'ReTro', un macaco rhésus de dos años de edad, no es noticia por tratarse de un clon: no es el primer animal nacido por la tecnología de transferencia de núcleos de células somáticas, comenzando por la archifamosa oveja Dolly. Es un hito científico precisamente por haber podido celebrar su segundo cumpleaños con buena salud. Hasta ahora, los ejemplares de mamíferos obtenidos de esta manera han tenido una esperanza de vida muy corta, al sufrir trastornos en su desarrollo orgánico.
La clonación mediante la transferencia de núcleos de células somáticas es el salto más ambicioso dentro de esta línea de investigación. Al contrario que células las células madre embrionarias que produce el blastocito inmediatamente tras la fecundación, las células somáticas se encuentran también en adultos y de forma extendida en el organismo, como por ejemplo en la piel. Contienen las 'instrucciones' genéticas para fabricar al individuo, pero son incapaces de hacerlo por sí mismas.
El éxito en la gestación de ReTro, explican los autores, radica en la producción de un embrión viable a partir de la célula somática de un progenitor, y proporcionarle a continuación una placenta viable. Hasta ahora, esta técnica registraba un nivel de éxito muy bajo al aplicarla en investigación con ejemplares de macacos cangrejeros, como ocurrió recientemente con el primer mono quimera: de 200 hembras implantadas apenas se lograron doce embarazos y seis partos con vida.
Las crías así obtenidas, además, apenas sobrevivieron unos días. El único macaco rhésus clonado nacido con anterioridad a ReTro falleció de muerte perinatal. En el artículo que publican en Nature Communications, los autores confirman que sigue con vida y buena salud pasados los dos años. El logro, destacan, ayuda a entender mejor los mecanismos de la reproducción de primates por clonación y permitirá aumentar la eficacia del procedimiento.
El equipo de Qiang Sun, de la Academia de Ciencias China en Shangái, partió de bases de datos epigenéticos de blastocitos producidos por fecundación in vitro, unos embriones que, como en el caso de los seres humanos, permite la gestación de fetos saludables. A continuación, realizó un análisis comparativo con los obtenidos mediante clonación por transferencia de núcleos de células somáticas.
Esto les permitió determinar qué anormalidades aparecían en el proceso por el que el embrión clonado y su placenta acceden a la información genética que determina su desarrollo. Además, monitorizaron el tamaño y la forma de las placentas a medida que crecían en las madres que habían recibido la implantación. De este modo, los investigadores desarrollaron un método para proporcionar al embrión clonado una placenta saludable.
"El éxito lo obtienen al combinar el tratamiento de los embriones clonados con Tricostatina A (un inhibidor de histonas deacetilasas) y con Kdm4d (una histona demetilasa), ambos ya usados en la clonación anterior del macaco cangrejero y encaminados a alterar el estado epigenético de los embriones clonados, con un sofisticado método de reemplazo del trofoblasto, las células que rodean a la masa interna celular en el blastocisto y que más tarde darán lugar a la placenta", explica Lluís Montoliu, investigador en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y en el CIBERER-ISCIII, en declaraciones a Science Media Center.
Mediante esta intervención durante el tratamiento, el macho ReTro vio finalmente la luz como una cría sana que sigue desarrollándose con normalidad. Aunque es un único individuo obtenido de esta manera, los autores celebran los resultados 'prometedores' y plantean que el desarrollo de esta estrategia puede conducir a métodos más eficaces y seguros de clonación de primates. Sin embargo, según recuerda Montoliu, es "un animal clonado que sobrevive a partir de 113 embriones iniciales, menos del 1 %".