El núcleo de la Tierra supone una de las mayores incógnitas para la comunidad científica. Una reciente investigación descubrió que el núcleo terrestre tiene una fuga en antiguas colas de lava procedentes de la isla de Baffin (Canadá). Ahora, un nuevo estudio ha detectado una extraña señal que confirma que los movimientos de las capas de la Tierra afectan a cuestiones tan 'cotidiana' como la duración de los días.
El equipo de investigadores, que ha publicado su trabajo en la revista Nature Communications, asegura que han resuelto el mayor misterio del interior de la Tierra, al descubrir que el núcleo interno se mueve a un ritmo que se repite cada 8,5 años. Este hallazgo confirma las mediciones que los propios científicos realizaron en 2018.
Aquel año, el grupo liderado por el geofísico Hao Ding analizó cómo el movimiento de los polos de la Tierra cambia con el tiempo. Fue entonces cuando hallaron que existía un patrón que se repetía cada 8,5 años. En esta ocasión, se han reafirmado en su descubrimiento, comprobando que el patrón, que representa el movimiento del núcleo interno, varía la duración del día.
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El conocimiento que teníamos hasta la fecha del núcleo interno y sus movimientos provenía únicamente de las ondas producidas por los terremotos y las bombas nucleares. No obstante, conocer el núcleo interno y sus movimientos es imprescindible para poder desentrañar los misterios que esconde la Tierra, así como el campo magnético.
Inclinación del núcleo
El análisis de los movimientos también les ha servido para descubrir que el núcleo está inclinado alrededor de 17 grados con respecto al manto. De esta forma, se rebate la idea actual de que la inclinación es mucho mayor y que el giro del núcleo coincide con el del manto. También demuestra que el núcleo no es una esfera perfecta, siendo más densa en la parte del noroeste.
"Estas desviaciones ofrecen limitaciones valiosas para el modelo de densidad 3D del manto", indica Ding en un comunicado de prensa, "destacando posibles desviaciones de una forma perfectamente esférica, que se ha calculado utilizando teorías tradicionales".
Tanto la inclinación como la oscilación generan un efecto dominó. Esto es, el patrón de oscilación del núcleo de la Tierra provoca que los cambios en la rotación de la Tierra y la duración del día. También puede explicar otros fenómenos como las variaciones en el campo magnético terrestre.
"La inclinación estática también puede provocar un cierto cambio en la forma del núcleo líquido, lo que resultaría en un cambio en el movimiento del fluido y un cambio correspondiente en el campo geomagnético", explica Ding.
No es la única teoría
Otras investigaciones ya han demostrado que el campo magnético de la Tierra se encuentra en movimiento, y que el campo gravitacional del manto provoca que el núcleo interno se balancee como un péndulo cada 70 años. Esto puede deberse a que la superficie del núcleo no sea estática.
El movimiento del núcleo interno sigue siendo una de las cuestiones más difíciles de resolver para la comunidad científica. El citado estudio, eso sí, puede ayudar a resolver algunas de las incógnitas que se plantean al respecto. "Nuestro objetivo es profundizar en la oscilación y la rotación del núcleo de la Tierra, buscando evidencias sobre estas teorías conceptuales que son y pueden ser difíciles de coexistir", remacha Ding.