Investigadores de las universidades de Lausana (Suiza) y Burdeos (Francia), en colaboración con el sistema sanitario francés (Inserm), han logrado desarrollar un dispositivo de prótesis neurológica que permite corregir los trastornos al caminar que sufren los enfermos de párkinson. El primer ensayo clínico ha permitido que un paciente de 62, Marc, que fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson a los treinta, pueda andar de nuevo con comodidad, confianza y sin miedo a caerse.

Los trastornos de la función motriz se dan en cerca del 90% de los pacientes que sufren un caso de párkinson avanzado, señalan los autores, y los tratamientos actuales no suelen ser efectivos. En el caso de Marc, ni las inyecciones de dopamina ni la electroestimulación que recibía desde 2004 mejoraban ya sus síntomas. "Prácticamente ya no podía caminar sin caerme con frecuencia, varias veces al día. En algunas situaciones, como al entrar en un ascensor, me tropezaba y me quedaba ahí paralizado, diríamos", explica.

Grégoire Courtine, profesor de neurociencia en la universidad de Lausana, detalla la idea tras el ensayo que ahora publica Nature Medicine. "Llevamos varios años trabajando en el tratamiento de la parálisis provocada por las lesiones de médula espinal, y de ahí surgió la idea de un neuroimplante que la estimule mediante electricidad para corregir los trastornos locomotores en pacientes de párkinson". Al contrario que otros tratamientos que inciden en las regiones cerebrales afectadas por la pérdida de neuronas productoras de dopamina, la prótesis neurológica activaría el área que controla los nervios de los músculos de las piernas al andar.

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"Es impresionante comprobar cómo la estimulación eléctrica de la médula espinal concentrada en una región concreta, tal y cómo hemos hecho con pacientes parapléjicos, puede ayudarnos a corregir trastornos motores provocados por la enfermedad de Parkinson", explica Jocelyne Bloch, neurocirujana, profesora de la universidad y codirectora del centro .NeuroRestore junto a Courtine.

El doctor Erwan Bezard, neurocientífico del Inserm y el CNRS francés en la universidad de Burdeos, puso en contacto a Marc con los investigadores. La operación se realizó en el Hospital Universitario de Lausana (CHUV), consistente en una red de electrodos implantada en la región de la médula que controla los músculos de las piernas, y un generador de impulsos eléctricos implantado bajo la piel en la región abdominal. Mediante una programación sincronizada de estimulaciones que se acompasan en tiempo real a sus movimientos, Marc ha visto cómo su trastorno motriz se aliviaba rápidamente.

Un paciente de párkinson vuelve a caminar gracias a un neuroimplante

Tras varias semanas de rehabilitación y entrenamiento en el uso de la prótesis neurológica, el paciente puede caminar ahora casi con total normalidad. La suele usar durante unas ocho diarias, apagándola a la hora de dormir o cuando va a pasar mucho tiempo sentado. "Activo la estimulación por la mañana y la apago por la noche. Esto me ayuda a andar mejor y a estabilizarme. A día de hoy, ya ni siquiera me dan miedo las escaleras. Todos los domingos me voy a lago y camino hasta seis kilómetros. ¡Es increíble!".

La neuroprótesis abre la puerta a nuevos tratamientos para los síntomas de enfermedades degenerativas que provocan alteraciones de la motricidad, pero los investigadores advierten que el ensayo ha sido exitoso de momento en un único paciente. El dispositivo que lleva Marc, además, deberá ser optimizado para su producción y aplicación en masa

Courtine and Bloch ya han anunciado una sociedad con ONWARD Medical para llegar a diseñar una versión comercial del dispositivo, con todas las funcionalidades para un uso óptimo diario. "Nuestra ambición es proporcionar un acceso generalizado a esta nueva tecnología, que mejorará significativamente la calidad de vida de los pacientes de párkinson en todo el mundo".