Diez curiosidades sobre los pájaros que quizás no sabías
Desde pájaros que se emborrachan hasta pingüinos a los que no les gusta el frío, las aves son animales repletos de curiosidades, algunas de las cuales te sorprenderán.
7 abril, 2018 01:44Noticias relacionadas
El reino animal está repleto de especies curiosas, ya sea por sus hábitos, su apariencia o cualquier aspecto de su fisiología. Pero sin duda uno de los grupos más variopintos y llamativos es el de las aves.
Son muchas las curiosidades que se esconden detrás de estos simpáticos animalitos voladores, tantas que sería imposible recopilarlas todas. Aun así, aquí va una pequeña selección de algunos hechos muy interesantes sobre los pájaros.
Del más pequeño al más grande
Como casi todo el mundo sabe, el pájaro más pequeño del mundo es el colibrí, pero más concretamente el zunzuncito (Mellisuga helenae), un colibrí endémico de Cuba conocido también como pájaro mosca o elfo de las abejas.
Suele medir en torno a los 5 centímetros y su masa no llega a los dos gramos. Aun así, es un animal muy vigoroso, que puede agitar las alas hasta 200 veces por segundo, generando el característico zumbido que le da nombre.
En lo referente al ave más grande del mundo, habría que establecer si el tamaño se refiere a su altura o a su envergadura.
En el primer caso el más grande sería el avestruz, ya que puede alcanzar alturas entre los dos y los tres metros. Sin embargo, el pájaro de mayor envergadura es el albatros, cuya distancia entre los extremos de las alas es de unos 3 metros y medio.
Los pollitos tienen un diente
Al tener un pico afilado con el que pueden desgarrar perfectamente los alimentos, las aves no tienen la necesidad de albergar dientes en su boca.
Sin embargo, los pollitos sí que poseen un pequeño diente con el que rompen el cascarón en el momento de su nacimiento.
Está presente también en otras especies ovíparas, como algunos reptiles, arañas e incluso en mamíferos como el ornitorrinco.
Sin embargo, se trata de una estructura efímera; ya que, una vez cumplida su función, terminan por caerse, unas semanas después de la eclosión.
Ellas también se emborrachan
Aunque a bote pronto puede parecer que la humana es la única especie cuyos miembros utilizan el alcohol con fines recreativos, otros muchos animales tienen también que vérselas de vez en cuando con los efectos de una buena borrachera.
Este es el caso del ampelis europeo, un ave paseriforme característica de los bosques fríos del norte de Europa y América.
Por lo general se alimentan de bayas, un manjar delicioso, que en ocasiones puede jugarles malas pasadas. Se conoce que su organismo tiene la capacidad de metabolizar el alcohol resultante de la fermentación espontánea de estas bayas; pero en altas cantidades pueden intoxicarse, e incluso morir.
Tanto es así que se han dado casos de ejemplares con comportamientos anormales, como un vuelo errático resultante de la confusión de la embriaguez. Y es que una cosa es metabolizarlo y otra que no cause ningún tipo de estrago al animal. Igual que a los humanos, vamos.
Ni se inmutan con el picante
Si hay una sustancia que los pájaros pueden tolerar a la perfección es el picante.
Aunque no todas las personas toleran del mismo modo este sabor, por lo general los seres humanos somos bastante sensibles a su efecto, debido a que nuestra lengua contiene hasta 10.000 papilas gustativas, que son los receptores encargados de la percepción del sentido del gusto.
Sin embargo, los pájaros no tienen más de cuarenta de estas estructuras, por lo que no sienten el picante ni ningún otro sabor con la misma intensidad.
Esto supone una gran ventaja evolutiva, pero no para las aves en sí, sino para algunas plantas, como los pimientos picantes, cuyas semillas pueden ser esparcidas en sus picos sin que perciban ningún sabor desagradable.
No todas las aves tienen alas
Aunque parece imposible imaginar un ave sin alas para volar, no todas tienen estas estructuras.
Algunas, como el avestruz cuentan con alas, pero son incapaces de alzar el vuelo. Otras, sin embargo, van más allá y ni siquiera disponen de ellas.
Este es el caso del kiwi. De hecho, su nombre científico, Apteryx, significa “sin alas” en griego.
Expertos en medicina natural
El guacamayo es un ave de la familia de los loros muy típica de las selvas americanas, cuya vegetación les sirve como fuente principal de alimento.
Suelen comer frutas, flores, hojas y brotes de todo tipo. El problema de esta alimentación es que en algunas ocasiones ingieren sustancias muy venenosas que podrían causarles la muerte inmediatamente a otros animales.
Sin embargo, los guacamayos no enferman gracias al truco de ingerir regularmente grandes dosis de arcillas muy ricas en minerales, cuya función sería neutralizar el efecto de las posibles toxinas que pudieran tomar por accidente.
Las descaradas costumbres del cuco
Seguramente habrán escuchado alguna vez el uso de la palabra “cuco” como sinónimo de persona muy astuta y, en ocasiones, aprovechada.
Y no es para menos, si se tienen en cuenta algunas de las costumbres de este animl
Construir un nido y mantener a los polluelos no es fácil, ya que requiere un nivel de esfuerzo, dedicación y gasto de recursos que estas aves no están dispuestas a afrontar.
Por eso, suelen parasitar los nidos de otras especies y colocar allí sus huevos, con el fin de que sean otras madres las que los mantengan.
Pero lo más curioso es que no escogen los nidos al azar, sino que buscan los de especies cuyos huevos se parezcan a los suyos, para que pasen lo más desapercibidos que puedan.
Los grajos que abren nueces en los semáforos
Otras aves con inteligencia casi humana son los grajos japoneses. Del mismo modo que otros córvidos, se desenvuelven bien entre los seres humanos, e incluso llegan a establecer vínculos con ellos para su propio beneficio.
En el caso de los grajos, se les ha visto a menudo colocarse sobre los semáforos de las ciudades y lanzar nueces bajo las ruedas de los coches con el fin de que éstos las abran al pasar sobre ellas después de la luz verde.
Es más complicado que un cascanueces, pero muchísimo más original.
Pájaros que imitan sonidos
La capacidad de algunos loros para aprender palabras es más que conocida, pero lo que no todo el mundo sabe es que algunas aves son capaces también de imitar todo tipo de sonidos.
Este es el caso del ave-lira soberbia, un ave paseriforme típica de algunas zonas de Australia que puede emular desde el rugido de una motosierra hasta el disparo de una cámara de fotos.
Y tampoco se queda atrás la cucaburra, otro pájaro australiano cuyo sonido de reclamo se parece perturbadoramente a una risa humana.
No todos los pingüinos buscan el frío
Aunque estamos acostumbrados a visualizar a los pingüinos rodeados de nieve y hielo, no todos viven en zonas frías.
De hecho, en el sur de África conviven varias poblaciones de pingüinos, como el conocido como pingüino del Cabo. Además, también existe una especie característica de las Islas Galápagos, en las que sobreviven bajo un clima tropical, muy diferente al que están acostumbrados algunos de sus parientes.