Diez especies salvadas de la extinción: del caballo mongol al ñu azul
Las iniciativas conservacionistas han puesto fuera de peligros a varios animales, pero muchos otros siguen amenazados.
23 enero, 2017 02:15Noticias relacionadas
Primero fue la jirafa y después, el guepardo. Dos de las especies más icónicas del planeta han lanzado un mensaje de SOS: o las protegemos o van a desaparecer. Hace unas semanas, un estudio publicado en la revista PNAS alertaba de que sólo quedan 7.100 guepardos (Acinonyx jubatus) en todo el mundo.
La situación de la jirafa (Giraffa camelopardalis) no es mucho mejor, pues su población ha caído alrededor de un 40% desde 1985, según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés). Ambos animales están incluidos en la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora esta organización, autoridad mundial en la protección de la biodiversidad.
Los expertos piden a la IUCN que revise la situación del guepardo y lo catalogue como "en peligro", pues ha empeorado su actual posición de "vulnerable", una categoría a la que ha ascendido la jirafa, que partía de un estado de preocupación menor.
La pregunta es, ¿sirven realmente estos esfuerzos proteccionistas para evitar que se extingan las especies? Tras analizar diferentes clasificaciones internacionales y consultar con científicos, en EL ESPAÑOL hemos elaborado una lista de diez especies cuya población ha mejorado e incluso se ha salvado de un final fatal gracias a las medidas de protección.
"¿Cómo sería el mundo si no tomáramos medidas conservacionistas? La respuesta es que, aunque la biodiversidad esté disminuyendo por todo tipo de presiones, la situación sería mucho peor si no hubiéramos hecho nada", asegura a este diario Michael Hoffmann, miembro de la Comisión de Supervivencia de Especies de la IUCN.
La ballena gris
Desde hace unas décadas, este gigante marino surca la costa norteamericana del Pacífico sin miedo a ser arponeado por los buques balleneros. La regulación de la caza comercial ha conseguido que la ballena gris (Eschrichtius robustus) pase de ser una especie en peligro de extinción a estar catalogada por la IUCN como "preocupación menor".
"La decisión se tomó, en parte, porque la población ha crecido continuamente hasta alcanzar su presunto tamaño original, previo a la era de la caza ballenera", explica a EL ESPAÑOL Manolo Castellote, investigador en el Laboratorio de Mamíferos Marinos de la Administración Nacional y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés). Según datos de esta agencia científica, la población de la costa norteamericana crece a un ritmo del 2,5% y se sitúa en torno a los 26.600 ejemplares.
Sin embargo, el biólogo marino recuerda que, aunque esta población (la del Pacífico noreste) haya conseguido salir de la lista crítica, las ballenas grises del Pacífico noroeste (la costa asiática) siguen en grave peligro de extinción, pues apenas quedan 100.
La principal amenaza de estos cetáceos –que pueden llegar a medir 15 metros de longitud y pesar 35.000 kilogramos– son los choques con los buques mercantes. "Parece que la ballena gris no es lo suficientemente ágil como para evitar la colisión, algo que puede estar relacionado con un aumento del ruido ambiente general debido al aumento del tráfico marítimo, que dificulta a las ballenas localizar el buque en rumbo de colisión", baraja Castellote.
El lince ibérico
Hace 15 años, apenas quedaban un centenar de linces ibéricos (Lynx pardinus) en libertad. El año pasado, la población ascendió hasta 440 según datos de Life+Iberlince. Un crecimiento sostenido que ha conseguido sacar a la especie del nivel "en peligro crítico". Hoy se encuentra en la categoría "en peligro".
"Podemos decir que la especie ha salido de la UCI pero está ingresada en planta y mantiene la gravedad, aunque evoluciona favorablemente", señala a EL ESPAÑOL José A. Godoy, investigador científico de la Estación Biológica de Doñana (CSIC).
En 2002, los ejemplares –que fundamentalmente se reparten entre Sierra Morena y Doñana– vivieron su momento más crítico, al borde de la extinción. El esfuerzo de las administraciones autonómicas y estatales, con el asesoramiento científico y el apoyo económico, sobre todo por parte de la Unión Europea (con sus proyectos LIFE), consiguieron salvar a la especie de un destino fatal.
