El estado de excepción impuesto por François Hollande tras los atentados del 13 de noviembre ha pillado a contrapié a muchas organizaciones ecologistas. Como en cada Cumbre del Clima, éstas querían organizar manifestaciones y eventos paralelos para presionar a los líderes mundiales y obtener un acuerdo más ambicioso.
Ayer, en la jornada previa, hubo algunos altercados entre manifestantes y fuerzas de seguridad en los alrededores de la Plaza de la República. Otros dejaron sus zapatos de forma testimonial para demostrar al mundo que, pese a las prohibiciones, estaban allí.
La organización británica Brandalism, por su parte, ha optado por llenar las paradas de autobús de París de 600 piezas de street art para reivindicar la importancia de lograr un acuerdo ambicioso en la COP21.