Investigadores de la Universidad Estatal de Pennsilvania (Penn State) anuncian el descubrimiento de un planeta 'imposible': es mucho más grande de lo que su sol, una estrella enana roja, le permitiría ser, según las teorías en vigor sobre la formación planetaria. Según el artículo que publica la revista Science, este exoplaneta tiene 13 veces la masa de la Tierra pero orbita la estrella 'superfría' LHS 3154, que tiene una masa nueve veces menor que la de nuestro Sol.
Así, la relación entre la masa de LHS 3154b -el planeta recién descubierto- y la de su estrella es 100 veces mayor que la que se da entre la Tierra y el Sol. Se trata del planeta de mayor masa hallado nunca en la proximidad de una enana roja, las más pequeñas y frías de todas las estrellas. "Nos hace darnos cuenta de lo poco que sabemos realmente sobre el Universo", explica Suvrath Mahadevan, profesor de Astronomía y Astrofísica en Penn State.
"No esperábamos que un planeta tan pesado pudiera existir alrededor de una estrella con tan poca masa", prosigue Mahadevan. Al igual que en nuestro Sistema Solar, se formó a partir de las grandes nubes de gas y polvo que orbitaban la estrella como discos de materia. "Pero el disco formado alrededor de LHS 3154 no debería haber tenido suficiente masa para formar este planeta. Y sin embargo, ahí está, por lo que debemos revisar nuestra teoría sobre cómo se forman".
Los investigadores descubrieron el planeta usando una herramienta desarrollada en el propio laboratorio de Mahadevan, el Buscador de Planetas en Zonas Habitables (HPF por sus siglas en inglés). Esta herramienta busca exoplanetas que orbiten las estrellas más frías en el exterior de nuestro sistema solar, a una distancia en la que sea posible que tengan agua líquida, el ingrediente clave de la vida, en su superficie. La combinación entre esos elementos es idónea, explica el investigador, para encontrar mundos con esas características a tanta distancia.
"Imagina que la estrella es un fuego de campamento. A medida que el fuego se va apagando, tienes que acercarte más para calentarte. A los planetas les pasa lo mismo. Si la estrella se enfría, su órbita va a tener que ser más cercana para que su superficie sea lo bastante cálida como para contener agua líquida", explica el investigador. El HPF será capaz de detectarlo por las sutiles variaciones en el espectro de la estrella o la luz que emite cuando el exoplaneta pase frente a ella.
"En base a lo que hemos ido descubriendo con el HPF y otros instrumentos, asumimos que un objeto como el que hemos descubierto es extremadamente raro, por lo que detectarlo es muy emocionante", explica la investigadora Megan Delamer. "Nuestras teorías sobre la formación de planetas están en apuros para explicar lo que estamos viendo". En el caso de LHS 3154b, su denso núcleo planetario requeriría más materia de la que el disco formado alrededor de la estrella podría proveer.
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Además, la relación polvo-masa y polvo-gas en el disco formado alrededor de estrellas como LHS 3154 cuando eran jóvenes y recién formadas debería haber sido diez veces mayor a lo observado para formar un planeta con una masa equiparable a la del recién descubierto por el equipo. "Este es exactamente el motivo por el que construimos el HPF, para descubrir cómo las estrellas más comunes de nuestra galaxias forman los planetas, y para poner a prueba nuestras hipótesis", concluye Mahadevan.