Entre las medidas que se llevaron a cabo destaca el programa de conservación ex situ, con el que se consiguió que nacieran los primeros linces en cautividad en 2006. "La viabilidad de la especie está lejos de ser asegurada y va a depender del éxito de las reintroducciones en marcha, es decir, de que estas poblaciones se establezcan, crezcan rápidamente y consigan conectar entre sí", apunta Godoy.
El oso panda gigante
El año pasado, el oso panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) logró pasar de estar catalogado como "en peligro" a "vulnerable". Según los datos de la IUCN actualmente existen unos 1.864 ejemplares. Una buena noticia porque significa que su población se está recuperando, pero no lo suficiente como para no estar vigilada.
"El hecho de que la especie haya descendido de categoría supone un avance y que el riesgo de extinción sea menor", comenta a EL ESPAÑOL Luis Suárez, responsable de Especies en WWF. "Pero la situación sigue siendo de cierta preocupación puesto que el total de pandas en estado salvaje sigue siendo bajo, su población sigue estando fragmentada y, en parte, vive en zonas no protegidas", añade.
La reforestación y la protección de los bosques chinos en los que habita, junto a los esfuerzos del gigante asiático por proteger a la especie han dado sus frutos, pero no serán suficientes de cara al futuro. En los próximos 80 años el cambio climático acabará con el 35% de los bosques de bambú en los que vive el mamífero. Y no es su única amenaza.
"Un tercio de la población habita en zonas que no cuentan con ningún tipo de protección. Esto unido a la fragmentación del territorio y al hecho de que la especie depende de los bosques de bambú donde se alimenta hace que su futuro sea aún incierto", alerta Suárez.
El águila imperial ibérica
En nuestros cielos tenemos la suerte de poder contemplar el majestuoso vuelo del águila imperial ibérica (Aquila adalberti). Tras muchos esfuerzos de las organizaciones conservacionistas, autoridades nacionales y autonómicas, la especie ha pasado de estar "en peligro" a ser "vulnerable".
"Aunque todavía no podemos decir que haya salido del riesgo de extinción, el número de parejas reproductoras ha mejorado sensiblemente a más de 400 y ha aumentado su área de distribución en la península ibérica, llegando a criar ya en Portugal", destaca a EL ESPAÑOL Nicolás López-Jiménez, responsable de Especies Amenazadas de SEO/BirdLife.
Esta rapaz, endémica de la península, habita en la zona suroccidental, sobre todo en sierras con formaciones de monte mediterráneo y, en menor medida, en pinares del Sistema Central. Entre 2001 y 2012 la población española se calcula que creció un 135% según datos de BirdLife Internacional.
Sus principales amenazas son las electrocuciones por el tendido eléctrico y el veneno, las dos causas más importantes de muerte no natural. "Se sigue viendo afectada por las electrocuciones y envenenamientos pero su población ha dejado de descender para experimentar un ligero aumento después de años y muchos esfuerzos", alienta López-Jiménez.
El rinoceronte de Java
Nadie sabe a ciencia cierta cuántos rinocerontes de Java (Rhinoceros sondaicus) quedan en el mundo. Algunas estimaciones calculan que podrían rondar los 70, una cifra bajísima que provoca que la especie esté catalogada como "en peligro crítico". A pesar de su trágica situación la buena noticia es que no se ha extinguido, algo que habría ocurrido si no llega a protegerse. Así lo revela un estudio publicado en la revista Conservation Biology.
"Nuestra investigación muestra que sin medidas conservacionistas cerca de 150 ungulados habrían retrocedido una categoría en la Lista Roja de la IUCN entre 1996 y 2008", declara a EL ESPAÑOL Michael Hoffmann, miembro de la Comisión de Supervivencia de Especies de la IUCN y autor principal del trabajo.
De las especies destacan seis que se habrían extinguido, entre ellas el rinoceronte indio (Rhinoceros unicornis) y el de Java. De hecho, en Vietnam, uno de los lugares donde habitaba este último, los expertos creen que ya ha desaparecido. Según el estudio, en la primera década del 2000 cesaron los esfuerzos conservacionistas para proteger a la especie en el país, lo que podría haber acabado con su población en esa región.
