La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha comprometido con sus homólogos de París y Ciudad de México a prohibir los vehículos con motores de diésel en 2025, como parte de un acuerdo sin precedentes para mejorar la calidad del aire para sus ciudadanos.
Las ciudades también se han comprometido a incentivar el uso de vehículos alternativos y promover los desplazamientos a pie y las infraestructuras para bicicletas. Este revolucionario compromiso capaz de cambiar el mercado fue alcanzado este jueves en la Cumbre de Alcaldes en Ciudad de México.
De acuerdo con la OMS, actualmente se producen tres millones de muertes al año en todo el mundo relacionadas con la exposición a la contaminación atmosférica, y la mayoría de estos decesos ocurre en las ciudades.
"Los representantes municipales nos hemos desmarcado para ratificar que el cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos", dijo Anne Hidalgo, alcaldesa de París y nueva presidenta del grupo de liderazgo contra el cambio climático de ciudades C40. "Hoy, alzamos la voz para anunciar que no seguiremos tolerando la contaminación atmosférica y los problemas de salud y muertes que provoca, especialmente entre nuestros ciudadanos más vulnerables. Los grandes problemas como la contaminación atmosférica requieren grandes acciones para hacerles frente. Por ello, pedimos a los productores de coches y autobuses que se unan a nosotros".
Los habitantes de la ciudades alrededor del mundo están uniéndose al llamamiento por un aire más limpio a través de una petición global que exige que los fabricantes de vehículos tomen el liderazgo en la transformación de la calidad del aire. Los ciudadanos instan a las compañías a dejar de producir vehículos diésel para 2025 y que contribuyan a una rápida transición hacia vehículos eléctricos, de hidrógeno e híbridos.
"No es ningún secreto que en Ciudad de México nos enfrentamos a dos problemas que van unidos: la contaminación atmosférica y el tráfico", dijo el jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. "Con el desarrollo de opciones de transporte alternativas como nuestro sistema de metro y nuestro autobús de tránsito rápido y con la inversión en una infraestructura para bicicletas, trabajamos para reducir la congestión de nuestras carreteras y de nuestros pulmones".
Las políticas para la mejora de la calidad del aire, como los sistemas de transporte sin carburantes y la promoción de opciones de transporte alternativas, también ayudan a las ciudades a cumplir las ambiciosas propuestas del Acuerdo de París.
"La calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades está directamente relacionada con nuestras acciones contra el cambio climático", enunció la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. "Al reducir las emisiones de gas invernadero que generan nuestras ciudades, el aire que respiramos es más limpio y nuestros hijos, nuestros mayores y, en general, nuestros ciudadanos, estarán más sanos".
C40 también ha anunciado que colaborará con la Organización Mundial de la Salud y la Coalición Clima y Aire Limpio (Climate and Clean Air Coalition, CCAC) en el apoyo a la campaña Respira la vida 2030. Esta campaña internacional ayudará a los gobiernos municipales a reducir las emisiones dañinas de los sectores energéticos, de tratamiento de residuos y de transporte, y tratará de movilizar la acción ciudadana.
"El 92 % de la población mundial vive en lugares donde los niveles de contaminación atmosférica superan el nivel establecido por la OMS. El hollín procedente de vehículos diésel se encuentra entre los grandes contribuyentes que dañan la salud y favorecen el calentamiento global. Pero tenemos muchas soluciones que funcionan", dijo Helena Molin Valdés, Directora de CCAC. "Al trabajar con C40 cities y otros socios, podemos ayudar a las ciudades a trabajar juntas, identificar e implementar las soluciones más efectivas para mejorar rápidamente la calidad del aire y alcanzar la meta de la campaña BreatheLife que busca reducir a la mitad las muertes por contaminación del aire para 2030".