Son muchas las teorías y leyendas que rodean a Leonardo da Vinci y a sus cuadros. De hecho, de la Mona Lisa, su retrato más famoso, se ha dicho que tenía hipotiroidismo, que podía tener el colesterol disparado, o que -ahí es nada- padecía sífilis. Todas estas rocambolescas conjeturas se basan en la interpretación que distintos investigadores han hecho de los detalles que dejó a través de sus pinceladas el artista italiano.
Ahora, una investigación publicada en la revista JAMA Ophthalmology da una nueva vuelta de tuerca a la leyenda de uno de los pintores más famosos de todos los tiempos. Según este trabajo realizado por un profesor de la facultad de Optometría y Ciencias de la Visión de la Universidad de la City de Londres, Leonardo da Vinci padecía estrabismo divergente, un trastorno que se caracteriza por la desviación del alineamiento de los ojos hacia afuera.
Christopher W. Tyler, que así se llama el científico que sostiene tan singular hipótesis, analizó distintas obras de arte en las que se supone que Da Vinci está representado, algunas que él mismo realizó. Según Tyler, se evidencia el grado más agudo de estrabismo en las pinturas San Juan Bautista y en Salvator Mundi, dos cuadros que, según este investigador británico, podrían representar al propio Da Vinci. El profesor también sostiene que en El Hombre de Vitruvio y en Autorretrato también se aprecia esta desviación, aunque en un menor grado.
La cosa no queda aquí. Tyler también sostiene que dos esculturas (el David y el Joven Guerrero) creadas por el que fuera maestro de Leonardo da Vinci, Andrea del Verrocchio, también evidencian la misma desviación en los ojos. Según el investigador, Verrocchio podría haber retratado la mirada del genial artista en estas obras históricas.
El trabajo no señala que la exotropía de Da Vinci supusiera un problema, sino todo lo contrario. "Se piensa que algunas formas de estrabismo facilitan el trabajo artístico al suprimir el ojo que se desvía, lo que crea una visión monocular bidimensional ventajosa para la pintura y el dibujo", señala el estudio. Esto podría explicar, siempre según el investigador, su capacidad para representar los aspectos tridimensionales de caras y objetos en el mundo y la profundidad de las escenas montañosas.
El artículo, publicado este jueves, ha causado cierto revuelo y distintos investigadores y especialistas no han dudado en cuestionar los resultados del mismo debido a que ni siquiera puede asegurarse que Leonardo Da Vinci estuviese representado en estas obras.