La principal amenaza a la que se enfrentan los rinocerontes son los cazadores furtivos, que aniquilan a los ejemplares para llevarse su preciado cuerno, muy demandado en el mercado asiático. "Herramientas como la Lista Roja nos ayudan a dar forma a las políticas, identificar hábitats y lugares clave para las especies, recaudar fondos y monitorizar nuestras intervenciones", afirma Hoffmann.
El ñu azul
Aunque hoy el ñu azul (Connochaetes taurinus) parece estar lejos de la extinción –está catalogado como especie de "preocupación menor"–, los científicos aseguran que si no se hubieran llevado a cabo medidas para protegerlo, correría un peligro crítico.
"La conservación también sirve para proteger a especies más comunes como el ñu azul, con ejemplares abundantes y amplia distribución", mantiene Hoffmann. Los esfuerzos proteccionistas, centrados sobre todo en los parques de Serengueti (Tanzania) y Mara (Kenia), donde habitan la mayor parte de los ejemplares, han sido decisivos.
Así, la construcción de caminos para modificar su migración y el aumento del control sobre la caza han dado sus frutos. Se calcula que hoy en día existen más de un millón y medio de estos ungulados.
El milano real
Esta rapaz también es habitual en nuestros cielos. Catalogada como "casi amenazada", desde SEO/BirdLife nos traen buenas noticias. "En el último censo nacional que hemos coordinado pudo comprobarse una ligera recuperación de la población", destaca López-Jiménez.
En los últimos años, el milano real (Milvus milvus) había experimentado un gran declive, de más del 50% de la población según el experto. A pesar de su incipiente mejoría, sigue teniendo amenazas, similares a las del águila imperial ibérica, es decir, envenenamientos y electrocuciones.
"En algunas comunidades autónomas se ha recuperado ligeramente mientras que en otras, ha desaparecido", advierte López-Jiménez. Según datos de BirdLife Internacional se calcula que existen entre 25.200 y 33.400 parejas de milanos reales.
El órix
Conocido como órix u órice de Arabia (Oryx leucoryx) este animal llegó a extinguirse en estado salvaje, puesto que los últimos ejemplares fueron cazados en Omán en la década de los setenta. Sin embargo, el éxito de la cría en cautividad y los esfuerzos por reintroducir a la especie en su hábitat desde principios de los ochenta han conseguido salvarla de la extinción. Hoy su estado es "vulnerable".
Aunque el grueso de su población, situado en Arabia Saudí, cayó entre 1998 y 2008 por culpa de la sequía, su número se ha estabilizado. Se estima que se han reintroducido alrededor de mil ejemplares.
En estos momentos, la población se mantiene estable e incluso está creciendo en algunos lugares, especialmente a medida que se van reintroduciendo nuevos animales. En cautividad viven entre 6.000 y 7.000 órix.
El caballo salvaje mongol
En 1996, el caballo de Przewalski (Equus ferus) se dio por desaparecido en estado salvaje. Sorprendentemente, 12 años más tarde apareció un equino maduro de esta especie en su hábitat natural, por lo que la IUCN lo recatalogó como "en peligro crítico". Hoy su situación ha mejorado levemente y se encuentra "en peligro".
Gracias al éxito de las reintroducciones, en la actualidad existen más de 50 ejemplares viviendo en libertad, una cifra baja que obliga a vigilar la especie muy de cerca. Su cruce con los caballos domésticos, las enfermedades y la pérdida de su diversidad genética amenazan su futuro más inmediato.
Además, al ser tan pocos ejemplares, son muy vulnerables a eventos atmosféricos severos, habituales en las regiones mongolas en las que habitan, con inviernos que llegan a alcanzar los treinta grados bajo cero.
La rata arquitecto
Es una superviviente. La rata arquitecto (Leporillus conditor) se ha quedado sin parientes cercanos puesto que su prima, la conocida como rata nidificante menor de Australia (Leporillus apicalis), se ha extinguido.
La rata arquitecto –que se llama así por su habilidad para construir nidos– no parece peligrar en estos momentos, ya que su estado ha pasado de "vulnerable" a "casi amenazada". Un plan de recuperación basado en reintroducciones e introducciones en áreas libres de depredadores ha conseguido sacarla de la zona de peligro.
Se calcula que hoy existen entre 3.000 y 4.000 ejemplares maduros de la especie. El roedor, el único que queda de su género, crea una resina para construir sus nidos tan fuerte que puede llegar a durar miles de años si no se expone al agua.