Asgardia aún no es oficialmente una nación, pero aspira a serlo. Si les suena haber leído antes esta frase, pero encabezada por algún otro nombre propio, e incluso si ya están cansados de leerla, no teman; Asgardia no pretende arrancar un pedazo de su territorio a ningún país existente, sino crearlo allí donde no existe: sobre nuestras cabezas, en la órbita terrestre.
¿Otra micronación-negocio, como Sealand, la plataforma marina frente a la costa de Gran Bretaña? ¿O por el contrario, otra utopía como la Ciudad Libre de Christiania, el barrio de Copenhague autoproclamado independiente? Asgardia parece tener más de lo segundo. Al menos tanto su lema, Una Humanidad, Una Unidad, como sus primeros pasos, parecen cortados más por el patrón idealista que por el ánimo de lucro. Lo que diferencia a Asgardia de otras propuestas es que aspira a convertirse en la primera nación extraterrestre, cuya primera piedra se colocará el próximo otoño con el lanzamiento de un diminuto satélite; una idea que ya ha seducido a más de medio millón de terrícolas deseosos de convertirse en asgardianos.
Asgardia es la criatura de Igor Ashurbeyli, un ingeniero, científico y empresario ruso nacido en Azerbaiyán que acumula un extenso currículum relacionado con la tecnología y el espacio, lo que le ha merecido distinciones de la Unesco y el estado ruso, entre otras. El 12 de octubre de 2016, en una conferencia de prensa en París, Ashurbeyli anunciaba la fundación de Asgardia, un proyecto en el que también participa un pequeño grupo de personajes relacionados con el espacio y que se presentaba con la finalidad de servir como "un escudo protector de vanguardia contra las amenazas cósmicas a la vida en la Tierra, causadas por el hombre o naturales, como la basura espacial, eyecciones de masa coronal [del Sol] y colisiones de asteroides".
El país toma su nombre de Asgard, reino de la mitología nórdica donde se encuentra el Valhalla, el paraíso de los guerreros caídos en combate. Con el lanzamiento de la página web y la cuenta de Twitter de Asgardia el pasado octubre, Ashurbeyli anunció que los primeros 100.000 solicitantes recibirían de inmediato la nacionalidad asgardiana; por supuesto, sin perder la suya propia. Pero la respuesta del público sobrepasó con creces las expectativas, cubriéndose el cupo en menos de dos días y quintuplicándose en menos de tres semanas.
Un país sin partidos políticos
El pasado día 13 de junio, Ashurbeyli celebró una nueva rueda de prensa en Hong Kong en la que repasó los progresos del proyecto desde su anterior comparecencia. En enero de este año, el fundador de Asgardia promulgó su primer decreto en el que se erigía como jefe de la nación con el voto de más de 150.000 asgardianos, con un mandato autolimitado a cinco años. En marzo se publicaba el borrador de la Constitución, que define el Reino Espacial de Asgardia como "la primera Nación Espacial independiente, libre, unitaria y social, transétnica y secular, basada en moralidad, justicia, paz y en la igual dignidad de todos los seres humanos, y que mira al futuro y al Universo infinito".
En su declaración a los medios, Ashurbeyli anunció unas próximas elecciones con el fin de formar gobierno y Parlamento en los próximos seis meses. Una refrescante novedad es que, según su Constitución, "Asgardia no tiene lugar para los partidos políticos". El gobierno estará compuesto por 12 carteras ministeriales, una de ellas dedicada a la ciencia, que será uno de los motores de la sociedad asgardiana. En los meses posteriores comenzarán a funcionar también los órganos judiciales, al tiempo que se trabaja en la puesta en marcha del sistema financiero, con el Solar como moneda virtual. La bandera, el escudo y el himno terminan de votarse estos días, un proceso en el que pueden participar los más de 240.000 asgardianos ya verificados; en el momento de escribir estas líneas, España aporta 5.745, siendo el octavo país en población de asgardianos.
Por su futura ubicación en el espacio orbitando la Tierra, una peculiaridad de Asgardia es que utilizará su propio calendario, inaugurado el pasado 1 de enero con el primer año asgardiano. Cada año se divide en 13 meses, todos con una duración de 28 días, cuatro semanas justas. El mes adicional, Asgard, se intercala entre junio y julio. Esto hace un total de 364 días; el 31 de diciembre no queda asignado a ningún mes, siendo una fiesta nacional llamada Year Day, o Día del Año. De este modo, cada año y cada mes comienzan en domingo, y todas las fechas caen cada año en el mismo día de la semana. El sistema se basa en el Calendario Fijo Internacional, ideado por el británico Moses Cotsworth en 1902 y que ha tenido fervientes defensores: el fundador de Kodak, George Eastman, lo mantuvo como oficial en su compañía desde 1928 hasta 1989.
Asgardia-1, la primera piedra
También en la reciente rueda de prensa, Ashurbeyli anunció el despegue el próximo 12 de septiembre del que será el primer territorio asgardiano, un satélite llamado Asgardia-1, que se lanzará aprovechando una misión no tripulada para llevar suministros a la Estación Espacial Internacional. El aparato será un CubeSat, un tipo de formato de satélites diminutos con forma de cubo de 10 centímetros de lado, según el sistema coinventado en 1999 por el español Jordi Puig-Suari, de la Universidad Estatal Politécnica de California. El Asgardia-1 estará formado por dos unidades CubeSat, con un tamaño total de 10x10x20 centímetros y casi tres kilos de peso.
El propósito del Asgardia-1 será establecer la primera presencia de los asgardianos en el espacio, aunque sólo digital. El satélite llevará una unidad de memoria de estado sólido de 512 GB en la que se grabarán los datos y archivos suministrados por los asgardianos. Según las reglas establecidas por Ashurbeyli, los primeros 100.000 ciudadanos de Asgardia que han aceptado la Constitución dispondrán cada uno de 500 KB. Los siguientes 400.000 podrán utilizar 200 KB, y el millón siguiente tendrá un espacio de 100 KB, todo ello gratis. Los datos del disco podrán actualizarse desde Tierra vía radio.
"Estos son días históricos, y vuestros nombres y datos permanecerán para siempre en la memoria de la nueva humanidad del espacio, ya que serán reinstalados en cada sucesivo satélite de Asgardia, constelaciones de satélites orbitales, en la Luna y en cualquier lugar del Universo; allí donde Asgardia esté", dijo Ashurbeyli en la rueda de prensa.
Por el momento, Asgardia aspira a obtener el reconocimiento de la ONU, e incluso del Comité Olímpico Internacional. Más adelante, sus promotores sueñan con crear "plataformas espaciales habitables" y escudos que protejan a los habitantes de la Tierra contra las amenazas. Lleve a donde lleve este proyecto, hay algo que hoy sí está claro: según afirma la página de preguntas frecuentes (FAQ) de la web, "Asgardia es una meritocracia: la gente que se ofrece voluntaria para trabajar más y aceptar más responsabilidades tendrá la oportunidad de ascender". Y esto, hoy en día, sí que es extraterrestre.