, que fue realizada con las manos de 75 menonitas o Amish.
Conciliar ciencia y fe
En este Arca de Noé 2.0 hay dinosaurios, porque los "creacionistas de la Tierra joven" sostienen que existieron al mismo tiempo que el ser humano. Ham advierte que "no tomamos toda la Biblia en sentido literal, ya que algunos pasajes son poéticos, Jesús hablaba con parábolas y todo eso".
Sin embargo, lo que su fundación, Respuestas en el Génesis, dice al respecto es que "la historia que hemos oído en las películas, televisión, periódicos, revistas y libros es que los dinosaurios 'dominaron la Tierra' durante 140 millones de años, murieron hace 65 y por tanto no estaban cuando Noé y compañía zarparon en el Arca hace 4.300 años. Sin embargo, la Biblia da una visión completamente diferente de la historia de la Tierra, y por tanto, de los dinosaurios".
Los dinosaurios, obviamente, son maniquíes que acompañan al resto de las 265 jaulas, muchas de ellas vacías. Según los cálculos que hacen los responsables de Ark Encounter, Noé cargó durante un año con siete mil familias animales, no especies, ya que según dicen lo importante es que el macho y la hembra pudieran reproducirse. En las afueras del Arca se han dispuesto los únicos animales vivos: cabras, ovejas y similares que forman un zoo de mascotas.
Una de las misiones del Arca es responder a preguntas como qué se hacía con los restos orgánicos de tantos animales, cómo circulaba aire fresco dentro de este gigantesco barco de tres plantas o cómo fabricaba Noé sus herramientas en mitad del diluvio.
No se encuentra sin embargo explicación a cómo un hombre de 600 años que acostumbraba a embriagarse y desnudarse pudo llegar a construir el Arca.
Debacle económica
Semanas después de la inauguración, que tuvo a mediados de julio de este año, el alcalde de Williamstown, la localidad más próxima a Ark Encounter y que ha aprovisionado al proyecto con varios millones de dólares, dio el primer aviso de que algo no andaba bien: "Tenemos a algunos turistas merodeando por el centro, algo más de tráfico, pero no es algo tan inmediato como habíamos pensado".
El día de la inauguración, alrededor de 5.000 personas visitaron el Arca, pero los números han ido cayendo desde entonces y la temporada de verano ha finalizado. Además, muchos de los turistas se aproximan al lugar desde ciudades cercanas como Cincinatti, Ohio, y vuelven en autobús, por lo que la repercusión para la región es limitada.
El último clavo en el ataúd de Ark Encounter ha sido la negativa de los colegios a organizar excursiones al recinto. La fundación laica Freedom from Religion envió a principios de curso un millar de cartas a los centros escolares de Kentucky y otros cuatro estados, diciendo que visitar el Arca podría exponer a los niños a un proselitismo religioso que incumple la separación entre Iglesia y Estado.
Para Ham, es el último ataque de una agenda anti-Dios cuyo objetivo último es prohibir la Cristiandad. Sin embargo, el promotor del parque no se rinde y confía en ampliarlo, si logra reunir más fondos, con una torre de Babel y un poblado del siglo I.
Lo peculiar del parque da para muchas anécdotas. Por ejemplo, el Cincinatti Enquirer citaba a Clegguart Mitchell, un turista de Iowa que viajó de visita al Arca con su mujer y sus ocho hijos. Curiosamente, se hospedaron en un camping situado en el cercano parque de Big Bone Lick, conocido por albergar huesos de mamut que murieron allí hace 10.000 años, es decir, 4.000 años antes de que Dios creara el Universo.
Es complicado.