Siete curiosas aplicaciones de las impresoras en 3D: de pelo artificial a fetos humanos
Este método de impresión es uno de los grandes hitos de la etapa más reciente de la ciencia y sus utilidades son cada vez más sorprendentes.
2 julio, 2017 10:59Noticias relacionadas
Hoy en día, la humanidad se encuentra en una etapa dorada, gracias a grandes hallazgos científicos que han marcado un antes y un después en la que será la historia de la ciencia.
Desde la técnicas basadas en CRISPR-Cas9, que han permitido manipular el ADN como si fuesen cartulinas en las mano de un niño, hasta la impresión en 3D, que convierte en algo obsoleto a las impresoras tradicionales, son muchos los nuevos descubrimientos que han transformado la ciencia actual.
Precisamente estas últimas ofrecen un abanico de posibilidades inmenso. Además cada día se hace más grande, con nuevas aplicaciones de lo más diversas. Éstas son algunas de las más importantes:
Órganos humanos
Sí, imprimir un muñeco en tres dimensiones, como si de un documento en PDF se tratara es algo increíble. Pero lo sería aún más si tuviese aplicaciones que mejoraran la calidad de vida de los seres humanos.
Por eso, los científicos investigan todo tipo de opciones, como la impresión de órganos humanos. En un futuro, esta técnica podría solventar el problema de la falta de donaciones y las listas de espera para los trasplantes.
Por el momento se encuentra en fase de investigación, pero ya se han conseguido bastantes logros. Por ejemplu, un riñón totalmente funcional, capaz de filtrar sangre o un par de ovarios que permitieron a las ratas en las que se implantaron ovular y quedarse embarazadas.
Y aunque aún no se hayan implantado en pacientes humanos, sí que han podido utilizarse algunos de estos órganos en la práctica clínica. Éste es el caso de un cráneo diseñado por investigadores de la Universidad de Michigan que permitió a un equipo de cirujanos el ensayo previo a una delicada operación de tumor cerebral.
Fetos humanos
Similar al caso del cráneo es el de la elaboración de réplicas tridimensionales de fetos a partir de la información obtenida de las ecografías.
Además de ser una alternativa muy curiosa a la típica foto de la ecografía que se cuelga en la nevera, estas réplicas exactas, fabricadas por una empresa brasileña, permiten detectar malformaciones en el bebé mucho antes de que éste nazca.
Piel humana
Siguiendo con las aplicaciones biomédicas, otra opción es la impresión en 3D de piel humana, que hace mucho más sencillos los injertos que suelen realizarse después de accidentes como quemaduras.
El proceso fue desarrollado en enero por un equipo de investigadores de varios centros españoles. Ha sido posible gracias al uso de células dérmicas como materia prima para la impresión.
Lo mejor de todo es que no sólo sería apta para la realización de injertos, sino que también sería muy útil en cosmética. Imprimir piel permitiría el testeo de productos sin necesidad de recurrir a los animales, sobre los que tantos impedimentos éticos plantean.
Pelo
Ya sea por cambiar cada día de peinado sin ir a la peluquería, o para suplir la caída del pelo característica de ciertas enfermedades y tratamientos como la quimioterapia, la demanda de pelucas ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Las hay tanto de pelo natural como artificial. Las primeras requieren de un gran número de donaciones, mientras que las segundas a veces conllevan un proceso de elaboración largo y poco eficiente.
Por eso, en 2015 un equipo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon desarrolló una impresora en 3D capaz de sintetizar pelo artificial muy similar al natural.
El proceso es bastante rápido y se puede adaptar a todo tipo de materiales, según las necesidades del consumidor. Por esto se trata de una gran alternativa a los métodos tradicionales.
Comida
Todo buen científico, como todo buen cocinero, sabe que la ciencia y la cocina van de la mano, ya que las técnicas de una se pueden aplicar a la otra en muchísimos casos.
Por eso, no resulta extraño que una de las nuevas aplicaciones de las impresoras en 3D sea la elaboración de todo tipo de alimentos, desde pizzas hasta bombones.
El motivo de esta curiosa aplicación es la necesidad de nuevas alternativas a la gastronomía tradicional, especialmente para la fabricación de alimentos con texturas concretas. Esta aplicación sería útil para la alimentación de personas con problemas de masticación o incluso para astronautas.
Tan necesaria es esta última opción que la propia NASA ya ha desarrollado una impresora capaz de fabricar una sabrosa pizza que salvaría del hambre a estos viajeros espaciales.
Ropa
Aunque la cultura hipster está recuperando en parte la afición por confeccionar ropa sin necesidad de comprarla, en la actualidad son muy pocas las personas que saben coser.
Sin embargo, no saber no implica no querer elaborar la ropa en casa, sin gastarse un dineral en las tiendas o hacer colas inmensas en probadores.
Por eso, las impresoras de ropa en 3D son un gran invento, que lleva varios años en proyecto, aunque cada vez avanza más deprisa hacia la posibilidad de llegar al mercado para uso particular.
Se trata de máquinas conectadas a un ordenador en el que se puede hacer el diseño, para después imprimirlo capa a capa con el tejido deseado.
Eso sí, el precio, que en un principio se encontraría cerca de los 5.000 dólares no sería apto para todos los bolsillos. Pero ¿quién sabe? Quizás dentro de unos años la cifra baje hasta convertirlo en un producto mucho más accesible. Hasta entonces, habrá que conformarse con máquina de coser, aguja, hilo y mucha maña.
Tatuajes
Tatuarse la piel es una decisión muy importante, pues supone grabar en la piel un dibujo que se encontrará ahí de por vida.
Por eso, es muy importante elegir bien el diseño, pero también el tatuador. Y es que si éste no tiene la precisión adecuada, el resultado final podría ser un verdadero desastre.
Con el fin de evitar este problema, el estudio de diseño francés Appropiate Audicences elaboró en 2015 una impresora en 3D que, unida a una aguja de tatuar, elabora tatuajes de todo tipo, con la precisión del mejor de los tatuadores. La decisión sigue siendo complicada, pero sin duda se elimina uno de los factores más conflictivos, dejando más tiempo para seleccionar el modelo. Un gran avance, desde luego.