El 'detective de huesos' granadino halla el primer cáncer de mama de la Historia
La momia de una mujer que vivió dos mil años antes de Jesucristo sufría este mal, revela el equipo del antropólogo Miguel Cecilio Botella.
7 diciembre, 2017 14:57Noticias relacionadas
Los dos casos más antiguos de cáncer de mama y mieloma múltiple - un tipo de cáncer de la médula ósea - de la historia han sido descubiertos en dos momias halladas en la necrópolis de época faraónica de Qubbet el Hawa, en Asuán (Egipto). En el hallazgo ha participado el grupo de antropólogos de la Universidad de Granada dirigidos por el catedrático Miguel Cecilio Botella López, del departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física, y bautizado como 'el detective de huesos humanos' por su trabajo forense.
Los investigadores han utilizado la técnica de la tomografía computerizada (TAC), que obtiene mejores resultados en el análisis de momias que los métodos tradicionales, que provocan destrucción al menos parcial de los vendajes y del cuerpo. Las imágenes se obtuvieron en el Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Asuán por el equipo del Dr. Mamoun, mediante un escáner de última generación capaz de realizar 124 cortes tomográficos simultáneos y precisos. En Granada se ha contado con la ayuda de los miembros del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario del PTS.
Los restos estaba muy deteriorados, pero se ha podido determinar que murieron estarían en torno a 2000 a.C para la mujer con cáncer de mama y 1800 a.C. para el hombre con mieloma múltiple. Ambos pertenecieron a la clase dirigente, o al menos acomodada, de Elefantina, la actual Asuán. "Se puede afirmar también que pertenecían a una sociedad avanzada, con recursos suficientes como para cuidar y apoyar a estas personas durante el largo tiempo de la evolución de su enfermedad, incurable y sin tratamiento en esa época" - asegura la UGR.
Otras dos momias de la Baja Época, más recientes y mejor conservadas, han sido escaneadas, permitiendo comprobar que se trataban de un niño que murió a los nueve años y una chica que falleció en la adolescencia. Tanto los cuerpos como los vendajes y las máscaras mortuorias estaban mucho mejor preservadas debido al perfeccionamiento de las técnicas de embalsamado en los siglos transcurridos, lo que ha permitido realizar una reconstrucción 3-D de sus rostros.
¿De que murieron los dos menores? "No se han identificado huellas de enfermedad alguna en las momias de Baja Época, por lo que se estima como causa de muerte más probable para ambos un proceso infeccioso agudo, ya que estas enfermedades se resuelven en poco tiempo con la curación o con la muerte y por eso no dejan señales en los huesos" - explica la UGR. "En la antigüedad fueron la causa más frecuente de las defunciones, y aún ahora lo siguen siendo en el conjunto del mundo, a pesar de las decisivas incorporaciones del arsenal terapéutico del que se dispone".