El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado este jueves en la sede central del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC). El principal objetivo, como ha recalcado el líder del Ejecutivo, será que la voz de los científicos sea escuchada de forma integral en las administraciones.
Durante los próximos meses, se espera incorporar a más de medio centenar de asesores científicos en la administración. Los 22 ministerios (incluido el de Ciencia, Innovación y Universidades) contarán con un asesor científico con el que mejorar la asesoría en la toma de decisiones políticas. También se ha puesto en marcha un programa de estancias, con el que varias decenas de científicos atenderán a las peticiones de las distintas carteras ministeriales en períodos de seis meses.
Todos ellos estarán coordinador por la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC), que estará formada por un total de 12 asesores, dirigidos por el sociólogo Josep Lobera, quien fuera mano derecha de Diana Morant en el Ministerio de Ciencia. Aunque la nueva oficina se creó a principios de este año, desde el Gobierno esperan cubrir todas las plazas ofertadas a la vuelta del verano, empezando por aquellos asesores que trabajarán para el ministerio.
Cuál es el objetivo
Las nuevas medidas han sido anunciadas por el presidente del Gobierno como "un hito transformador" con el que generar un ecosistema nacional de asesoramiento científico que tienda puentes entre las administraciones y el mundo de la evidencia científica.
Si bien ya existen experiencias de asesoramiento científico, la ONAC se crea para dotarlas de estructura y método para volverlas más eficientes, reforzar sus contactos con los ministerios correspondientes y extenderlas por el conjunto de la Administración General del Estado.
Su creación se basa en el reglamento de la Comisión Europea que establece que cada Estado miembro se asegurará de que las autoridades competentes dispongan de asistencia científica suficiente e indpendiente. No obstante, España se convierte en el primero de la Unión Europea que cuenta con una oficina de estas características. Sí que se suma a la lista de otros países a nivel mundial: Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Japón y Nueva Zelanda
Qué hace la ONAC
Tal y como explican desde la propia web de la ONAC, su finalidad no será la de "producir ciencia ni dictar políticas públicas". "Nuestro objetivo es crear, gestionar y coordinar mecanismos institucionales para promover la toma de decisiones informadas a través del conocimiento científico por parte de los responsables públicos".
Así, la ONAC no sólo impulsará la presencia de asesores científicos en cada uno de los ministerios del Gobierno, sino que buscará definir protocolos para el asesoramiento científico en diferentes situaciones. También pretende promover proyectos de investigación que respondan a necesidades de asesoramiento científico de los distintos departamentos.
Además de crear la figura del asesor científico en cada uno de los ministerios, se creará una unidad de apoyo, con sede en el CSIC, que colaborará con investigadores de toda España para acercar la ciencia a las políticas públicas.
También se impulsarán alianzas entre la comunidad científica y las administraciones públicas con convocatorias para analizar datos, ensayar políticas públicas, e incluso para que los investigadores realicen instancias. El último objetivo consistirá en diseñar protocolos de asesoramiento científico que permitan responder a crisis y emergencias, así como apoyar la toma de decisiones y anticipar futuros retos.
Quiénes formarán la ONAC
La ONAC coordinará un total de entre 50 y 80 científicos cuya plaza se espera cubrir después del verano. En la oficina sólo trabajarán 12 asesores, pues el resto se incorporarán a las distintas administraciones. Al medio centenar de asesores permanentes se sumarán varias decenas de científicos que se realizarán estancias de medio año en el Gobierno, como asesores de asuntos concretos a petición de cada ministerio.
En la ONAC sólo trabajarán 12 asesores, que estarán liderados por el sociólogo Josep Lobera, quien fuera antigua mano derecha de la actual ministra de Ciencia. Con su nombramiento, se ha buscado evitar el nombramiento de un científico muy reconocido, sino que pretenden generar un equipo que desde el mundo científico sepa cómo convertir sus investigaciones en medidas concretas.
El nuevo ecosistema contará con canales institucionales encargados de establecer cómo se recaba el asesoramiento científico, qué principios éticos y metodológicos se siguen y cómo se financia ese ejercicio. También se aspira a que los investigadores tengan acceso a bases de dartos ministeriales para el diseño de políticas públicas basadas en la evidencia.
Este proyecto, que se ha estado diseñando durante casi dos años, pretende tener a los mejores científicos a disposición de la administración para que el rigor científico en la toma de decisiones políticas sea el de mayor nivel.