Las playas son la gran atracción del verano, aunque no todas son iguales. Según el último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), en España hay algunas playas que no pasan el examen en cuanto a la calidad del agua. Si bien es cierto que son pocas, solo el 1,7% de las zonas de baño analizadas (con un total de 38, donde también se incluyen ríos y lagos), la realidad es que España forma parte junto a Italia y Francia de los tres países europeos con mayor número de áreas con agua de calidad insuficiente para darse un chapuzón.
Esta clasificación se realiza en base al nivel de dos parámetros microbiológicos, la presencia de enterococos intestinales y de Escherichia coli. Ambos tipos de bacterias son muestra de contaminación fecal y pueden provocar infecciones en la piel, además de problemas intestinales y enfermedades respiratorias.
Para conocer su presencia, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social cuenta con el sistema Náyade, que facilita toda la información sanitaria y ambiental sobre las zonas de baño españolas. En base a sus últimas cifras, a la clasificación europea y a quejas de asociaciones como Ecologistas en Acción, seleccionamos los peores arenales para refrescarse este verano.
Playa Medicalia (El Puig, Valencia)
Esta pequeña playa de arena fina y blanca se encuentra en el límite entre las localidades valencianas de El Puig y la Puebla de Farnals y es frecuentada, sobre todo, por gente local o veraneantes asiduos. Provista de servicios básicos como baños o lavapiés, el Informe Técnico de Calidad de Aguas de Baño la resaltó, al finalizar la temporada del año pasado, por ser una de las zonas de baño que obtuvieron la consideración de insuficiente durante cinco años consecutivos.
Sus peores índices los obtuvo en agosto de 2016, cuando el número de E. coli se disparó hasta los 2300 UFC/100 ml y los enterococos hasta los 840 NMP/100 ml. Más recientemente, en la últimas muestras, de septiembre del año pasado, su presencia había descendido considerablemente y era apta para el baño; aún así, sus niveles rozaban lo permitido.
Además, este arenal se encuentra en la misma zona de la playa Els Peixet a la que la asociación Ecologistas en Acción le otorgó una bandera negra por considerarla uno de los puntos más contaminados del litoral español.
Playa del Rec del Molí (L'Escala, Girona)
Situado al norte de L'Escala, un municipio de la comarca del Alto Ampurdán en Gerona, este arenal dotado de una zona para perros, tampoco tiene los mejores resultados en cuanto a la calidad del agua.
En agosto del año pasado se desaconsejó el baño por superar los niveles de contaminación fecal (E. coli 220 UFC/100 ml y enterococos 260 UFC/100 ml). En siguientes mediciones mejoraron algo sus cifras, aunque en las últimas siguen muy cerca del límite para no recomendar bañarse. A esta zona con grandes pinares le lleva acompañado la mala calidad de sus aguas desde 2016.
Además, según Ecologistas en Acción, todo el litoral gerundense, más conocido como Costa Brava, está bajo sospecha tanto por contaminación como por mala gestión ambiental. Uno de los mayores despropósitos que se cometen en la zona de L´Escala es la ampliación de hoteles a pie de playa que, en muchos casos, ni siquiera tienen en cuenta en el entorno costero ni arqueológico de Empúries.
Playa Bañugues (Gozón, Asturias)
A pesar de estar en el mar Cantábrico, esta playa del concejo asturiano de Gozón con muy poco oleaje y de más de 130 metros de longitud recuerda más al Mediterráneo. Sin embargo, la calidad de su agua no es todo lo recomendable que parece para pasar una tranquila jornada de playa.
El Informe Técnico de Calidad de Aguas de Baño la consideraba “insuficiente”. Durante todo el verano pasado, los niveles estuvieron cercanos a los límites, hasta que en septiembre los sobrepasó (E.coli, 24196 NMP/100 ml y enterococos, 960 NMP/100 ml) y recomendaron no bañarse por posible contaminación microbiológica del agua. Aunque el último registro, de este mismo mayo, la considera apta, sus niveles todavía son altos.
Desde el Ayuntamiento de Gozón se han comprometido a vigilar la calidad del agua durante este verano; sin embargo, su alcalde dice que no se podrá garantizar hasta que no se solucione la conexión entre la red de saneamiento de Bañugues y la que discurre entre Luanco y la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Maqua. Además, este servicio fue criticado en su informe Banderas Negras por Ecologistas en Acción al estar obsoleto y no cumplir adecuadamente su función.
Playa 1º y 2º de Luarca (Valdés, Asturias)
Es la playa de la localidad de Luarca, en el concejo asturiano de Valdés, y aunque pertenece al paisaje protegido de la costa occidental, su agua no es la mejor para el baño. Es más, el último Informe Técnico de Calidad de Aguas de Baño no le da el aprobado. Si bien la presencia bacteriológica ha disminuido desde que en agosto del año pasado no se recomendara el baño, los niveles, especialmente de E. coli, todavía son altos. Teniendo en cuenta los últimos cinco muestreos, la media se sitúa en 456,4 NMP/100 ml de E.coli y, además de la del verano pasado, ya hubo otras dos analíticas negativas anteriores en junio de 2015 y de 2016.
Además Ecologistas en Acción la incluye en su informe Banderas Negras debido a los elevados índices de bacterias que recuerda que “no se encuentran de forma natural en el agua de mar, por lo que su presencia es indicador de algún tipo de origen humano”.
Playa de Lires (Cee, Galicia)
Ya incluida en nuestra lista de las peores playas de 2017, este arenal vuelve a repetir como una mala opción para bañarse este verano. Eso no quita para que esta playa de la Costa da Morte situada en el pueblo de Lires, en el término municipal de Cee, sea de una gran belleza paisajística. Con forma de concha, en ella desemboca el río Castro y a su lado pasa el Camino de Santiago que une Fisterra y Muxía.
Ahora bien, cuando hablamos de calidad del agua todo cambia. En este caso, los índices más peligrosos los dan los enterococos que llegan hasta los 1.100 NMP/100 ml en su penúltima medición. Aunque en el sistema informativo Náyade la mayoría de las playas gallegas aparecen sin clasificar, lo cierto es que Lires lleva siendo una mala opción para darse un chapuzón desde 2015. Incluso la Xunta lo desaconseja.
Playa Estorde (Cee, Galicia)
Es otro de los casos más sonados de contaminación de agua de Galicia. Localizada en la pequeña aldea de Estorde, también en Cee, este arenal lleva dando malas cifras desde 2015. Al igual que la playa de Lires, sus registros están sin calificar como tal; sin embargo, sorprende ver como durante el verano de 2016 se registraba 1180 NMP/100 ml de E. coli y 480 NMP/100 ml de enterococos. Desde entonces, los niveles parece que se han reducido considerablemente, aunque sus aguas todavía no dan gran confianza.
Además, que haya problemas en playas tan cercanas hace pensar que pudiera existir algún problema con la depuración de las aguas fecales en el término gallego de Cee.
Playa A Concha (Ortigueira, A Coruña)
La playa A Concha situada en el pueblo coruñés de O Porto de Espasante es otra de las no aconsejables debido a su larga trayectoria de malos registros. Desde 2012 da índices de mala calidad, aunque los peores datos son de los años 2015 y 2016, con 430 NMP/100 ml y 340 NMP/100 ml de E.coli, respectivamente. En el último año los niveles han bajado, aunque son dispares.
Así que lo mejor será disfrutar de su paseo marítimo antes que meterse en el agua. Además, el lugar, de una gran belleza paisajística, cuenta con la desembocadura de la ría de Santa Marta de Ortigueira y un puerto deportivo en la misma playa.
Playa Agrelo (Bueu, Pontevedra)
Se localiza en la Ensenada de Bueu y dos pequeños ríos, el Rego da Pena y el Rego do Barranco do Inferno, desembocan al mar en ella. A la derecha una punta arenosa y dunar la separa de la playa de Portomaior y, a su izquierda, la Punta Corbeiro la limita con la playa de Loureiro. Su situación semiurbana ofrece varios servicios aunque sin perder el encanto de un entorno rústico con fincas fértiles.
Pero la calidad de sus aguas no se corresponde con la belleza del lugar. Uno de sus últimos peores registros se obtuvo en agosto del año pasado, cuando los enterococos se dispararon hasta los 1100 NMP/100 ml. Según informaron medios regionales en abril, las autoridades gallegas localizaron el foco de la contaminación, un colector de aguas residuales mal conectado, y lo solventaron. Aunque en el último control realizado por la Consellería de Sanidade a principios de este junio las cifras del E. coli llegan hasta los 310 NMP/100 ml.
Playa de Peguera, (Calvià, Baleares)
Las playas de la localidad de Peguera en Calvià están formadas por tres, la Palmira, la Torà y la Romana. Este núcleo turístico mallorquín cuenta con estas calas de entre 300 y 600 metros de longitud donde, además de contar con una arena fina, existe a su alrededor una gran infraestructura de servicios hosteleros y comerciales.
Ahora bien, sus aguas tranquilas y transparentes no son todo lo recomendables que parecen a simple vista. A finales de agosto del año pasado se desaconsejó el baño en el arenal Palmira y en el verano anterior, entre junio y julio, se llegó a prohibir meterse en el agua. En las otras playas, la Torà y la Romana, los índices de contaminación fecal son mucho menores, llegando incluso a ser nulos en las últimas mediciones.
Sin embargo, toda la costa balear está en el punto de mira, según Ecologistas en Acción. La llegada masiva de cruceros y la deficiente depuración de las aguas urbanas, concebida para un número poblacional mucho menor del que llega en la temporada estival, hacen que la contaminación del mar se incremente.
Playa Cala De Egos (Santanyí, Baleares)
Se trata de una entrada de mar hacia la costa Cala d´Or, uno de los núcleos más importantes del sureste de Mallorca, que nos deja una tranquila piscina de agua salada. Además, se encuentra muy cerca también de la localidad turística de Santanyí, por lo que la belleza del lugar se combina con todos los servicios vacacionales necesarios.
Ahora bien, aunque no lo parezca, su cristalina agua está bajo sospecha. En julio y agosto del año pasado, al igual que en 2015 y 2016, se prohibió el baño al ascender sus niveles de E. coli hasta cifras tan disparatadas como 15531 NMP/100 ml y en septiembre, con índices algo inferiores, pero también peligrosos se desaconsejó. La última prueba está libre de bacterias; sin embargo, es un lugar que no hay que perder de vista.